Caso Tomás Santillán: el martes darán a conocer la sentencia
El fiscal pidió reclusión perpetua para el único acusado en el banquillo, Adalberto Cuello, padrastro del menor asesinado
El próximo martes se dará a conocer la sentencia en la causa que investigó el crimen de Tomás Dameno Santillán, el menor de 9 años asesinado en Lincoln en noviembre del año pasado.
El único acusado en el banquillo es su padrastro, Adalberto Cuello. Fuentes judiciales informaron a Télam que está previsto que la audiencia comience a las 12, en el edificio ubicado en Mayor López 2, esquina Bartolomé Mitre, de dicha ciudad del noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Allí, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Junín, integrado por los jueces Miguel Ángel Vilaseca Parisi, Karina Lorena Piegari y Claudia Beatriz Dana, resolverá si condena a Cuello (40), el único imputado del crimen.
Las penas solicitadas
Durante los alegatos de la semana pasada, el fiscal del juicio, Javier Ochoaizpuro, solicitó que el acusado sea condenado a "reclusión perpetua más accesorias legales" -la máxima pena prevista en el Código Penal- por el delito de "homicidio agravado por ensañamiento y alevosía".
Por su parte, el defensor de Cuello, Gerardo Doyle, solicitó su absolución por falta de pruebas y, subsidiariamente, una condena por "homicidio simple", con pena prevista de 8 a 25 años de prisión, ya que consideró que no se probó ni el ensañamiento (sufrimiento excesivo) ni la alevosía (indefensión de la víctima).
En tanto, el hermano de Susana Santillán, Guillermo, dijo a Télam que los familiares de Tomás esperan la sentencia "ansiosos" y "con confianza".
"Confiamos plenamente en la Justicia, en el trabajo que hicieron el fiscal y los jueces hasta ahora", dijo el tío de la víctima que, además, consideró que "quedó probado" que Cuello fue el autor del homicidio.
Un crimen imperdonable
Tomás desapareció el mediodía del 15 de noviembre de 2011, alrededor de las 12.15, cuando salió de la escuela rumbo a su casa, en la localidad de Lincoln, ubicada unos 300 kilómetros al oeste de esta Capital Federal.
Al no tener noticias suyas, su madre radicó una denuncia y, tras una intensa búsqueda, el cuerpo golpeado de Tomás fue hallado el 17 de noviembre en el predio rural "La Vieja", en las afueras de Lincoln.
Desde entonces, la pesquisa estuvo orientada a Cuello como principal sospechoso ya que abundaban testigos que indicaban que el hombre no tenía buena relación con el niño, al que responsabilizaba por la ruptura de la relación con su madre, de quien se había separado.
Entre los principales elementos que incriminan a Cuello se encuentra una pala de punta que el acusado -albañil- usaba para trabajar, que según la autopsia sería compatible con las heridas en el cráneo de Tomás y que fue hallada cerca de la escena del crimen, junto a la mochila y el guardapolvo del niño.
Además, fueron relevantes las declaraciones de un primo de Tomás, que a excepción del día de la desaparición solía regresar con él a la casa tras salir de la escuela, quien durante el debate contó que Cuello había comenzado a seguirlos 15 días antes y que esa situación les provocaba mucho miedo.
El primo de Tomás, de ocho años, dijo que cuando veían la camioneta de Cuello a "Tomi le daban ganas de hacer pis y le dolía la panza".
Uno de los peritajes más importantes realizados durante la pesquisa fue el que se efectuó sobre el auto Fiat Palio Weekend de la novia de Cuello, María Inés Márquez, que el acusado manejaba el día del crimen, en el que se encontraron rastros genéticos de Tomás en el asiento trasero del vehículo.
Según declaró la médica forense que hizo la autopsia sobre el cadáver del niño, Mirta Mollo, Tomás recibió tres golpes con un elemento contundente -probablemente la pala hallada en la escena del crimen- y estimó que el asesino era zurdo, como Cuello.
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