Caso Oyhanart: sospechan de un empresario
Dos de sus ex parejas lo denunciaron por violencia de género; investigan si pagó para borrar pruebas
A casi ocho meses del homicidio de Marisol Oyhanart, la investigación por el asesinato de la maestra jardinera, de 38 años y madre de tres hijos, ocurrido en Saladillo, tiene un sospechoso. Según consta en la causa, el presunto autor del homicidio sería un poderoso empresario de la zona, con la capacidad económica para repartir una cifra millonaria con el objetivo de hacer desaparecer las pruebas que podrían involucrarlo en el caso.
En una serie de documentos a los que tuvo acceso LA NACION, que fueron incorporados en la causa judicial, figuran 40 páginas de conversaciones a través del chat de la red social Facebook en el que uno de los supuestos involucrados en la maniobra le reveló a un testigo que el empresario habría depositado una fuerte suma de dinero para intentar cubrir su participación en el homicidio.
En la página 8 de ese chat, se hace mención al pago del dinero para encubrir al empresario y los cómplices que ocultaron el cuerpo de Marisol mientras se realizaba el operativo de búsqueda, en la tarde del 14 y la madrugada del 15 de abril pasados.
Según consta en la causa, otra faceta de la maniobra de encubrimiento habría consistido en hacer desaparecer pruebas clave: las calzas que llevaba la víctima el día que la mataron que registraban quemaduras provocadas por un encendedor similar al que se utiliza en los automóviles. Hasta el momento, tampoco aparecieron las zapatillas de Marisol.
A esta serie de pruebas que desaparecieron hay que sumarle las dos declaraciones testimoniales de dos ex parejas del empresario, que se presentaron a declarar en la comisaría de Saladillo y que afirmaron que habían sufrido episodios de violencia y maltratos por parte del sospechoso, cuya identidad se mantiene en reserva porque todavía no fue formalmente imputado en la causa.
Aunque el vínculo entre la víctima y el empresario está probado desde la misma tarde de la desaparición de Marisol, el sospechoso nunca fue investigado.
Las declaraciones de las ex parejas del empresario nunca fueron incorporadas al expediente. No obstante, ambas mujeres fueron identificadas y fueron convocadas a declarar ante la Justicia.
Los policías que intentaron ocultar los testimonios de las mujeres no tuvieron en cuenta que la presencia de las ex parejas del sospechoso quedó documentada en el acta realizada por el médico legista de la seccional quien las revisó y dejó constancia de las lesiones que presentaban.
Ambas declaraciones fueron solicitadas por los abogados Pablo Hawlena Gianotti y Walter Vaccarini, quienes representan a Sergio Rachit, esposo de Marisol Oyhanart.
Ambos abogados se presentarán esta semana en la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, donde declararán como testigos a raíz del sumario que se inició contra los policías involucrados en la desaparición de las pruebas y en las amenazas contra los familiares de la víctima.
La investigación por el asesinato de Marisol sumó su tercer fiscal en ocho meses. Primero, la causa estuvo a cargo de Patricia Hortel, quien acusó Johnatan Bianchi y pidió su detención, pero la solicitud fue rechazada por el juez de Garantías de La Plata, César Melazzo. Ante una serie de irregularidades, los letrados que representan al esposo de la víctima recusaron a la fiscal. Entonces se hizo cargo del expediente, Marcelo Romero, quien se apartó del caso luego de otra presentación realizada por ambos abogados. Hace una semana, la fiscal Ana Medina recibió la causa.
De todas las supuestas irregularidades tomó conocimiento el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, quien se reunió con los letrados y se comprometió a colaborar con la investigación.
Ocho meses y ningún detenido
Marisol Oyhanart
Asesinada en saladillo
Profesión: maestra
Edad: 38 años
Estado civil: casada
El homicidio
El 14 de abril salió de su casa para ir a caminar. Su cuerpo fue hallado al día siguiente
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El escándalo
Desaparecieron declaraciones de testigos, las calzas y las zapatillas que llevaba el día que la mataron.