Caso Marisol Oyhanart: borraron imágenes de cámaras de seguridad
Creen que los archivos tenían el paso de la víctima y del auto que la seguía; apuntan a siete policías de Saladillo por encubrimiento
A dos años del hallazgo del cuerpo de Marisol Oyhanart , un peritaje confirmó que fueron borradas las imágenes grabadas por una cámara de seguridad instalada en la esquina de Saavedra e Irigoyen, en Saladillo, y que registraron el paso de la maestra jardinera y del automóvil en el que la siguieron. Según informaron fuentes judiciales, los archivos fueron borrados por un grupo de policías bonaerenses que se desempeñaban en la comisaría local, que retiraron el disco rígido de la computadora donde se guardaban las imágenes.
Casada y madre de tres hijos, Marisol, de 38 años, fue asesinada el 14 de abril de 2014. Minutos después de las 15, salió de su casa para ir a caminar. Dos testigos que realizaban una actividad física por Irigoyen recordaron haberla visto esa tarde. La cámara de seguridad instalada en una de las casas del cruce de esa calle y Saavedra debía haber registrado los últimos pasos de Marisol con vida. Nunca se sabrá a quién pertenecía el automóvil en el que supuestamente seguían a la maestra jardinera y que los mencionados testigos recordaron haber visto en la zona, aunque sin precisar más detalles.
En el dictamen del análisis realizado por los técnicos del Departamento de Informática de la Asesoría Pericial de La Plata, se concluyó que "se borraron por adulteración dolosa los archivos de memoria de una computadora donde se grabaron las imágenes de las cámara de seguridad particular".
A las 18, al advertir que su esposa no había ido a buscar al jardín de infantes al menor de sus hijos, Sergio Rachit, marido de Marisol, comenzó a buscar a su mujer, al tiempo que radicó la denuncia por averiguación de paradero.
Entre bomberos, personal policial, empleados municipales y familiares de Marisol se buscó a la maestra jardinera, no sólo en los lugares por los que salía a caminar, sino también en otras calles fuera del circuito aeróbico.
Ante la falta de resultados, el rastrillaje se suspendió a las 4.15 del 15 de abril. Tres horas después y cuando habían transcurrido 15 minutos desde que se reinició la búsqueda, el cuerpo de Marisol fue hallado en una zona de taperas que ya había sido revisada en dos oportunidades durante la madrugada. Ese baldío está a un costado de la calle Irigoyen y a pocas cuadras de la casa que tenía la cámara de seguridad donde se grabaron las imágenes que fueron borradas por un grupo de policías.
A partir de los testimonios, que se incorporaron en el expediente, que avalaron la sospecha de que Marisol estuvo secuestrada al menos cinco horas y que el lugar del hallazgo era, en realidad, una escena del crimen montada para desviar la investigación, los abogados Pablo Hawlena Gianotti y Walter Vaccarini, quienes representan a la familia de la víctima, presentaron una serie de denuncias contra algunos policías de la comisaría de Saladillo.
En una de sus presentaciones, ambos abogados también solicitaron que la primera fiscal del caso, Patricia Hortel, dejara de trabajar en el expediente por una serie de irregularidades registradas en la etapa de instrucción.
Pasaron dos años y a pesar de las 20 pruebas que fundarían la responsabilidad de, al menos, siete policías en el borrado de elementos para encubrir al principal sospechoso del homicidio, los cinco fiscales que tuvieron los expedientes se negaron a profundizar la pista policial.
Tampoco tiene fiscal el sumario contra Hortel. Al menos seis representantes del Ministerio Público se excusaron de intervenir en el expediente por las irregularidades debido a su relación de amistad con la primera investigadora del caso.
Hasta el momento, no hay ningún detenido por el asesinato. Sólo existe un dictamen del Gabinete de Homicidios de la policía bonaerense que concluyó, luego de analizar las pruebas, que un empresario agropecuario y ex amante de Marisol fue el asesino.
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