Caso García Belsunce: “Yo no maté a María Marta, yo no le robé”, dijo Nicolás Pachelo en la etapa final del juicio
El debate continuará el 31 de este mes con la presentación de los alegatos de cada una de las partes
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Tras tres meses y siete días de un intenso debate, el tercer juicio por el homicidio de María Marta García Belsunce, entró en su etapa final. Ayer, para finalizar una larga jornada que había comenzado con una inspección en el country Carmel, donde vívía la víctima, declaró Nicolás Pachelo, el sindicado autor material del crimen: “Yo no maté a María Marta, yo no le robé, no fui campana [de supuestos ladrones que entraron en la casa] ni la odiaba. Soy totalmente ajeno a eso [al crimen]”. En la próxima audiencia, el 31 de este mes, comenzarán los alegatos.
Pachelo comenzó a declarar ante los jueces Federico Ecke, Osvlado Rossi y Esteban Andrejin, integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a las 19.04. Su indagatoria duró dos horas.
Según informó la agencia de noticias Télam, el imputado tuvo un duro cruce con el fiscal Patricio Ferrari. Pachelo definió al representante del Ministerio Público como un “denunciador serial”.
“Me hizo sacar el teléfono [celular], después quiso robustecer [sic] con una amenaza a un periodista, me quisieron sacar las zapatillas, me abrieron la causa de muerte de mi padre, imputaron a mi novia. Siento que usted es un denunciador serial y voy a decir por qué: objetó la defensa de [Marcelo] Rodríguez Jordán, la designación de Andrejin [uno de los jueces], recusó al tribunal en pleno… falta que denuncie a [Juan] Criado [el policía bonaerense a que custodia la sala]”, afirmó con vehemencia Pachelo.
Ferrari, según Télam, le dijo a Pachelo que no “le daba la nafta”, por contestar solo 20 de las 100 preguntas que tenía preparada.
“¿Sabe dónde tenía la caja fuerte María Marta?”, preguntó Ferrari. “Ni idea”, respondió Pachelo. “Bueno, que quede constancia, ya va a saber por qué”, retrucó el fiscal.
Tras la declaración de Pachelo, Raquel Pérez Iglesias, una de las abogadas del sospechoso, le dijo a LA NACION: “En menos de dos semanas desvirtuamos los capítulos de la acusación más relevantes. Los fiscales [por Ferrari, Andrés Quintana y Federico González] estuvieron tres meses creando convicción en los jueces, pero no con relación al hecho [el homicidio] sino a la persona de Pachelo, abundando en agravios permanentes. Hicieron Derecho penal de autor y no de acto, como dijimos desde el principio. Construyeron un perfil que no es tal, en base al discurso unificado de ciertos miembros de la familia [García Belsunce] y cierto grupo de amigos. Mostramos -como por ejemplo con el asunto del perro Tom-, que todos ellos se produjeron falsamente por igual en los mismos puntos, por lo que acordaron sus declaraciones para faltar a la verdad en masa”.
Tom era el perro labrador de García Belsunce y su esposo, Carlos Carrascosa. Su desaparición estuvo presente en varias audiencias del juicio. Es más, cuando presentó los lineamientos de la acusación, el fiscal Ferrari afirmó: “Pachelo, meses antes de la muerte de María Marta García Belsunce, le sustrajo a ella su mascota, su perro Tom, el hijo que con Carrascosa no habían podido tener para exigir un rescate. El perro nunca apareció. Y, desde ese episodio, la víctima le tuvo miedo a su vecino y abogó para que lo echaran del country Carmel”.
Para Pérez Iglesias no hay dudas de que lograron desvirtuar la acusación de que Pachelo había robado a Tom para cobrar rescate. En la audiencia de ayer, la defensa de Pachelo exhibió dos documentos extraídos de un diskette que era propiedad de María Marta donde la socióloga hizo referencia al robo de Tom, sus sospechas de personas con acceso a Carmel y su temor a denunciar el hecho ante una posible “venganza”.
Pérez Iglesias, insistió durante varias audiencias para que el tribunal exhibiera las pruebas que estaban dentro de uno de los nueve diskettes aportados en febrero de 2003 por Murray.
Los documentos que eran de importancia para la defensa estaban escritos en Word y titulados “Busco labrador negro”, “Carta a Raúl Portal”, “Carta Tom” y “Carta Tom 1″.
El primer documento que se observó era un cartel que decía “Gratificaré” y los números telefónicos del celular y uno fijo, aparentemente de la casa de María Marta.
“Acá hubo testigos que dijeron que no estaba el teléfono fijo”, recordó Rodríguez Jordán. La referencia del abogado no fue casual.
Para Pérez Iglesias en la inspección de ayer pudieron derribar otro “mito” de la acusación: un “sendero supuestamente instrasitable” por el que Pachelo, la tarde del crimen, habría ido a buscar el auto de su por encones esposa, Inés Dávalos Cornejo, que estaba en el estacionamiento del club house.
“Ayer los jueces pudieron observar el sendero supuetamente intrasitable y apreciaron las distorsiones burdas que la Fiscalía construyó durante sus tres meses de presentación de la prueba”, sostuvo Pérez Iglesias tras hacer una conslusión de la inspección en Carmel.
El último día de este mes, las partes se volverán a cruzar para presentar sus alegatos. El final del juicio se acerca.
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