Caso García Belsunce: una declaración sorpresiva derivó en un careo entre Nicolás Pachelo y una testigo

La sorpresiva presencia de una testigo, propuesta a poco de comenzar la décima audiencia del juicio por el homicidio de María Marta García Belsunce por el Ministerio Público Fiscal, y su posterior declaración, derivó en un pedido de careo por parte de Nicolás Pachelo, acusado de ser el autor del crimen.

Raquel Fait, de 50 años, empleada en el gobierno porteño, sostuvo bajo juramento de decir la verdad que, poco antes del homicidio de García Belsunce se cruzó con Pachelo en un asado y que el imputado tenía en su camioneta un perro, al que definió como un “cacharrón” de color oscuro.

Fait sostuvo, a partir de lo que recordaba de una situación que pasó hace más de 20 años, que Pachelo contó que se lo había encontrado perdido en Carmel. Y que la gente que estaba en el asado le recomendó devolverlo. El imputado habría respondido: “Lo estoy cuidando mejor, me preocupo”.

Desde el comienzo del debate se habla de Tom, el labrador negro de García Belsunce y Carlos Carrascosa, su esposo.

“Meses antes de la muerte de la víctima, Pachelo le sustrajo a ella su mascota, su perro Tom, el hijo que con Carrascosa no habían podido tener, para exigir un rescate. Nunca apareció. Y, desde ese episodio, le tuvo miedo a su vecino y abogó para que lo echaran del country Carmel”, había dicho Patricio Ferrari, uno de los dos fiscales generales adjuntos de San Isidro, en la primera audiencia del juicio, cuando presentó los lineamientos de la acusación.

Fait dijo no conocer de razas caninas y no pudo afirmar si el perro que tenía Pachelo en su camioneta era un labrador, pero sí recordó haberle hecho caricias.

La mujer fue propuesta como testigo por los fiscales porque había sido nombrada por Deborah Luaces, quien declaró que Fait le había comentado que una vez había estado en la casa de Pachelo y había jugado con Tom.

Hoy Fait dijo que nunca le había dicho a Luaces que había estado en la casa de Pachelo jugando con el perro de María Marta.

Ayer, tras esas afirmaciones de la testigo Luaces, Pachelo pidió hablar ante los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin, los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a cargo del debate. Desmintió que Fait hubiese estado en su casa y afirmó que no la conocía.

Hoy, en cambio, Fait dijo haber estado cinco o seis veces en la casa de Pachelo, y que lo conocía “socialmente”, porque ella era amiga de un primo del imputado, de nombre Lucas. Una de las veces que fue a la casa del imputado fue después del nacimiento de unos de sus hijos.

Pachelo intentó desmentirla. Dijo que recordaba que su primo Lucas iba a su casa con su novia, Agustina. Fait retrucó: “Yo fui testigo de casamiento de Agustina y Lucas...”

Era evidente que el testimonio de Fait había tomado por sorpresa a Pachelo y a sus abogados defensores, Roberto Ribas, Marcelo Rodríguez Jordán y Raquel Pérez Iglesias.

Mientras Fait hablaba, Pachelo hacía anotaciones en un cuaderno y le hacía comentarios a sus abogados. Después pidió hacer el careo.

“No conozco a la señora. Salvo que estéticamente haya cambiado. Nunca autoricé su ingreso a mi casa”, afirmó Pachelo en el careo. Entonces, Ecke le preguntó si solo él autorizaba, tras las llamadas de la guardia de Carmel, a ingresar a los visitantes. “No, también mi mujer”, respondió el imputado.

Sobre el perro que Fait dijo haber visto, Pachelo sostuvo que andaba por todos lados en su camioneta con su perro rottweiler.

En el careo, tanto la testigo como el imputado se mantuvieron en sus dichos.

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