Caso García Belsunce: un juicio con fuertes gestos, tensiones, chicanas, recelos y un “fantasma” en la sala de audiencias
Tras cuatro meses y medio de debate, el tercer juicio por el homicidio ocurrido en el country Carmel, de Pilar, terminó como empezó, con polémicas entre el tribunal y el Ministerio Público Fiscal
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El tercer juicio por el homicidio de María Marta García Belsunce, crimen ocurrido hace 20 años en el country Carmel, de Pilar, terminó como empezó: con una polémica entre los representantes del Ministerio Público Fiscal y los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a cargo del debate. Durante los cuatro meses y medio que pasaron desde la primera audiencia, pasó de todo: seis balas arriba de una mesa como símbolo de las seis razones de la acusación contra Nicolás Pachelo (imputado que terminó absuelto), chicanas y recelos entre las partes y duras críticas e insultos dirigidos al fiscal Diego Molina Pico, el primer funcionario que asumió el caso y dirigió la investigación hacia Carlos Carrascosa, esposo de la víctima, descartando cualquier otra hipótesis, bromas y gritos tras el veredicto.
El juicio debía comenzar el 1° de junio pasado, pero el debate se suspendió porque el Ministerio Público Fiscal recusó al tribunal a cargo del proceso e integrado por Federico Ecke, Esteban Andrejin y Osvaldo Rossi, por sospecha “de parcialidad”.
Finalmente, sin la recusación resuelta, el debate comenzó el 13 de julio pasado. Pachelo no solo fue juzgado por el homicidio de García Belsunce, sino también por una serie de robos ocurridos entre 2017 y 2018 en el complejo urbanístico Nordelta, en Tigre; el Tortugas Country Club, de Pilar, y en los barrios privados Abril y El Carmencito, de Hudson, Berazategui.
Ayer, Pachelo fue absuelto con los votos de los jueces Andrejin y Rosi. Fue un fallo por mayoría.
“Esta acusación pública va a demostrar de manera irrefutable que Nicolás Pachelo es el responsable del crimen de María Marta García Belsunce”, había expresado uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Patricio Ferrari al presentar, el 13 de julio pasado, los lineamientos de la acusación.
Esa audiencia, la primera de 37, será recordada por el fuerte gesto de Ferrari. A María Marta le dispararon seis veces en la cabeza con un viejo revólver calibre 32. Ferrari hizo una analogía con los proyectiles para hacer referencia a seis de las razones por las que el Ministerio Público Fiscal considera al exvecino como el asesino de Carmel.
Para cada una de ellas tenía una bala, calibre 32, la misma cantidad de proyectiles que disparó el asesino de María Marta el 27 de octubre de 2002.
Las primeras audiencias estuvieron marcadas por el recelo entre los fiscales Ferrari, Andrés Quintana y Federico González y el juez Rossi. Los representantes del Ministerio Público llegaron a decirle al magistrado que sabían que a él no le interesaba las pruebas de la acusación, como dando a entender que ya tenía una decisión tomada desde antes del inicio del juicio. A Rossi el comentario no le gustó para nada y pidió respeto.
Poco a poco, las tensiones aflojaron y el día de los alegatos, cuando pidió la pena de prisión perpetua para Pachelo, Ferrari sorprendió a propios y extraños al anunciar que habían retirado la recusación de los magistrados.
Las chicanas entre las partes tuvieron su momento culmine el 10 de agosto pasado, durante la decimo tercera audiencia. La jornada estaba por terminar, pero Pachelo pidió la palabra para responder unas afirmaciones del fiscal Patricio Ferrari. Primero, el exvecino de Carmel le aconsejó al representante del Ministerio Público que presentase “una prueba decente” en su contra y después le espetó: “No le voy a responder ni una sola pregunta porque usted no se lo merece”. Sí, en cambio, aceptó contestar una consulta de Gustavo Hechem, el abogado que representa a Carlos Carrascosa, el esposo de la víctima, pero le hizo una irónica advertencia: “Una sola pregunta, piénsela bien, use su inteligencia”.
Fue un instante de risas en la sala de audiencias del primer entrepiso del edificio de los Tribunales de San Isidro, situado en Ituzaingó 340. No fue el único momento de distensión y bromas en medio del juicio por el homicidio ocurrido hace casi 20 años.
Pocos minutos antes de la irónica advertencia de Pachelo a Hechem, el abogado Roberto Ribas, histórico letrado del imputado, entre risas, le recomendó, a su colega, Raquel Pérez Iglesias, que se sumó a la defensa con el juicio empezado, que no se comiera el bombón que al inicio de la audiencia le había regalado el fiscal Ferrari.
“No lo coma porque puede estar envenenado”, dijo en broma Ribas. El fiscal Ferrari recogió el guante y, también entre risas, espetó: “Si usted me lo hubiese regalado, tampoco lo comería”.
Finalmente, Pachelo no respondió la pregunta de Hechem. “Ya la respondí. Si hubiese estado atento se acordaría”, le dijo, palabras más, palabras menos, Pachelo a Hechem.
La presencia de Molina Pico fue “fantasmal”. Se lo nombró en varias audiencias, para fustigarlo. Por ejemplo, Irene Hurtig, hermana de la víctima, lo calificó de “basura” y “delincuente”.
Ayer, tras el fallo que absolvió a Pachelo, Leila Keller, exesposa de Horacio García Belsunce (h.), hermano de la víctima, dijo mirando a los jueces. “Vergüenza, vergüenza. Falta de respeto. A María Marta la volvieron a matar hoy”. Poco después fue echada de la sala.
Tras el veredicto y antes de irse del edificio de los Tribunales de San Isidro, el fiscal Ferrari sostuvo: “La prueba ha sido abrumadora. Se demostró, inequívocamente, que Pachelo es el responsable [del crimen]. Fue demasiado cínico la decisión del tribunal de poner como fecha de lectura del veredicto el 2 de diciembre, el día de vigésimo aniversario del conocimiento de que María Marta había sido asesinada, para dictar este escandaloso fallo”, afirmó, enojado, Ferrari.
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