Caso García Belsunce: “Sacame la policía de encima”: el supuesto pedido de la familia que se volvió un mito y que un investigador desmintió
El comisario mayor Norberto Aníbal Degastaldi declaró como testigo en el tercer juicio por el homicidio de María Marta y recordó la visita que hizo al country Carmel el día del crimen
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Durante 20 años, la frase “sacame la policía de encima” se repitió innumerables veces cuando se hablaba del homicidio de María Marta García Belsunce. Esas cinco palabras se las adjudicaban a la familia y a allegados de la víctima, y suponían un eventual intento de impedir que efectivos de la fuerza de seguridad ingresaran en el country Carmel pocas horas después de la muerte de la socióloga, cuando todavía no se sabía públicamente que se había tratado de un crimen. Pero nunca habría existido: fue un mito.
Así lo afirmó el comisario mayor en retiro activo Norberto Aníbal Degastaldi al declarar como testigo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°4 de San Isidro, a cargo del tercer juicio por el homicidio de García Belsunce, ocurrido el 27 de octubre de 2002.
Degastaldi, en esa fecha, era el jefe de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro. La mañana siguiente a la muerte de María Marta estuvo en la casa de la víctima para acompañar a Diego Molina Pico, el primer fiscal de la causa.
Degastaldi recordó que se enteró del fallecimiento de García Belsunce tras una llamada que le hizo el comisario general Ángel Casafús, que en ese momento era el director general de Investigaciones Complejas y Narcocriminalidad de la policía bonaerense. ”Estaba muy afligido porque había muerto la hermana de un amigo en un accidente. Ese amigo era Horacio García Belsunce (h.). Me dijo: ‘Necesito que lo llames y te pongas a disposición’”, afirmó.
Fue justamente Casafus el que había sostenido que su amigo García Belsunce (h.) le había pedido que “le sacara la policía de encima”. En 2011, cuando fue juzgada la familia de la víctima por el presunto encubrimiento del crimen, declaró como testigo y fue más allá: sostuvo que los familiares lo “usaron para encubrir un crimen horroroso” y a los gritos dijo que eran “una banda de mafiosos” que lo dejaron sin trabajo y le arruinaron la vida, entre otras cuestiones.
Degastaldi se presentó como testigo propuesto por la defensa de Nicolás Pachelo, el exvecino de la víctima acusado de ser el autor material del homicidio.
Tras las consultas de Raquel Pérez Iglesias y de Marcelo Rodríguez Jordán, abogados de Pachelo, tomó la palabra Patricio Ferrari, uno de los representantes del Ministerio Público Fiscal en el debate, y le preguntó a Degastaldi si Casafús le había manifestado que “le sacara a la policía de encima” a la familia de la víctima. La respuesta fue contundente: “Nunca ocurrió eso”.
El testigo se tomó unos minutos para explayarse sobre la cuestión. “Surgió mediáticamente [la frase ‘sacame la policía de encima’], no por Casafús. Realicé una investigación, recabé datos. Hice llamar a todas las comisarías y comandos de patrulla para saber si habían recibido alguna comunicación de Casafús o de alguien influyente, y eso nunca ocurrió”, afirmó el hoy docente y licenciado en seguridad.
Degastaldi recordó que Casafús, además de pedirle que se pusiera a disposición de la familia, le compartió los teléfonos de García Belsunce (h.) y de Juan Martín Romero Victorica, por entonces fiscal ante la Cámara de Casación Penal de la Nación, muy amigo de la familia.
El testigo recordó que no llamó a García Belsunce (h.) y sí se comunicó con Romero Victorica. “Era como mi hermana [por García Belsunce]. Hay cosas que no me cierran”, le dijo por el entonces fiscal, según las palabras de Degastaldi. Él le respondió: “Voy para allá”.
Antes de ir a Carmel, Degastaldi tenía que ir a buscar a Molina Pico a la fiscalía. Cuando estaba en camino le sonó el teléfono. Era Romero Victorica, que le preguntó dónde estaba. Cuando le dijo que estaba yendo hacia Pilar, le espetó: “Pegue la vuelta. ¿Sabe lo que es una vuelta en U? Pegue la vuelta en U”.
Pero el por entonces jefe de la DDI de San Isidro le respondió: “Lo único que hice fue llamar al fiscal [por Molina Pico]”. A ese comentario, Romero Victorica dijo: “En qué quilombo me mete, la familia me va a matar”.
Finalmente, Degastaldi y Molina Pico llegaron a Carmel. En la puerta de la casa de García Belsunce lo esperaba Romero Victorica. Después hubo una reunión en el lavadero de la vivienda donde los familiares describieron a María Marta como una persona muy torpe y que no era la primera vez que se golpeaba con la canilla de la bañadera. En ese momento se pensaba que había fallecido al tener un accidente doméstico en el baño de la planta alta de la casa donde vivía con su marido, Carlos Carrascosa.
Degastaldi contó que después subieron a la habitación matrimonial y que vieron el cadáver de María Marta en la cama, su cabeza apoyada en un almohada. “Estaba muy bien peinada, con el cabello húmedo en ese momento. García Belsunce (h.) lloraba sobre el pecho de su hermana. Había muchos adolescentes sentados alrededor de la cama. El baño era un espejo [de lo limpio que estaba]”.
Degastaldi le dijo a Molina Pico que no ingresaran al baño y que él podía poner a disposición a expertos de la Policía Científica. “Nos vamos”, le dijo el fiscal al jefe policial.
El testigo explicó ante los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin que le repreguntó a Molina Pico: “¿Nos vamos?”.”Sí, nos vamos”, le respondió Molina Pico. El jefe policial insistió ante el representante del Ministerio Público: “¿Qué va a hacer?”. Entonces Molina Pico respondió: “No sé”.
Degastaldi, según sus palabras, cerró la conversación con Molina en casa de García Belsunce con las siguientes palabras: “Fíjese lo que va a hacer, porque yo voy a justificar mi presencia”.
Su visita a la casa de la víctima fue su única participación en la investigación, sostuvo Degastaldi. Después, con Molina Pico colaboró la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Pilar, a cargo en ese momento de Ángel Beserra y Alejandro Elorz, que también declararon en el expediente como testigos.
En medio de las preguntas del fiscal Ferrari, Degastaldi sostuvo que hizo hacer averiguaciones indirectas y que en una casa velatoria le mencionaron que la familia García Belsunce “había pedido el servicio de cremación”, pero no se acordaba en cuál.
”Con el handicap que les dio Molina Pico podrían haberla cremado”, recordó el testigo.
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