Caso García Belsunce: “Esperé 20 años para decir todo lo que tengo que decir y que el asesinato de mi hermana no quede impune”
Horacio García Belsunce (h.) comenzó a declarar como testigo en el tercer juicio por el homicidio ocurrido hace casi 20 años en Carmel, un country de Pilar
- 4 minutos de lectura'
Ingresó en la sala de audiencias a las 11.35, y lo primero que hizo fue dirigirse a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a cargo del tercer debate por el homicidio de María Marta García Belsunce: “No es un día cualquiera para mí. Esperé 20 años para decir todo lo que tengo que decir y que el asesinato de mi hermana no quede impune”.
Así comenzaba la declaración testimonial de Horacio García Belsunce (h), uno de los hermanos de la socióloga asesinada hace casi 20 años en el country Carmel, de Pilar, En el juicio es juzgado Nicolás Pachelo, un exvecino de la víctima, que está acusado de ser el autor material del crimen.
Mientras declara el hermano de la víctima, Pachelo, de 46 años, escucha con atención. Por momentos hace anotaciones en un cuaderno.
“Estos 20 años de impunidad han sido muy duros para toda la familia”, sostuvo el hermano de la víctima.
García Belsunce (h.) dijo que se enteró de que la mañana del 28 de octubre de 2002, un día después de la muerte de su hermana, Pachelo fue a una estación de servicio y le preguntó a un mozo si se sabía “quién había matado a esa vieja”.
“Quién otro que el mismo asesino podía saber que la habían matado. Nosotros la estábamos velando pensando que había muerto en un accidente”, dijo el testigo.
En parte de su relato, García Belsunce (h.) definió a Diego Molina Pico, primer fiscal de la causa, como un “hijo de puta”, “un estúpido” y un “sinvergüenza”.
“Molina pico es el gran encubridor del asesinato”, dijo el testigo. Afirmó, además, que el primer fiscal de la causa actuó con real malicia.
La audiencia hoy es seguida con atención por el público presente, entre ellos el fiscal general de San Isidro, John Broyad; María José Díaz Herrera, una amiga de María Marta que ya declaró como testigo en el debate y cuatro estudiantes de la carrera de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata.
Por la tarde fue el turno de otro testimonio fuerte. Habló la hermana de la víctima. “Es una obviedad, pero es igual a María Marta”, espetó el fiscal Andrés Quintana cuando María Laura García Belsunce comenzaba con su declaración como testigo en el tercer juicio por el homicidio de su hermana, ocurrido hace casi 20 años en el country Carmel, de Pilar.
Cuando comenzó a declarar, Nicolás Pachelo, el exvecino de la víctima acusado de ser el autor material del homicidio, ya no estaba en la sala de audiencias. Patricio Ferrari, uno de los representantes del Ministerio Público, le había explicado al presidente del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de San Isidro, Federico Ecke, que la hermana de la víctima tenía miedo y que necesitaba que el imputado no esté presente mientras la mujer hablara.
“Este personaje [por Pachelo] me amenazó de muerte”, sostuvo la hermana de la víctima a poco de comenzar su declaración testimonial. Y recordó dos situaciones que dijo haber vivido, una en el patio de comidas de Patio Bullrich y otra sobre la avenida Callao.
Según la testigo, un día que estaba con su marido en Patio Bullrich, Pachelo se le acercó y le arrojó un plato de comida y le dijo: “Esto es para que se lo des a Carlos [por Carlos Carrascosa, esposo de la víctima] que se debe estar muriendo de hambre en la cárcel”.
En la otra situación, que habría ocurrido en la avenida Callao, Pachelo le habría dicho que dejaran de hablar de él o los iba a matar a todos.
Temas
Otras noticias de Caso García Belsunce
Más leídas de Seguridad
Conurbano. Quisieron robarle cuando iba a trabajar a un frigorífico y mató a uno de los delincuentes con una cuchilla
Dio una vuelta en el aire. Cruzó la calle sin mirar, fue embestido por un auto y se salvó de milagro
Ciberestafas. Alerta por falsos mensajes de WhatsApp con la imagen de uno de los fiscales que acusó a Cristina Kirchner
Puertas blancas. Detienen a un hombre que quiso cruzar a Uruguay con más de 42 kilos de cocaína ocultos en un auto