Caso García Belsunce. Material inédito y otras sorpresas: todo lo que se puede ver en el documental en Netflix
El cadáver de una mujer en el piso del baño. Fue asesinada a balazos, pero eso se sabrá recién un mes después. La masajista que está en la entrada del barrio privado, pero no puede ingresar porque nadie responde. El marido que llega a la casa y encuentra a su esposa muerta. El velatorio en la vivienda, en el que incluso se presenta el fiscal que luego investigará el crimen. El "pituto", que es en realidad una sexta bala que rebotó en el cráneo de la víctima. Las hipótesis que van desde el accidente doméstico hasta una supuesta vendetta del Cartel de Juárez. Es una serie. Y ahora está en Netflix. Pero no es ficción: se trata del homicidio de María Marta García Belsunce.
Pasaron 18 años, dos juicios, 13 personas acusadas, algunas condenadas, la mayoría absueltas. Mientras tanto, el principal interrogante sigue sin respuesta: ¿quién la asesinó? El caso tuvo muchos ribetes que dan por cierto el dicho que sostiene que la realidad a veces supera a la ficción. Con esa perspectiva nació la idea de llevar a cabo el documental Carmel, ¿Quién mató a María Marta?, una serie de cuatro capítulos que aborda el caso desde todas sus aristas y complejidades y que se estrenó hoy en Netflix. En una entrevista con LA NACION, Alejandro Hartmann, director del proyecto, y Vanessa Ragone, productora ejecutiva, anticiparon algunos detalles de la producción.
-¿Qué los llevó a elegir el caso García Belsunce para un documental?
-Alejandro Hartmann (A.H): La idea surgió hace años, cuando conversábamos con Sofía Mora, guionista y colega. Hablábamos mucho del caso, de lo truculento que era, por momentos bizarro e incluso con algunos toques de humor negro. Fantaseábamos con hacer una ficción. Siempre lo mirábamos desde el lugar de cineastas. Pero recién hace dos años y medio dijimos "esto tiene que ser una serie documental, hay que hacer algo distinto". Es que a nivel cinematográfico el caso tiene muchas cosas interesantes. Pero sus ribetes son tan extraños y funcionales que desde la ficción parecerían poco verosímiles. Por eso pensamos que la mejor forma de abordarlo sería el documental. En lo personal también me interesaba mucho este "River-Boca" argentino. Las distintas posturas que tomó la gente ante el caso.
-Vanessa Ragone (VH): A mí me interesaba de haberlo seguido mucho en los medios en su momento. También lo pensé como ficción, pero sinceramente los personajes de la vida real eran incomparables. Nadie en la ficción podría representarlos cabalmente. Hay personajes muy fuertes, con mucha presencia. En este caso lo documental tiene un poder que en la ficción no lo terminé de encontrar. También, como dice Alejandro, es interesante esa tensión que se generó, ese "River-Boca".
Sus ribetes son tan extraños y funcionales que desde la ficción parecerían poco verosímiles
El documental, al que LA NACION tuvo acceso antes de su lanzamiento, reconstruye en detalle todo lo que se sabe de lo ocurrido aquel 27 de octubre de 2002. Y, a medida que avanzan los capítulos retoman con testimonios exclusivos y material de archivo muchos de los momentos más bizarros que tuvo el caso. El debate de "la gotita". El famoso "pituto". Discusiones insólitas en las audiencias judiciales. Todo el proceso está contado por los diversos protagonistas de una causa que durante mucho tiempo estuvo en las portadas de los diarios y el prime time de los noticieros. Por momentos uno se olvida de que se trata de un caso real. Va sopesando sospechas, como si estuviera viendo una serie policial. Todos parecen inocentes. Todos parecen culpables. Nada tiene sentido y, a su vez, todo se conecta. Espera el próximo capítulo ansioso de saber si ahí se resolverá el misterio.
-¿Cuáles fueron los principales desafíos a la hora de encarar el proyecto?
-A.H: La cantidad de puntos de vista. El tratar de mantenernos lo más en el medio posible. No solo porque debe ser así, sino también por convencimiento, porque la verdad es que es muy difícil saber qué pasó. Cuando te acercás a los personajes hay algo que tiene que ver con la empatía que surge en el proceso, cada uno quiere que hagas su película. Es difícil salir de ahí, generarles confianza a los entrevistados, pero, a la vez, que tengan en claro que el documental lo hacemos nosotros.
También fue difícil lidiar con la cantidad de información, de hipótesis. Incluso hubo cosas que quedaron afuera, y ahí tenés que ver bien cuál es el recorte correcto, para que sea narrativamente interesante y que a la vez tenga lo riguroso de lo documental.
-V.R: Hay diversas hipótesis y testimonios en el caso. Fue un desafío llevar a la pantalla este caso y que tenga un perfil documental, veraz, fehaciente. Además, es difícil de contar en poco tiempo, porque es muy extenso. Por eso decidimos que sea una serie. Para poder profundizar.
-¿Creen que cuando los crímenes ocurren en un contexto de clase alta generan más audiencia? ¿Por qué?
-A.H: Sí, hay un morbo de los ricos y famosos, la telenovela, es uno de los por qué este caso tuvo la repercusión que tuvo. Está claro que en situaciones similares en otros estratos no generan el mismo interés. El foco está puesto en un lugar. Tiene mucho que ver el contexto. Los medios en el momento lo convirtieron en el caso del año, después de un tiempo de mucho periodismo alrededor de la crisis económica, el agotamiento social. Indudablemente los medios lo tomaron como un caso central, le dieron mucho seguimiento. Era un acercamiento a una clase social alta a la que no todos tenemos acceso; eso seguro provoca algo en la historia, en la audiencia, por eso todos lo siguieron. Yo conocí el caso por los medios. Tiene que ver con cómo se hizo el abordaje de los medios, también. Lo vemos ahora con el caso de Neuss. Todos los días asesinan mujeres y no siempre los casos son tratados de la misma manera. Eso también fue parte de nuestro trabajo en el documental.
Hay un morbo de los ricos y famosos, la telenovela, es uno de los por qué este caso tuvo la repercusión que tuvo
-Aunque en rigor la causa no está caratulada como femicidio, ¿durante la producción del documental hubo intervención de una mirada de género?
-V.R: Tocamos el tema femicidio. No quiero spoilear, pero lo tocamos con los fiscales, y ellos nos dijeron que no encontraron esa figura legal. Es una mujer asesinada, no nos queda claro todavía a los argentinos qué pasó. A María Marta la tratamos con mucho respeto, parte del documental fue conocerla. Ella saltó al conocimiento público con su asesinato, pero en cada capítulo tratamos de hacer una llamada atención especial sobre su vida, para que sea vista como el ser humano que fue y no solo como un objeto de una historia. Intentamos traerla a la vida, de algún modo.
A María Marta la tratamos con mucho respeto, parte del documental fue conocerla
-A.H: De entrada tuvimos la mirada de género, está tratado el tema del femicidio, porque todos tenemos un poco esta mirada. Era muy importante que la víctima tuviera presencia como ser humano, evitar la tendencia a que se convierta en objeto, que sea un sujeto. Hoy para mí es otra persona. Fue revelador conocerla más allá del asesinato. Ojalá que el público lo pueda ver así.
-¿Alguna de las personas que contactaron se resistió a participar? ¿Hubo entrevistas difíciles?
-V. R: Con algunos fue muy sencillo, con otros, muy trabajoso. Incluso imaginarse qué significa una serie, otra vez la exposición; pero finalmente todos entendieron nuestra perspectiva, el abordaje. No pudimos hablar con Pachelo, que está detenido. Hablamos con sus abogados, pero no estuvieron interesados. [Nicolás Pachelo, exvecino de Carmel, aguarda la realización de un nuevo juicio que lo tendrá en el banquillo, acusado de ser el presunto asesino de María Marta García Belsunce]
-A.H: La masajista no quiso dar su testimonio. Pero sí tuvimos una charla con ella. Tras el crimen quedó muy expuesta, muy golpeada por toda la situación. Pero aun los pocos que por algún motivo no quisieron participar, de alguna manera están en el documental. Nos contactamos con todos. Tenemos realmente un material inédito, algo que nunca se vio. Aun para el caso de los pocos que no están, creo que va a ser sorprendente para el público porque se van a encontrar con rostros y voces sobre los cuales leyeron y oyeron mucho, pero que nunca vieron.
No pudimos hablar con Pachelo, que está detenido. Hablamos con sus abogados, pero no estuvieron interesados
-V.R: Fue muy dramático para todos. Todos quedaron terriblemente afectados. Fue catastrófico para todos. No hay nadie en este caso a quien no le haya atravesado muchísimo la vida. En nuestro acercamiento intentamos que de alguna manera para algunos esto pueda ser sanador; para otros, decir una verdad que no fue escuchada en su momento. Esperamos haber cumplido. Lo hicimos con la mejor buena voluntad. Atentos a no cambiar nada. También trabajamos con periodistas, filósofos, autores literarios, hablamos de los countries, de los crímenes en lugares cerrados. Todo eso se toca en la serie.
-A.H: Hay algo en el caso donde uno puede hacer una radiografía más grande, más allá de la propia historia. Más allá de la historia en particular, en un documental se habla de un país, del momento, de la forma de mirar.
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