Caso García Belsunce: la misteriosa llamada desde el celular de Nicolás Pachelo al teléfono de la casa de la masajista
La comunicación, según información oficial, fue el 3 de diciembre de 2002, un día después de que la autopsia determinara que la muerte de María Marta había sido consencuencia de un homicidio y no de un accidente doméstico
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El 3 de diciembre de 2002 a las 10.13 hubo una llamada hecha desde el teléfono de celular de Nicolás Pachelo, juzgado ahora por el homicidio de María Marta García Belsunce, crimen ocurrido hace casi 20 años, a la línea fija de la casa de Beatriz Michelini, la masajista de la víctima y de la por entonces esposa del imputado, Inés Dávalos Cornejo. La comunicación duró 60 segundos.
No era un día cualquiera. Era la mañana posterior a que, tras el resultado de la autopsia, se supiera que García Belsunce había sido asesinada a balazos y que su muerte no había sido consecuencia de un accidente doméstico, como se había creído en un primer momento.
Michelini fue imputada por el delito de encubrimiento. Fue indagada por Diego Molina Pico, primer fiscal de la causa, el 15 de enero de 2003. Un día después de la diligencia judicial también hubo una comunicación entre su línea telefónica particular y uno de los teléfonos vinculados con Pachelo. Finalmente, en el juicio que se hizo en 2011, la masajista fue absuelta.
En la última audiencia del juicio donde Pachelo y los exvigiladores del country Carmel Norberto Glennon y José Ortiz son juzgados por el homicidio, Michelini, de 65 años, declaró como testigo. En medio del testimonio, el fiscal Patricio Ferrari, además de pedir su “inmediata detención”, hizo referencias a varias comunicaciones que hubo entre la línea telefónica de la casa de la masajista y el teléfono celular y la línea fija de la casa de Pachelo en momentos claves de la investigación por el homicidio ocurrido en el country Carmel.
Michelini, de 65 años, explicó que los motivos de las comunicaciones, si bien no los recordaba, podían haber sido las suspensiones o cambios de los turnos de las sesiones de masaje que recibía Dávalos Cornejo. Pero sí, aclaró, que en una oportunidad Pachelo la llamó para ofrecerle un abogado defensor.
“¿Por qué Pachelo le ofrecería a Michelini un abogado?”, se preguntó una fuente judicial.
La masajista en su declaración bajo juramento de decir la verdad recordó que Guillermo Bártoli, el fallecido cuñado de María Marta, también la llamó para ofrecerle un abogado.
Bártoli, al igual que Michelini, fue juzgado por encubrimiento. Recibió una pena de cinco años de cárcel. La acción penal contra él prescribió el día de su fallecimiento.
Los hermanos de la víctima, Horacio García Belsunce (h.) y John Hurtig, y Sergio Binello, vecino y amigo de María Marta, tras una dura batalla judicial y una presentación del abogado Adrián Murcho terminaron sobreseídos por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de San Isidro.
Las llamadas del 2 de diciembre de 2002 y del 16 de enero de 2003 no son las únicas llamadas sugestivas entre las líneas de teléfono de Michelini y de la familia Pachelo.
El 26 noviembre de 2002, según pudo saber LA NACION, una persona llamó desde la casa de Carmel donde vivían Pachelo y Dávalos Cornejo a la casa de la masajista, la comunicación tuvo una duración de 171 segundos, casi tres minutos.
Ese día, el por entonces juez de Garantías Diego Barrotaveña (hoy integra la Cámara Federal de Casación Penal) difirió el pedido de Carlos Carrascosa, el esposo de la víctima, de ser particular damnificado en el expediente porque a su abogado le faltaba pagar el bono necesario para llevar adelante cualquier gestión judicial. Además, durante esa jornada, se determinó que se iba a hacer la autopsia sobre el cuerpo de García Belsunce.
Antes de terminar de declarar como testigo y ante una pregunta de la abogada Raquel Pérez Iglesias, una de las defensoras de Pachelo, Michelini afirmó: “No me interesa el señor Pachelo. No tengo intención de defender a Pachelo”.
Respecto del pedido de detención hecho por el fiscal Ferrari y tras una deliberación con sus colegas Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin, el juez Federico Ecke, el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a cargo del debate, explicó: “Nos llamó la atención que [el pedido de los fiscales] se hiciera con la testigo declarando. Siguiendo el precedente con la causa Conzi, [por el empresario condenado a prisión perpetua por asesinar a Marcos Schenone] donde mis colegas detuvieron un testigo, Casación [por el Tribunal de Casación Penal bonarense] vio muy mal eso. Ahora sería venturoso y prematuro responder al respecto”. Es decir que la decisión quedó para el final del debate.
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