Caso García Belsunce: “Quiero que se haga Justicia”, dijo Carlos Carrascosa, el esposo de María Marta

Por primera vez desde que empezó el juicio donde Nicolás Pachelo es juzgado por el homicidio de María Marta García Belsunce, Carlos Carrascosa, el esposo de la víctima, se acercó al edificio de los Tribunales de San Isidro. Pero no lo hizo para declarar: su presencia fue para darle “apoyo espiritual” a Irene Hurtig, su cuñada y hermana de su mujer, que declara como testigo.

“Vino como ‘apoyo espiritual’”, dijo a LA NACION Horacio García Belsunce (h), hermano de María Marta e Irene.

Como está citado como testigo, hasta que no declare, Carrascosa no puede ingresar a la sala de audiencias del primer entrepiso de los tribunales de San Isidro.

“Quiero que se haga justicia”, dijo Carrascosa al canal TN cuando se retiraba de un bar. No pudo saludar a Hurtig antes de que su cuñada comenzara su declaración.

Carrascosa, junto con sus abogados Gustavo Hechem y Sebastián Maison, estaba en un bar situado frente a los tribunales cuando Hurtig, acompañada por el letrado Adrián Murcho, ingresó por la puerta principal de Ituzaingó 340.

Tras un cuarto intermedio, a las 14.15, comenzó a declarar Irene, la hermana de la víctima. Comenzó su relató recordando a su hermano y lo que hizo el 27 de octubre de 2002, el día del crimen.

Se emocionó cuando habló del “último beso y abrazo” que se dieron con María Marta. Fue cuando su hermana se fue de su casa para ir a prepararse para los masajes que se hacía todos los domingos.

“Seguimos con el dolor a cuestas”, declaró Hurtig ante los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin.

La hermana de la víctima tuvo fuertes palabras hacia Diego Molina Pico, primer fiscal de la causa y que acusó a Carrascosa de ser el autor del homicidio y a la familia García Belsunce de encubrir el crimen.

“Molina Pico es un delincuente, es una basura. No entiendo cómo sigue en las filas del Ministerio Público”, afirmó la testigo. Y agregó: “Molina Pico protegió a Pachelo”.

La audiencia de hoy había comenzado con una revelación por parte del Ministerio Público Fiscal: Pachelo le habría confesado a una persona con la que compartió una celda en una dependencia de la Prefectura Naval que había matado a María Marta García Belsunce y que se había descartado del arma homicida, un revólver calibre 32.

Así lo sostuvo el fiscal Patricio Ferrari al informarle al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a cargo del debate, que debían desistir del testigo Marcelo Maradei porque falleció el 9 de agosto de 2021.

Ferrari sostuvo que Pachelo y Maradei habían estado presos juntos en una dependencia de la Prefectura Naval, en Retiro.

Maradei le habría reconstruido el diálogo con Pachelo al fiscal Andrés Quintana, que tuvo a su cargo el expediente, después de que el representante del Ministerio Público presentara el requerimiento de elevación a juicio donde el exvecino de Carmel fue acusado del homicidio, ocurrido en el country Carmel, de Pilar, hace casi 20 años.

Ante preguntas de la abogada Raquel Pérez Iglesias, que defiende a Pachelo, los fiscales explicaron que Maradei no llegó a declarar como testigo, que lo iba a hacer el juicio, pero falleció. Murió en la Unidad 9 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en La Plata, donde ahora está preso el acusado de matar a María Marta.

Tras la afirmación del fiscal Ferrari, hubo un cruce con la abogada Pérez Iglesias. La letrada acusó a los representantes del Ministerio Público de ciertos “ofrecimientos” a los testigos en las reuniones previas a presentarte ante el tribunal.

Pérez Iglesias explicó que, por medio de unos de sus hijos, Pachelo se enteró de que a su exmujer, Inés Dávalos Cornejo Dávalos, le ofrecieron protección a cambio de que dijera que su exmarido era el autor del crimen. La letrada pidió la presencia de veedores en las reuniones de los fiscales con los testigos.

Ferrari recogió el guante y explicó que las reuniones previas con los testigos está permitida por ley.

“Decir con liviandad que se intenta persuadir a los testigos me parece un disparate”, dijo Ferrari y le explicó a Pérez Iglesias que se quedara tranquila, porque en la reunión, Dávalos Cornejo estuvo con un abogado, Diego Olmedo.

También declaró el médico Juan Gauvry Gordon, el primer médico que llegó a la casa del country Carmel el día del homicidio, y que fue juzgado y condenado por el encubrimiento del crimen.

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