Caso Facundo Astudillo: hallan manchas compatibles con sangre en patrulleros y el auto de una policía
LA NACIONDarío Palavecino
MAR DEL PLATA.– Los peritajes que se realizaron sobre vehículos secuestrados en el marco de la investigación de la desaparición de Facundo Astudillo Castro confirmaron la presencia de manchas compatibles con sangre, según confirmaron fuentes de la investigación a LA NACION.
El trabajo de los peritos alcanzó a dos patrulleros asignados a las dependencias policiales de las localidades de Mayor Buratovich y Teniente Origone, al sur de Bahía Blanca, y un automóvil particular que es propiedad de una de las policías que se desempeñan en esa jurisdicción.
"No se sabe con certeza si las manchas halladas son de sangre. Ya se mandaron a peritar para determinar se trata de manchas hemáticas y a hacer pruebas de ADN". afirmó una fuente judicial.
Las manchas se pudieron detectar en el baúl del Chevrolet Corsa Classic que en el que se moviliza la oficial Siomara Ayelén Flores y en el patrullero Toyota Hilux identificado en la flota de la fuerza de seguridad bonaerense bajo el número 22788. En este último caso la reacción a químicos se advirtió en la guantera, asiento trasero y caja de la camioneta. Otros detalles mínimos se advirtieron en volante y parte de la carrocería, confiaron las fuentes.
La evidencia, a la que se suman algunos cabellos, una colilla de cigarrillo y otros elementos de interés para la causa, fue analizada en laboratorios forenses de una fuerza de seguridad federal y ahora, una vez que la investigación judicial concrete el pedido, serán derivados para estudios genéticos que determinarán si esa sangre y pelos corresponden al joven de 22 años que se fue de su casa en Pedro Luro el 30 de abril y nunca más volvió.
Estas pistas alimentan la hipótesis de la responsabilidad policial en la desaparición de Facundo, tal como lo sostiene la familia del joven y la Comisión Provincial por la Memoria, que también se incorporó como querellante en esta causa.
La otra novedad de las últimas horas llegó con un informe de la compañía telefónica proveedora de servicio de la línea que utilizaba Facundo. Confirma activación de su teléfono en Bahía Blanca la tarde de la jornada en que desapareció. "Es el teléfono, no mi hijo", aseguró Cristina Castro, su madre, en declaraciones a AM750. Ella ya dio a entender que no tiene esperanzas de encontrarlo con vida.
Rastrillaje
En tanto, ninguna novedad aportó a la fecha el rastrillaje con 200 efectivos federales que el martes comenzó en la extensión de más de 100 kilómetros que abarca el recorrido que el joven pretendía realizar aquel día hasta Bahía Blanca, con intenciones de visitar a su exnovia. Se conoce que personal policial lo interceptó en más de una oportunidad mientras avanzaba por la ruta 3. Incluso fue labrada un acta por violación de cuarentena y se tomó una foto del joven junto a un móvil, en este caso el que se identifica con el número 23360.
El fiscal federal Santiago Martínez, que investiga el caso como una supuesta desaparición forzada de persona, había dispuesto el secuestro de los móviles policiales asignados a los destacamentos de Teniente Origone y Mayor Buratovich. Y también el vehículo de la oficial que reconoció en su declaración testimonial haber llevado aquel día a Facundo durante varios kilómetros en dirección a Bahía Blanca.
El joven viajaba "a dedo" y su objetivo, según contó su madre, era ir a visitar a su exnovia con intenciones de recomponer la relación sentimental. En ese recorrido, según declaró una nueva testigo esta semana, habría completado un último tramo en otro vehículo particular.
Una mujer, bajo la condición de identidad reservada, brindó testimonioy aseguró que a las 15.30 llevó a un joven de las características de Facundo y lo dejó en la intersección de Ruta 3 y las vías, siempre en el partido de Villarino. El movimiento de su camioneta pudo ser cotejado por una lectora automática de patentes en un puesto sanitizante.
Según los abogados de Cristina Castro, madre de Astudillo, esa testigo no pudo confirmar que fuera el joven buscado ni que tener precisión que el día que lo llevó haya sido aquel 30 de abril. "Es una prueba más", dijeron para minimizar el posible valor que pudieran tener esos datos para la resolución del caso.
El fiscal espera también los resultados de peritajes sobre equipos telefónicos secuestrados a los policías sospechados -todos ya con nuevo destino para no entorpecer la investigación- y el informe de las empresas de telefonía celular para determinar sus movimientos y los del propio Astudillo Castro, que en su recorrido realizó algunos llamados y envió mensajes de texto.
Por Darío Palavecino
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