Caso Chiara: se complica la situación de los tres detenidos
Se trata del novio de la adolescente de 14 años, que confesó el crimen, y de la madre y el padrastro del joven
SANTA FE.- El caso de Chiara Páez, la adolescente de 14 años asesinada por su novio Manuel, de 16 en Rufino tendrá mañana un nuevo capítulo. Será a partir de las 9, cuando la Cámara de Apelaciones de Venado Tuerto resuelva el recurso de inconstitucionalidad que presentó la defensa.
Carolina Vallejos, y su pareja, Carlos Alberto Cerrato, madre y padrastro del confeso asesino, fueron imputados como partícipes necesarios de los delitos de homicidio agravado por el vínculo, femicidio y aborto no consentido por la víctima.
Días atrás presentaron una apelación a la prisión preventiva por imputación como partícipes necesarios. Pero les fue denegada. Entonces presentaron un recurso de inconstitucionalidad sobre el cual deberá decidir mañana la Cámara de Apelaciones.
La situación de los tres detenidos se complicó cuando se confirmó que habían sido hallados rastros de sangre en una frazada de la habitación del novio de la víctima y en otros ambientes de la casa en la que fue hallada muerta y enterrada. Las muestras confirmarían la hipótesis de la participación de más de una persona en el asesinato, y permitirían deducir que hubo dos escenas en el crimen, según explicó a LA NACION el fiscal del Minsterio Público de la Acusación, Mauricio Clavero.
En su declaración, el joven Manuel afirmó que asesinó a Chiara en el taller que existía en otra parte de la vivienda, cerca del lugar donde ella apareció enterrada. Pero los peritajes confirmaron que en ese lugar no se encontraron manchas de sangre.
Además, según la investigación, no se encontraron restos de semen en la vagina de la joven, lo que permite inferir, según los expertos, que hubo una manifiesta intención de desviar el curso de la investigación.
EL CASO
Chiara Páez fue asesinada a golpes. Había sido vista por última vez el domingo 10 de mayo, alrededor de la 1.30 de la madrugada, en las inmediaciones de la Escuela de Educación Técnica 286, cuando iba a la casa de unas amigas, con quienes nunca llegó a encontrarse. Apareció enterrada esa misma noche en la casa de sus abuelos, ubicada en San Martín al 800, de Rufino.
Según la autopsia, la joven de 14 años además estaba embarazada y tenía restos de Oxaprost —antiinflamatorio usado para abortar— en su cuerpo. Ese domingo, mientras los familiares de la joven, pobladores, y fuerzas de seguridad, realizaban rastrillajes para dar con su paradero, en la casa de Manuel se realizaba un asado, a metros donde estaba enterrada la adolescente.
Minutos antes del hallazgo del cadáver, Manuel se presentó junto con su padre en una comisaría local, confesó haber perpetrado el asesinato y quedó detenido.
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