Caso Chiara: a una semana del asesinato, siguen los interrogantes
La Justicia busca determinar si el supuesto homicida actuó solo o con ayuda de su familia
SANTA FE.- A una semana del crimen de Chiara Páez, de 14 años, la ciudad de Rufino, al sudoeste de esta provincia, hay pocas certezas pero muchos interrogantes. Los investigadores parecen convencidos que se avecinan jornadas decisivas para deslindar responsabilidades, particularmente de la familia de Manuel, de 16 años, el novio de la menor, quien confesó ser el autor del homicidio. Pero nada es seguro.
Hasta aquí, lo concreto es que Manuel sigue detenido en Venado Tuerto; al igual que su madre Carolina V., y su padrastro, Carlos C., estos dos últimos imputados como partícipes necesarios en el "homicidio agravada por el vínculo y femicidio, y por aborto no consentido por la víctima".
Pero la grilla de interrogantes es amplia: ¿Manuel actuó solo en el hecho? ¿Es cierto que la familia del novio no aceptaba el embarazo y quería que Chiara abortara? ¿Intentaron una práctica abortiva la madrugada del domingo, la chica se resistió y decidieron matarla? ¿Por qué Manuel trabajó tres días antes del homicidio en la concreción de un pozo que sería luego el lugar donde Chiara fue enterrada? ¿Qué roles desempeñaron esa madrugada la madre y el padrastro de Manuel? ¿Por qué el padre del supuesto asesino, conociendo a las pocas horas de la muerte de la menor recién lo llevó ante la policía minutos antes que la justicia ordenara el allanamiento a la vivienda que el supuesto asesino compartía con su madre, padrastro y abuelos?.
A ello se agrega que en el último allanamiento a la vivienda que Manuel compartía con su familia, se encontraron elementos que podrían tener relación con prácticas esotéricas. Es ineludible su vinculación -máxime en pueblos del interior- con la magia negra o la macumba.
CITARON AL PADRE DE MANUEL
Lo concreto es que Rubén Mansilla, padre de Manuel, fue citado a declarar ante el fiscal de la causa, Mauricio Clavero. Es el policía que entregó a su hijo a la justicia el domingo pasado, durante la búsqueda de la menor, asesinada y enterrada en el patio de la vivienda familiar. La fiscalía también solicitó la comparencia del compañero de patrulla del padre del presunto asesino.
Para la Justicia, la actuación del padre de Manuel no está debidamente aclarada, particularmente por el tiempo que demoró en realizar el trámite, ya que habría tenido conocimiento de lo sucedido a pocas horas del asesinato de Chiara, embarazada de 8 semanas. Por el caso quedaron imputados, además de Manuel, su madre y su padrastro. Durante la investigación, se encontraron prendas y calzado manchados con sangre que, supuestamente, pertenecería a la víctima.
A Mansilla, la justicia le confiscó el celular, aparato que es analizado por peritos.
RECLAMO DE COLABORACION
Entretanto, Fabio Páez y Verónica Camargo, los padres de Chiara Páez realizaron un llamado público a la paz social, pidieron más recursos para la investigación del caso y solicitaron la colaboración de toda la comunidad para el esclarecimiento definitivo del hecho, según comentaron al finalizar una reunión que mantuvieron en la parroquia Santísima Trinidad con el fiscal regional de Venado Tuerto, Alejandro Sinopli, el sacerdote de la iglesia, Diego Cavanagh, y los abogados patrocinantes de la familia.
"Hemos avanzado bastante en la investigación, pero entiendo que falta muchísimo para tener más claridad", afirmó Sinopoli, y advirtió que el caso "no está esclarecido. Los casos se esclarecen cuando hay sentencia. El hecho de que haya sido hallado el cuerpo de la chica no implica eso. Ese es un viejo concepto policial, que habla de esclarecimiento cuando han encontrado un cuerpo y hay personas detenidas. Tengo que ser franco con la comunidad, el caso no está esclarecido porque se haya encontrado el cuerpo, tenemos que sumar en las próximas horas elementos o evidencias que refuercen la probabilidad de que las personas aprehendidas sean autoras del crimen. Estamos en presencia de un caso complejo y difícil", aseguró.
EL POZO
Por su parte, Tomas Vallejos, esposo de la abuela de Manuel, reconoció que su nieto de crianza realizó tres días antes del homicidio la excavación que luego utilizaría para enterrar el cuerpo de su novia. No es un dato al pasar: convalidaría que él y -posiblemente los familiares que lo ayudaron a concretar el asesinato- hayan realizado varias acciones previas.
¿QUERIAN QUE ABORTARA?
Como se sabe, Chiara, de 14 años, se habría encontrado con Manuel el sábado a la noche. Se duda, en medios judiciales, que haya estado con amigas, como se mencionó en un principio.
De los relatos de los imputados, surgiría que la menor arribó junto a su novio a la vivienda de este último cerca de la medianoche. Todos estaban en conocimiento del embarazo de la menor, por lo que habría existido una reunión familiar donde los asistentes le reiteraron que era conveniente abortar. Al parecer, la menor no aceptó la forma en que se le imponía el procedimiento (supuestamente había medicamentos abortivos en la vivienda) y comenzó a gritar solicitando ayuda. Allí comenzó el desenlace.
Chiara fue hallada casi al finalizar la jornada del domingo, enterrada en el patio de la vivienda. La autopsia oficial determinó que murió por diversos golpes potentes en rostro, cabeza y cuerpo, pero no convalidó la versión de Manuel, quien sostuvo ante los fiscales que la había empujado y se había golpeado la cabeza contra un mueble.
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