Caso Berardi: nuevo juicio para una imputada
Casación ordenó que se analice la situación de la única absuelta; confirman las penas de otros 10 acusados
El 19 de abril de 2013 ella fue la única acusada absuelta en el juicio oral y público por el secuestro y homicidio del adolescente Matías Berardi. Dos años y medio después, y tras la apelación de la familia de la víctima, se deberá hacer un nuevo juicio para determinar la responsabilidad que tuvo en los hechos Alexia Yamila Souto Moyano.
Así lo resolvió ayer la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, según informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales y los abogados que representan a la familia de la víctima, Manuel Izura y Eduardo Durañona.
Además, en el fallo, los camaristas Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Mariano Borinsky, al rechazar el recurso de casación, confirmaron las condenas de las otras diez personas acusadas.
"Si bien la familia Berardi no está contenta, el fallo de la Cámara de Casación Penal fue un bálsamo y una tranquilidad", explicó Durañona a LA NACION.
El Tribunal Oral Federal (TOF) N° 3 de San Martín había condenado a prisión perpetua al herrero Richard Souto; a su concuñado, Néstor Maidana. y a Damián Sack, Gabriel Figueroa y Gonzalo Hernán Álvarez. Además, los magistrados Lidia Soto, Germán Castelli y Elbio Osores Soler habían impuesto una pena de 24 años de cárcel para Ana Moyano, la esposa del herrero. Su hija Jennifer Souto fue condenada a 17 años de prisión. En tanto que Celeste Moyano, Federico Esteban Maidana y Elías Emanuel Vivas fueron condenados a 19, 21 y 18 años de cárcel, respectivamente.
Las sentencias fueron apeladas por las defensas de los acusados. La familia de Berardi fue a Casación por la absolución de Souto Moyano, que en el momento de los hechos era menor de edad.
En el fallo de la Cámara Federal de Casación Penal se ordenó que sea otro el tribunal que juzgue a la acusada. "En el nuevo juicio vamos a demostrar la participación que tuvo la acusada en el hecho doloso", agregó Durañona.
Matías, de 16 años, fue secuestrado el 28 de septiembre de 2010, cuando descendió de una combi en el cruce del ramal Pilar de la Panamericana y la ruta 25. Camino a su casa fue interceptado por tres de los condenados, que lo obligaron a llamar por teléfono a sus padres para que les dijera que lo tenían cautivo y que debían juntar dinero por su rescate.
En una de las ocho llamadas extorsivas, uno de los delincuentes le pidió al padre de Matías que reuniera 30.000 pesos. El resto de la banda, en tanto, tenía a Matías encerrado en un baño de la herrería propiedad de Souto, en Sarmiento 407, frente al paredón del cementerio de Benavídez.
En un descuido de las mujeres que lo custodiaban, Matías logró escapar, llegó a la calle y pidió ayuda en un quiosco situado frente a la herrería y en una casa vecina. Pero las propietarias del negocio y de esa vivienda no le abrieron la puerta porque la mujer Souto y su hija gritaban que era un ladrón que les había robado.
Matías logró correr casi una cuadra y media por la vereda del cementerio hasta que tres de los integrantes de la banda sacaron el auto, lo persiguieron y recapturaron. Una vez que lograron reducirlo, lo llevaron hasta un basural situado a un costado de la ruta 6, cerca del cruce con la Panamericana, en Campana, y lo mataron.
La única integrante de la familia Souto que no fue condenada deberá afrontar ahora un nuevo juicio en el que se determinará si tuvo o no participación en el homicidio por el cual fueron condenados sus padres y su hermana. La defensa de Alexia Yamila Souto Moyano alega que ella no se encontraba en el lugar cuando fue el secuestro.
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