Caso Aló: aseguran que Fabián Tablado tiene sus facultades mentales "normales" pero no puede revincularse con sus hijas
El padre de Carolina Aló, la adolescente asesinada de 113 puñaladas en Tigre en 1996, aseguró hoy que la pericia psiquiátrica que concluyó que Fabián Tablado, el asesino de su hija, tiene las facultades mentales normales, "fue comprado" y está convencido de que "volverá a matar".
"Este peritaje fue comprado. Sigue la Justicia con mano corrupta en este caso, por algo me denegaron el contralor de este peritaje", afirmó el padre de la víctima, Edgardo Aló, a la agencia de noticias Télam, al enterarse de las conclusiones periciales. "Este chacal no puede estar bien de la cabeza. Fabián Tablado es un psicópata", afirmó.
Aló dijo que está convencido de que cuando el viernes sea liberado, Tablado "va a ir a atacar a su exmujer, va a tener otra muerte" en sus manos. "Ahí es donde yo voy a atacar a todos los jueces que intervinieron en la causa, y no excluyo a los peritos psicológicos y psiquiátricos, que no hayan hecho nada para mantener encarcelado a este chacal".
Los peritos que evaluaron hace nueve días a Fabián Tablado, el femicida que hace 24 años mató de 113 puñaladas a Aló y que recuperará la libertad el viernes 28, concluyeron que presenta "facultades mentales normales", aunque opinaron que no está en condiciones de ejercer la responsabilidad parental con respecto a sus hijas mellizas de 11 años.
La primera conclusión es que Tablado no presenta trastorno psicótico ni psicoorgánico y sus facultades mentales encuadran dentro de la normalidad", reveló a la agencia de noticias Télam una fuente judicial.
Las mismas especialistas consideraron que Tablado "actualmente no cuenta con recursos yoicos necesarios para ejercer la responsabilidad parental" sobre sus hijas mellizas, de 11 años.
El 17 de este mes, Tablado, de 46 años, fue trasladado desde la Unidad 21 de Campana, cárcel donde terminará de cumplir su condena, a la Asesoría Pericial de San Isidro, en Moreno 623, en virtud de una medida dispuesta por el juez de Ejecución Penal de San Isidro Alejandro David por requerimiento del fiscal Rodrigo Caro.
"Hay pautas de alarma en cuanto al ejercicio de parental. Este informe es coherente con lo que dice la oficina pericial de la unidad carcelaria de detención, respecto a que Tablado presenta una baja tolerancia a la frustración y que ante ello puede pasar al acto", afirmó a Télam una de las fuentes de la causa.
Caro, quien representa al Ministerio Público Fiscal en el área de Ejecución Penal de San Isidro, fue quien formuló el planteo, basándose en la Convención de Derechos del Niño, la Ley Provincial de Violencia Familiar, la Ley Nacional de Violencia contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belén de Pará).
El fiscal solicitó que en primer lugar se evalúe "si Tablado es peligroso para sí y para terceros" y, luego, "si es necesario privarlo del ejercicio de la responsabilidad parental" con sus hijas, de 11 años.
El crimen
El homicidio de Aló ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, situada en Albarellos 348, de Tigre. La víctima, de 17 años, estaba de novia con Tablado e iban juntos al turno noche de la Escuela N°1 Marcos Sastre, también en Tigre.
El día del crimen, alrededor de las 22, la pareja dio distintas excusas en la escuela para poder salir antes. Tablado y Aló fueron a la casa de Albarellos 348, donde no había nadie.
Allí, según declaró el condenado, tuvieron relaciones sexuales y luego se inició una discusión que culminó con el homicidio.
Según lo que se pudo reconstruir judicialmente, Tablado persiguió a Carolina por varios ambientes de la casa -escaleras, cocina y garaje- y la mató de 113 puñaladas aplicadas con cuatro armas blancas halladas en la escena: una cuchilla de cocina, dos cuchillos de mesa tipo Tramontana y un formón de carpintería.
Tablado se escapó, le confesó lo sucedido a un amigo y se fue a esconder debajo del puente de la calle Tedín, en Tigre, a unas 20 cuadras del lugar del crimen y a seis de la escuela, donde unas horas más tarde la policía lo detuvo.
El juicio se realizó en 1998 y la polémica giró en torno al planteo de la defensa, que sostenía la inimputabilidad de Tablado y solicitaba que, al menos, debía condenárselo a una pena reducida porque había actuado en "estado de emoción violenta".
Como en aquella época no existía la figura del femicidio, y para aplicar una pena de prisión perpetua en un crimen de pareja, la víctima y el victimario tenían que ser necesariamente cónyuges, la fiscalía y la querella acusaron por la figura del homicidio agravado por alevosía.
Los peritos concluyeron que Tablado tenía personalidad psicopática y que había comprendido la criminalidad de sus actos. En un fallo dividido, por dos votos a uno, la Sala III de la Cámara Penal de San Isidro condenó a Tablado a 24 años por homicidio simple y así evitó la prisión perpetua.
Tablado gozó de salidas transitorias en 2008 y 2011, pero por distintos motivos le fueron revocadas. A fines de 2012, la Cámara de Apelación y Garantías de San Isidro le negó la libertad condicional al tener en cuenta "su inestabilidad emocional".
El femicida tuvo varias novias estando preso e incluso en 2006 llegó a casarse en el penal de Florencio Varela con una de ellas, una docente llamada Roxana Villarejo, con quien tuvo mellizas, pero la relación no prosperó y se separaron.
Esa mujer lo denunció por maltrato psicológico y por amenazas telefónicas, tanto a ella como su madre y, en un juicio abreviado que terminó el 21 de noviembre de 2013 el juez Correccional de San Isidro Facundo Ocampo condenó a Tablado a otros dos años y medio de prisión, lo declaró reincidente y le fijó una pena única de 26 años y 6 meses de prisión.
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