Cárceles. Ajustan con una prueba el protocolo para que vuelvan las visitas familiares a los presos
LA NACION
Tras las revueltas del fin de semana en las cárceles bonaerenses, que tuvo su momento de mayor tensión cuando presos alojados en el complejo penitenciario de San Martín tomaron a ocho agentes como rehenes, se anunció para el sábado próximo la puesta en marcha de un plan piloto de visitas de familiares de los internos alojados en las unidades provinciales.
"Esta prueba piloto permitirá ajustar detalles para el reinicio de las visitas que se implementará el siguiente sábado", informó el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) en un comunicado de prensa.
Se realizará en todas las unidades penitenciarias. "El objetivo es observar el funcionamiento para evaluar y ajustar [el sistema de recepción de visitas] para el 14 de noviembre", explicaron fuentes del SPB.
También se informó que la cantidad de visitas se establecerá en función de la infraestructura de cada cárcel y según la capacidad de los salones de usos múltiples de cada unidad penitenciaria.
"El tiempo de cada visita también se acordará en cada cárcel o alcaidía", dijeron fuentes oficiales.
Las visitas están suspendidas desde el 12 de marzo pasado. La medida se tomó para evitar la propagación del Covid-19 en las superpobladas cárceles bonaerenses. Los presos aseguraron que la semana pasada habían recibido la promesa de que anteayer iban a regresar sus familias a las unidades penitenciarias, pero el jueves último tuvieron la novedad de que la iniciativa había sido suspendida porque el Ministerio de Salud no había aprobado el protocolo sanitario, según dijeron a LA NACION fuentes que conocen el ámbito penitenciario.
"En las unidades penitenciarias ya había sectores marcados para que se pudiera respetar el distanciamiento social", dijeron las fuentes consultadas. El cambio de planes, según allegados a los presos, hizo que estallara el conflicto.
Según fuentes del SPB, el protocolo aprobado contempla aspectos vinculados con la frecuencia y los cupos de las visitas, medidas sanitarias y demás precauciones para preservar la salud pública.
"La decisión [de que volvieran las visitas] fue producto del acuerdo con el Ministerio de Salud Pública bonaerense que convalidó el protocolo de salud penitenciaria para dar estricto cumplimiento a las normas de bioseguridad para contextos de encierro en el marco de la pandemia de Covid-19", se explicó en el comunicado de prensa.
Los voceros explicaron que también hubo un "trabajo de articulación" con los 20 distritos donde funcionan los 63 establecimientos penitenciarios bonaerenses.
"Los municipios colaborarán con el monitoreo y la fiscalización de la aplicación de los protocolos sanitarios", afirmaron desde el SPB.
Según pudo saber LA NACION, las visitas familiares regresarían por pabellones de cada cárcel. Es decir que un fin de semana les tocará a los internos de un pabellón determinado y al siguiente a otro, y así hasta completar la totalidad de los internos.
Toma de rehenes
Como se dijo, en el complejo penitenciario San Martín, donde funcionan las unidades 46, 47 y 48, se vivieron momentos de tensión, con ocho guardiacárceles tomados como rehenes. Un enfermero debió ser traslado a un hospital por los golpes recibidos por parte de los presos. Hubo sectores del penal que quedaron destrozados.
Después de exigir el regreso de las visitas familiares, los presos también pidieron mejoras en la atención médica y en las respuestas de la Justicia a los pedidos de morigeraciones de penas.
Allegados a los presos denunciaron que durante las protestas del fin de semana hubo internos gravemente heridos.
Repudio
El Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT), por medio de un comunicado, sostuvo: "Se rechazan los hechos de violencia que ocasionaron heridas a personas privadas de la libertad y a agentes del SPB y se llama a las autoridades a retomar el diálogo interinstitucional para adoptar medidas que garanticen condiciones dignas de detención. Los hechos ponen en evidencia, una vez más, la situación de hacinamiento en el sistema penitenciario bonaerense".
LA NACION
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