Carbón Blanco: intentaron sobornar con 4 millones de dólares a la jueza del caso
La magistrada Niremperger dijo a LA NACION que la oferta le llegó a través de allegados a los jefes de la banda; al rechazarla, la amenazaron de muerte
ROSARIO.– "Ofrecieron plata. Mucho dinero." La voz de la jueza federal de Roque Sáenz Peña, Chaco, Nilda Niremperger, se apaga. Pero el silencio se rompe ante la pregunta inmediata: "¿Cuánto?". "A través de terceros propusieron darme cuatro millones de dólares", admitió a LA NACION. Después de rechazar ese soborno, la magistrada que investigó la causa conocida como Carbón Blanco, cuyo juicio empezará pasado mañana, fue amenazada de muerte por el presunto líder de la organización narco, Carlos Salvatore.
Este abogado porteño le hizo a su mujer, por teléfono, una confesión que lo mandó de nuevo a la cárcel. A Silvia Valles, detenida por supuesto lavado de dinero, le dijo: "Yo pago este homicidio, pero ella se muere". Se refería a la jueza Niremperger.
A esto se sumaron varios intentos de parte de los defensores de los cinco imputados de "embarrar" la causa para evitar que llegara a juicio, y tres pedidos de jury contra la jueza. Niremperger vive con custodia porque teme ser blanco de un ataque de este grupo. "Son gente poderosa y creyeron que como la causa estaba en Chaco iban a venir con valijas llenas de plata a coimear a los indios", opinó con sorna un importante investigador del caso.
La jueza y los fiscales Carlos Sansserri y Federico Carniel investigaron desde marzo de 2012, tras una denuncia de la Aduana, a una banda que se dedicaba a exportar a España y a Portugal grandes cantidades de cocaína disimulada en cargamentos de carbón vegetal que salían de un campo de Quitilipi, ubicado a 150 kilómetros de Resistencia, y terminaban en Barcelona y en Lisboa.
Se presume que Salvatore y Patricio Gorosito, oriundo de Arroyo Seco, lideraban la banda junto con Rubén Esquivel, Carlos Pérez Parga y Héctor Roberto. Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Resistencia citarán a declarar a 49 testigos y examinarán 374 pruebas. "Esta es una de las causas más importantes del país, y es clave para desarticular organizaciones de peso en el universo del narcotráfico", apuntó Sansserri.
El contrabandos de drogas a Europa llevaba más de una década. Movían cifras millonarias, tanto que en una causa paralela por lavado de dinero, en la que actuó la Procuraduría contra el Lavado de Activos, Procelac, Niremperger trabó embargos por 1600 millones de pesos.
Causa paralela
Hay fuertes sospechas de que Salvatore y Gorosito necesitaron ayuda en la Aduana para contrabandear la cocaína. Pero para no entorpecer el caso que ahora va a juicio los investigadores decidieron abrir una causa paralela en la que se trata de dilucidar la supuesta complicidad de personal de ese organismo nacional.
La historia arrancó en diciembre de 2011, cuando por una casualidad empleados de limpieza se toparon en un galpón del puerto de Barcelona con 14 kilos de cocaína, en un contenedor que había despachado desde Argentina la empresa Carbón Vegetal del Litoral SRL, previo paso por Lisboa. En ese cargamento iban 380 kilogramos de cocaína. El error y la denuncia de los empleados puso a la banda en la mira. Hacía meses que la policía de Galicia miraba con sospecha a un grupo de argentinos –liderados por Patricio Daniel Gorosito– que buscaban un galpón para acopiar mercadería en el puerto de Vigo.
Tres meses después las autoridades españolas y portuguesas incautaron en dos operativos cerca de 400 kilos de cocaína, que habían arribado a Europa en cargamentos de carbón en contenedores de la empresa sospechosa de Quitilipi. Siete argentinos quedaron detenidos, cinco en Portugal y dos en España.
Después de que desde Europa informaran a la Argentina que habían apresado a siete narcos, la Aduana argentina hizo una denuncia ante Niremperger el 13 de marzo de 2012. La jueza tenía conocimiento de que la empresa Carbón Vegetal del Litoral SRL había despachado otros dos cargamentos. En los allanamientos que se hicieron en el puerto de Buenos Aires el perro Otis detectó que en 70 de las 1050 bolsas de carbón había 520 kilos cocaína. El segundo cargamento estaba desaparecido, aunque después los investigadores advirtieron que estaba en viaje hacia Lisboa y había hecho escala en el puerto de Santos. El 11 de abril arribó a Portugal, donde se secuestraron otros 158 kilos de cocaína.
La droga tenía un recorrido extraño hasta llegar a Europa. Se presume que provenía de Bolivia y que desde el norte era transportada por la ruta 34 hasta Rosario. Allí se acopiaba y se la enviaba a Quitilipi, donde se la cargaba en los contenedores y volvía a ir hacia el sur para terminar en el puerto de Buenos Aires, vía a Europa.
En el requerimiento de elevación a juicio se consideró que Salvatore llevó a cabo "la puesta en marcha de este engranaje criminal" y que ocupaba "lo más alto de la escala de mando", dado que tenía a cargo "la tarea de supervisar, controlar, administrar, definir, organizar y financiar lo que ha sido una verdadera empresa comercial dedicada al transporte de estupefacientes al continente europeo". La pesquisa logró comprobar que Salvatore tenía participación en 20 sociedades comerciales de distintos rubros, poseía cuentas bancarias y propiedades en la Argentina, Uruguay y Estados Unidos y registraba viajes a este último país y a islas del caribe conocidas como paraísos fiscales.
De la coima a la amenaza
Una magistrada que vive con custodia por temor
Zunilda Niremperger
Jueza federal de Chaco
Ofrecimiento
Dijo que le ofrecieron darle 4 millones de dólares para que hiciera naufragar la acusación contra los líderes de la banda que exportaba cocaína a Europa
Consecuencias
Tras rechazar la coima, la jueza avanzó contra el abogado porteño Carlos Salvatore, que amenazó con mandar a matarla
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