Buscan identificar a un joven que quedó filmado cuando despachaba el paquete bomba en una sucursal del correo privado

Eran las 8.34 del martes pasado cuando el paquete que, 50 horas después, iba a detonar en la sede de la Sociedad Rural Argentina (SRA), en Palermo, fue despachado en la sucursal Barracas de la empresa de logística Andreani. La encomienda la llevó al correo privado un joven que, en todo momento, evitó mirar a las cámaras de seguridad. Pero quedó filmado. Ahora, a partir del análisis de las filmaciones, detectives de la Policía de la Ciudad intentan identificar al sospechoso y reconstruir el camino que hizo desde que se retiró “con la misión cumplida”.

Así lo explicaron a LA NACION calificadas fuentes al tanto de la investigación del atentado contra el presidente de la SRA, Nicolás Pino. “Tenemos imágenes y creemos que estamos cerca de identificar a la persona que despachó la encomienda en Andreani”, agregaron los voceros consultados.

El sospechoso tenía puesta en una gorra. Los investigadores están convencidos de que lo hizo para que se dificulte la visualización de su rostro.

“En las filmaciones de cámaras de seguridad públicas y privadas se busca reconstruir el trayecto que hizo el muchacho desde que se retiró de las oficinas de Andreani de Barracas. Después, una vez que se lo logre identificar, se intentará determinar quién está detrás del paquete bomba”, afirmaron las fuentes consultadas.

En esa tarea están abocados especialistas de la División Extracción y Análisis de Registros Fílmicos de la Superintendencia de Operaciones de la fuerza de seguridad porteña, que tienen experiencia en identificar delincuentes a partir de imágenes de cámaras de seguridad, como ocurrió recientemente con una banda que protagonizó 11 robos en Belgrano, Núñez, Colegiales, Coghlan, Villa Ortuzar, Villa Devoto y Villa del Parque

Según registros oficiales, ayer a la 1.51 el paquete despachado en Barracas ya estaba en la sucursal de Andreani situada en Palermo, sobre la avenida Scalabrini Ortiz. A las 10.23 fue entregada en la sede de la SRA, en Juncal al 4400.

Eran dos paquetes. Uno dirigido a Pino y otro para el vicepresidente, Marcos Pereda Born. El artefacto se detonó en el escritorio de Pamela Sousa, la secretaria del presidente de la SRA.

La investigación del ataque, que ayer causó conmoción en ámbitos políticos y empresariales, recayó en el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N°7, a cargo del juez Sebastián Casanello, pero que en este momento es subrogado por su colega Daniel Rafecas.

Por el momento, de la investigación participan detectives de la Policía de la Ciudad. El Ministerio de Seguridad de la Nación puso a disposición del juez Rafecas al Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal Argentina (PFA) para colaborar en la pesquisa.

El juez Rafecas ya ordenó las primeras medidas, que tendieron a reconstruir la ruta del sobre explosivo.

Si bien la ministra Patricia Bullrich, sostuvo que detrás del ataque podrían estar grupos extremistas y/o anarquistas veganos, voceros del Ministerio de Seguridad de la Ciudad fueron cautos y explicaron que, hasta el momento, no se pudo determinar el origen del atentado.

“Hemos advertido, que alrededor del predio de La Rural hay pintadas contra el maltrato animal y de veganos, que podrían tener vinculación con el atentado”, sostuvieron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Entre los antecedentes bajo análisis, fuentes policiales recordaron que la Sociedad Rural Argentina (SRA) ya había sufrido ataques con bombas de pintura por parte de grupos ambientalistas radicales.

“En este año, hubo acciones muy violentas de sectores anarquistas y extremistas veganos. Incluso, alrededor de La Rural se ven carteles muy agresivos y manchas de sangre”, sostuvo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en Mendoza, donde participa de la segunda jornada de la 45° Convención del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).

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