Bullrich: “El Gobierno nacional deja desamparada a la gente del Bajo Flores y hoy las consecuencias las paga un adolescente”
Un estudiante de 16 años fue asesinado de una puñalada en los alrededores de la villa 1-11-14; el presunto homicida tiene varios antecedentes registrados en la zona del homicidio
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Nahuel Ismael Eguino Uria cruzaba ayer el puente peatonal que une el predio del estadio de San Lorenzo con la villa 1-11-14. Volvía de la escuela Homero Manzi, ubicada en el barrio de Pompeya, y tenía 16 años. Fue interceptado y apuñalado por un homicida que buscaba apropiarse de un teléfono celular. El adolescente cayó mortalmente herido frente a una remisería en la avenida Perito Moreno. Vecinos intentaron reanimar al estudiante, casi al mismo tiempo en que llegaban al lugar dos policías motorizados que recorrían la zona. El joven fue trasladado por una unidad del SAME al cercano hospital Piñero, donde falleció. Familiares y amigos de la víctima se manifestaron en la zona en reclamo de justicia y de mayor vigilancia en un área envuelta hace tiempo en una polémica de seguridad.
La presidenta de PRO, Patricia Bullrich, expuso en su cuenta de Twitter la controversia que rodea a esa zona: “Desarmaron el programa Barrios Seguros que protegía con Gendarmería a la gente de la 1-11-14 y sus alrededores. Así, el Gobierno nacional deja desamparada a la gente del Bajo Flores y hoy las consecuencias las paga un adolescente. Acompaño a su familia en este difícil momento”.
Al igual que en los cambios de sistemas de protección pública que el año pasado se efectivizaron en Puerto Madero y en la villa 21-24/Zavaleta, existe un cronograma de salida de las fuerzas de seguridad federales de las inmediaciones de la villa 1-11-14, situación que podría fin al llamado operativo Cinturón Sur, que desde 2011 mantiene unidades de la Gendarmería en algunos barrios porteños. Por entonces, la prevención del delito en la ciudad estaba a cargo de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal, por lo que solo se trató de una reasignación de recursos de efectivos federales. La realidad hoy es diferente, con la presencia de la Policía de la Ciudad como actor central de la seguridad porteña. La fuerza local ocupará la posición de los gendarmes en la villa 1-11-14 el año próximo. Por lo pronto, hay una convivencia en esa zona.
Una sección antidisturbios de la Gendarmería tuvo que posicionarse anoche allí cuando fue capturado el presunto homicida. Ese joven de 23 años habría sido identificado por fuentes de la investigación como Sebastián Nicolás Morales. Vive a muy pocos metros del lugar del crimen. Se habría descartado el arma homicida, un normal cuchillo de cocina, en una pequeña plazoleta que se encuentra al lado del puente peatonal en el que fue apuñalado el estudiante. El peritaje de ese elemento podría dar una prueba judicialmente contundente sobre el autor del crimen. En principio, su probable participación en el hecho fue señalada por testigos. Con esos datos, el Juzgado Criminal y Correccional 20 avaló un allanamiento de urgencia en el domicilio del sospechoso. Finalmente, fue detenido a pocas cuadras de su hogar.
El supuesto asesino de 23 años tiene antecedentes penales graves desde los 18 años. Antes, por ser menor, sus posibles conflictos con la ley penal quedaron en algún archivo fuera de la vista pública. En octubre de 2017 ya quedó registrado en una causa penal de mayores. Se lo acusó por la tenencia de una pistola 9 mm. Y eso ocurrió muy cerca del lugar donde ayer fue acuchillado el joven de 16 años. Fue observado con un arma por una patrulla de la Gendarmería que hacía una recorría por los pasillos interiores de la villa 1-11-14. Esos agentes integraban por entonces el sistema de prevención conocido como Barrios Seguros, el mismo que Bullrich señala ahora como un operativo más endeble que en años anteriores.
Cuatro meses después de ser atrapado con una pistola 9 mm, el hoy sospechoso del asesinato del estudiante fue una de las dos personas capturadas dentro de una vivienda en la villa 1-11-14 por comercialización de drogas. El informe policial de ese caso marca que el lugar era utilizado como búnker de venta minorista de drogas. Una pistola calibre 22 fue hallada allí junto con dosis de cocaína. La ascendente espiral de violencia del sospechoso del homicidio podría haberse previsto: apenas un mes después fue detenido por un delito mayor.
En marzo de 2018 otra patrulla de la Gendarmería detuvo nuevamente en la villa 1-11-14 al joven identificado como Sebastián Nicolás Morales. Esa vez fue por robo automotor, atentado y resistencia a la autoridad y lesiones. En ese lugar fueron muchos los vecinos que en ese momento avanzaron sobre los gendarmes para evitar el arresto. En el tumulto se perdió, incluso, el arma del delincuente detenido, según consignaron fuentes policiales. Anoche, los gendarmes tuvieron que intervenir nuevamente ante una amenazante muchedumbre, pero en esta ocasión sus escudos fueron usados para evitar un linchamiento.
El historial criminal del sospechoso del asesinato tiene otra escala en julio del año pasado, cuando una mujer se presentó ante gendarmes, en el mismo lugar donde ayer fue acuchillado el estudiante, para señalar el hostigamiento que recibía por parte de ese joven. Señaló que lo había denunciado por el robo de electrodomésticos y que se le había otorgado un botón antipánico. Pero el supuesto agresor fue identificado en el lugar del hecho y nada más. En noviembre pasado, en tanto, fue denunciado por su hermana en una situación de violencia de género.
Durante más de cuatro años, al menos, ese joven estuvo en permanente conflicto con la ley penal. Siempre en la misma área, la zona más cercana a su vivienda. Ahora se lo acusa de matar a un adolescente en el intento de robo del celular.
“Yo lo único que quiero es que se haga justicia y que no lo saquen al que le hizo eso a mi hijo”, dijo la madre de la víctima al conversar con Crónica TV. Y agregó: “Nahuel se dedicaba a ir al colegio, estudiaba, un chico fuerte, sano, se metía a clases de música, iba a reparación de PC. No puedo creer que a mi hijo me lo hayan matado”.
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