Barracas: pidieron procesar a tres policías por matar a Lucas González por placer y con alevosía

Para el fiscal Leonel Gómez Barbella, los tres policías acusados de haber matado al joven futbolista de Barracas Central Lucas González, crimen ocurrido cuando la víctima y tres amigos salían de un entrenamiento, actuaron con alevosía y cometieron el homicidio por placer.

Así lo sostuvo el representante del Ministerio en un dictamen presentado ante el juez en lo criminal y correccional porteño Martín Del Viso donde solicitó el procesamiento con prisión preventiva de los oficiales de la Policía de la Ciudad Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi.

“Se tratan de los delitos de homicidio cuádruplemente agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”, se sostuvo en el dictamen firmado por Gómez Barbella y por el auxiliar fiscal Lucas Estévez.

El hecho del que resultaron víctimas González y tres amigos menores ocurrió el 17 del mes pasado en Barracas, después de un entrenamiento matutino del club Barracas Central.

“La praxis judicial permite procesar a los nombrados como coautores del delito de homicidio agravado por haber sido cometido por placer, porque realizaron varios disparos en la vía pública dirigido a un automotor en el que se movilizaban cuatro niños [sic] hiriendo fatalmente a uno de ellos y frente a la ausencia de un motivo externo consciente y válido que guarden relación con la víctima, el móvil de actuaciones de los autores derivaron de un estímulo propio”, se afirmó en el dictamen.

Los representantes del Ministerio Público también pidieron que los policías sean procesados por los delitos de falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional.

“Los encausados [por los policías], bajo el justificativo o explicación de sospechosos, emboscaron a cuatro adolescentes a quienes ya desde el inicio de su seguimiento describieron como ‘masculinos menores’ y les propiciaron una significativa cantidad de balazos con armas de fuego que pegaron en distintas partes del automóvil tanto en la parte delantera del parabrisas como en sus costados en ventanilla y guardabarros (pese a que se encontraron cinco vainas habrían sido varios disparos más) y terminaron con la vida de uno de ellos pretendiendo acabar también con la del resto del grupo de amigos si no era porque lograran escapar”, explicaron Gómez Barbella y Estévez.

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