Ataque en Palermo: definieron que es imputable el agresor de las profesoras
El estudio psicológico y psiquiátrico al que fue sometido Sebastián Villarreal, el árbitro de fútbol y actor de comedia musical que con un cuchillo atacó a su profesora de baile, Julieta Antón, e hirió también a la dueña de una escuela de danza de Palermo, Sofía Bovino, determinó que es imputable.
Con el resultado del peritaje médico, el fiscal en lo penal, contravencional y de faltas porteño Miguel Kessler, indagó al sospechoso, que se negó a prestar declaración.
El estudio médico había sido hecho por la Dirección de Medicina Forense (DMF), que depende del Consejo de la Magistratura porteño.
Hoy a la tarde, el representante del Ministerio Público Fiscal solicitó que se le dicte la prisión preventiva a Villarreal, acusado de tentativa de homicidio agravada por ser víctima una mujer y el juez en lo penal, contravencional y de faltas porteño Norberto Circo hizo lugar al pedido, según informaron a LA NACION fuentes judiciales.
AHORA [R]Agresor de Belgrano| #ViolenciaDeGénero Las nuevas pericias consideran que es imputable. Se negó a declarar y el fiscal solicitó la prisión preventiva. El juez la concedió esta tarde.&— MPF CABA (@MPFCABA) November 13, 2020
El fiscal Kessler también planteó la incompetencia. El homicidio calificado es uno de los delitos que aún no fue transferido a la justicia porteña. El magistrado dio lugar al pedido del representante del Ministerio Público.
"Sin embargo, la defensa y asesoría legal plantearon argumentos diferentes, sostienen que la causa debería tramitarse en la Ciudad y habrá que esperar si apelan esta decisión. La sentencia aún no es firme", explicaron fuentes judiciales.
El hecho por el que fue detenido Villarreal, de 30 años, ocurrió el martes pasado a las 16.30 en avenida Federico Lacroze 2090, Palermo, en El Club de la Danza, cuando Villarreal ingresó y pidió ver a Antón, su profesora de baile y exparticipante de los programas de Marcelo Tinelli. En ese momento también estaba la dueña del lugar, Bovino, de 36 años.
Poco después de entrar en la escuela de danzas, Villarreal sacó de su bolso un cuchillo y atacó a Antón, de 26 años. Vecinos que pasaban por la vereda frente al lugar escucharon gritos y dieron aviso a la policía.
"Al arribar al lugar, luego de una llamada al 911, los oficiales de la Comisaría Vecinal 14B ingresaron en la escuela de danza y observaron a un hombre que agredía con un arma blanca a una mujer, mientras que otra intentaba contenerlo y también resultó lastimada", explicaron a LA NACION fuentes policiales.
Cuando llegaron los uniformados, Bovino intentaba impedir que Villarreal siguiera con el ataque a Antón.
Mientras Villarreal sujetaba a su profesora de baile y amenazaba con apuñalarla, fue rodeado por dos policías que intentaron convencerlo de que depusiera su actitud.
"Los oficiales le dieron la voz de alto, y como el agresor continuaba con su intención de agredir, uno de los policías realizó un disparo que rozó en el glúteo del hombre, que de inmediato fue detenido", informaron a LA NACION fuentes policiales.
Antón y Bovino recibieron pocas horas después el alta médica luego de ser atendidas por los cortes sufridos durante la agresión.
La víctima primaria del ataque fue Antón, quien sentía el acoso de Villarreal con mensajes constantes en las redes sociales, pero que no había efectuado una denuncia porque más allá de la incomodidad del momento no había recibido una amenaza que pudiese alertarla sobre la peligrosidad de Villarreal.
La obsesión del hombre con la profesora de baile quedó en evidencia durante el primer examen psiquiátrico al que fue sometido Villarreal. Esa evaluación inicial recibida por el fiscal Kessler señaló que el detenido había preguntado si podía "volver a casa y pedirle perdón a Juli" y afirmado que quería "volver a tomar clases con ella".
Ese estudio también había puesto en duda la imputabilidad de Villarreal, circunstancia que llevó a la fiscalía a pedir otro peritaje para determinar si podía sostenerse la acusación contra el agresor de Antón y Bovino.
El informe que había sido presentado por el equipo de Salud Mental del Hospital Tornú –donde Villarreal, estaba internado en calidad de detenido– exponía que el agresor sufre un trastorno psicótico crónico y sugería una internación involuntaria en un centro de salud especializado hasta "hacer cesar su peligrosidad para sí o para terceros".
Se había consignado que Villarreal dijo que "escuchaba voces", cuestión que una médica psiquiatra definió como alucinaciones auditivas de comando y visuales, de las cuales "se defiende rezando, respirando y bailando".
El nuevo peritaje estableció, finalmente, que el imputado de los intentos de femicidios es imputable.
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