Ataque narco. Alerta máxima en todas las cárceles de una provincia por el temor a una ola de atentados
El director del Servicio Penitenciario de Santa Fe, Gabriel Leegstra, anunció la medida luego de que fuera baleada la Unidad Penitenciaria Nº3 de Rosario
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ROSARIO.– Todas las cárceles de Santa Fe están en estado de alerta, luego de que anoche se produjera un atentado a balazos contra la Unidad de Detención Nº 3, en Rosario. Dos delincuentes en moto pasaron por inmediaciones del penal y dispararon cuatro tiros contra el portón de ingreso. Los atacantes dejaron, además, una bolsa que contenía mensajes amenazantes.
Ante esta situación, el titular del Servicio Penitenciario Provincial, Gabriel Leegstra, anunció que todas las cárceles de Santa Fe “están en estado de alerta” por posibles ataques.
El atentado que encendió las alarmas en el gobierno santafesino ocurrió anteanoche, a las 22. Según la investigación, fue protagonizado por dos hombres que circulaban en moto y que efectuaron, al menos, cuatro disparos contra el portón del penal ubicado sobre la calle Zeballos, a cuatro cuadras del Parque Independencia, en el centro de Rosario.
Leegstra sostuvo que el ataque “tendría que ver con una situación interna de un recluso que está alojado en la Unidad 3 o en alguna otra unidad penitenciaria”. El funcionario agregó: “Calculo que tiene que ser una cuestión así. Estamos haciendo nuestras investigaciones internas”.
Las cárceles de la región vienen siendo blancos de atentados permanentes desde los últimos años. El 27 de junio de 2021 se produjo un ataque y fuga de la cárcel de Piñero, que provocó pánico en el gobierno de Santa Fe. A partir de ese momento se comenzó a trasladar a penales federales a los líderes de las principales bandas narco de Rosario, como Esteban Alvarado, René Ungaro y Alan Funes, entre otros.
“Entiendo que es un mensaje que quieren dar por algún tipo de situación que se tendrá que investigar. Tendremos que tomar todas las medidas para que este mensaje no surta el efecto que pretenden, que es generar caos y miedo. Así, se impuso una alerta para todo el servicio penitenciario y todas las unidades de la provincia”, apuntó Leegstra.
Mensajes encriptados
Luego de disparar, los atacantes dejaron una bolsa con papeles en la puerta de la penitenciaría. Una vez que los investigadores inspeccionaron el contenido de la bolsa, trascendió que los papeles que estaban dentro contenían advertencias de internos que podrían ser de otra cárcel, como la de Piñero, donde se encuentran alojados la mayoría de los integrantes de las bandas narco desplegadas en Rosario.
“Dejen de molestar a los pibes del pabellón 5 de Piñero. Atte, los colombias”, señala el texto que aparecía en los documentos encontrados en la puerta de la Unidad Penitenciaria N°3. Es posible, según analizaban los investigadores, que las amenazas hayan sido distribuidas en otros lugares, como ocurrió hace dos meses, cuando grupos de jóvenes en moto distribuyeron volantes con amenazas contra los fiscales Matías Edery y Pablo Socca.
Las amenazas que se encontraron en la puerta de la Unidad Nº3 están siendo analizadas por los fiscales Franco Carbone y Federico Rebola, de la Unidad Especializada en Balaceras, quienes ya lanzaron una serie de medidas para avanzar en la investigación de ese hecho.
El del lunes a la noche fue el tercer ataque contra un edificio penitenciario en lo que va del año. El primero de la saga ocurrió el 22 de mayo pasado y fue similar al que se concretó anteayer. El lugar elegido para los disparos fue un lateral de la Alcaidía, ubicada en 27 de Febrero al 7800, en el sudoeste rosarino. En esa ocasión también fue baleada una camioneta del Servicio Penitenciario, que recibió tres tiros.
El segundo ataque se produjo el 20 de septiembre, contra la cárcel de mujeres, también situada en el predio de 27 de Febrero al 7800. A diferencia del tiroteo anterior, esta vez los agresores iban en un Audi sin patente y dejaron un cartón que mencionaba, en su texto, a “las delegadas de los pabellones” que se “siguen prestando a René [Ungaro] y a los Funes, que hacen verduguear a las pibas presas”. Agregaba el escrito: “Primer y último aviso. Saben que no jodemos”.
El mensaje de las armas
Rosario se transformó en una ciudad donde todo puede ser blanco de las balas. Los disparos cargan mensajes que no necesitan ningún texto para explicar nada. El pánico supura de manera instantánea y queda como una leyenda inscripta a sangre y fuego.
Desde 2018, los edificios públicos se transformaron en un blanco elegido por los narcos para generar terror, expresar que con poco –un joven en moto con una pistola– se puede causar un impacto grande, con la garantía de que en el momento nadie será atrapado. Esta vez le tocó a la cárcel de Rosario, pero antes habían sido otros blancos, como, por ejemplo, el edificio de los tribunales federales.
Desde mayo de 2018 se produjeron más de 30 ataques a tiros contra edificios públicos, entre ellos, el Centro de Justicia Penal (CJP), el Servicio Penitenciario, la fiscalía de Rosario, el Concejo Municipal y ahora, el Distrito Sur, además de las residencias de varios magistrados. Es una mecánica que se repite ante la escasa prevención.
Entre el viernes 2 de septiembre y el domingo 4 de octubre pasados fue atacado dos veces el Centro Municipal Distrito Sur. Primero rompieron los vidrios a piedras y dejaron mensajes escritos en un papel arrugado y con birome, y dos días más tarde prefirieron disparar y destrozar los blindex del ingreso al edificio.
A la par, aquel viernes, y desde una moto, dos mujeres arrojaron panfletos con amenazas a los fiscales Pablo Socca y Matías Edery. Los mensajes estaban firmados por “La Mafia”, algo que parece una “corporación del miedo” en la que sus protagonistas cambian.
“Guille Cantero, controlá a los gatos. Matías Cesar Pino. Los picudos que están batiendo la cana. Atentamente, La Mafia”, decían los mensajes intimidatorios del primer ataque al Distrito Sur.
Antes era el propio líder de Los Monos el que firmaba como La Mafia, pero ahora son sus detractores o competidores los que usan esa rúbrica, lo que muestra la anarquía del mundo criminal rosarino.
Esta nueva modalidad de poner en la mira de las pistolas a los edificios públicos nació en mayo de 2018, cuando Cantero decidió expresar su bronca en las calles, luego de que la entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich decidiera “sacar” al líder de Los Monos de Santa Fe.
Esta metodología de sembrar terror lo copiaron otros grupos, incluso también el rival de los Cantero, Esteban Alvarado. Lo que aparece como la principal hipótesis del ataque al edificio de la justicia federal de Rosario es que buscó generar conmoción, pánico. Se sabe que con muy poco –un hombre con una pistola– se puede provocar un caos mayor.
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