¿Ataque con granadas?: frustran el plan de una banda para ejecutar un atentado en una zona caliente del narcomenudeo
Detectives de la Policía Federal Argentina, por orden del juez Julián Ercolini, hicieron un allanamiento de urgencia en el barrio Padre Mugica, de Villa Lugano, base de operaciones del prófugo Raúl Martín Maylli Rivera, alias Dumbo
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Una escucha telefónica donde un supuesto narco afirmó tener dos granadas para “hacer volar” una plaza y un edificio de monoblocks del barrio Padre Mugica, de Villa Lugano, derivó en una serie de allanamientos y la detención de un grupo de sospechosos. Entre los detenidos se encuentra Mayra Flores Villantoy, la sobrina de Raúl Martín Maylli Rivera, alias Dumbo, el supuesto líder de la organización criminal, que está prófugo desde mayo del año pasado.
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales y judiciales. La persona que en la escucha alardeaba de tener dos granadas y que fue detenida por detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) fue identificada por los voceros consultados como Nicolás Silva Ames, apodado Tío Ricky, pareja de Flores Villantoy.
Por orden del juez federal Julián Ercolini, que tiene a su cargo la investigación sobre la banda de Dumbo, detectives de la División Operaciones Área Metropolitana Oeste de Drogas Peligrosas de la PFA escuchaban en directo a integrantes de la organización narco.
El jueves pasado, una conversación entre Tío Ricky y un supuesto integrante de la banda puso en alerta a los detectives policiales. “El sábado le volamos la plaza y le volamos la 11″, palabras más, palabras menos, le habría dicho a Silva Ames a su interlocutor.
Entonces, para frustrar el plan criminal, el juez Ercolini ordenó una serie de allanamientos donde fueron detenidos la sobrina de Dumbo y Tío Ricky, entre otros sospechosos.
Cuando Silva Ames hacía referencia a “le volamos la 11″, se refería a la Platea 11 del barrio Padre Mugica, como se conoce a los edificios tipo monoblock.
Justamente, la Platea 11 era la base de operaciones de Dumbo. Según una hipótesis de los investigadores, con Maylli Rivera prófugo, Tío Ricky quedó a cargo del negocio, pero después se habría alejado.
“En un momento fue atacado a balazos y resultó herido en una de sus piernas. Suponemos que a partir de ese momento se alejó de la banda de Dumbo y ahora quería vengarse de los que lo atacaron”, dijo una fuente judicial.
La detención de la sobrina de Dumbo, que fue arrestada en Villa Madero, partido de La Matanza, no tendría que ver con el posible atentado, sino con el negocio del narcomenudeo.
Según las pruebas incorporadas al expediente judicial, la banda de Dumbo podía llegar a recaudar hasta 330.000 pesos por día.
En su momento, la Policía de la Ciudad secuestró un cuaderno con la contabilidad de la banda de narco. Las anotaciones corresponden a actividades de narcomenudeo desarrolladas entre marzo y septiembre de 2020. Son solo una parte del negocio del narcomenudeo, porque la banda habría operado hasta el mes pasado.
Según la contabilidad manuscrita, hubo días en que la banda de Dumbo “facturó” 331.000 pesos (316.000 por venta de cocaína y 25.000, por marihuana). Otros días con menos venta “solo” llegó a los 175.000 pesos y a veces ese número trepó hasta los casi $225.000.
La organización de Dumbo se hizo conocida para la opinión pública cuando, a mediados de mayo pasado, vecinos del barrio Mugica decidieron cortar la avenida General Paz para exigir a presencia del Estado tras un intenso tiroteo. Se habían cansado de vivir atemorizados y de que el “dueño” de la zona fuera Maylli Rivera.
“Debido a la caligrafía y a la ortografía, es posible sostener que las anotaciones podrían corresponder a distintas personas. Asimismo, se observa que el cuaderno no estaría ordenado cronológicamente e intercala hojas cuadriculadas y rayadas. En el cuaderno se observan principalmente cuatro tipos de anotaciones: planillas de asistencia semanal, donde se registran intervinientes y funciones, y en general, la venta hecha; planillas de gastos, donde se registran diferencias entre gastos de casas y gastos de la gente, y en general, se restan a una suma total; planillas donde se deja constancia de distintas personas y diferentes montos, y registros de la contabilidad de lo que se vendía y del restante que quedaba”, había sostenido el juez Ercolini en una resolución del año pasado donde procesó a diez sospechosos.
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