Ataque a tiros en Saavedra: “El que avisa no traiciona”, la amenaza del personal trainer que intentó matar a su exnovia
Julián Reina fue procesado con prisión preventiva por el delito de tentativa de homicidio agravado por su comisión mediante el empleo de un arma de fuego, calificado por tratarse la víctima de su expareja, cometido con alevosía y mediando violencia de género; sobreseyeron al oficial de la Policía de la Ciudad que, para reducirlo, le disparó al imputado
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Dana Pontoriero conoció a Julián Reina a los ocho años, cuando viajaba desde Chubut al barrio de Saavedra para visitar a su abuela paterna. Él es diez años mayor. De niña fue su “amor platónico”. Ella armó su vida en Esquel, donde estuvo en pareja y en 2017 fue madre de una beba. El tiempo pasó y, en 2019, Reina comenzó a mandarle mensajes por Instagram. En 2020 ella lo contrató como personal trainer on line. Fue, en principio, una relación de profesor y alumna. Todo cambió en abril del año pasado cuando ella estaba sola y pasaron a hablar todos los días. En un viaje de Pontoriero a Buenos Aires comenzaron salir. En enero último se fueron de vacaciones a Miramar. Fue el comienzo del fin: el preparador físico le recriminaba los likes que recibía en las fotos de Instagram, intentó controlar sus amistades y le sugirió que solo subiera fotos de los dos. Con el paso del tiempo, las discusiones se repetían y la relación se convirtió en tóxica. La joven decidió cortar el noviazgo. Él insistió de la peor manera y hasta llegó a amenazarla en un mensaje: “Yo ya avisé. El que avisa no traiciona”. Poco después, intentó matarla a balazos.
El 6 de este mes, a las 11.36, Reina, de 39 años, interceptó a Pontoriero cuando la joven, de 29, caminaba por Superí al 4200. Ella volvía del gimnasio y se dirigía a la casa de su tía. Salvó su vida de milagro. El agresor gatilló varias veces un revólver calibre 32 largo. La víctima, finalmente, fue rescatada por un oficial de la Policía de la Ciudad que tiró con su pistola reglamentaria. El atacante quedó tendido en la calle, herido. Dos semanas después continúa internado en el hospital Pirovano.
En las últimas horas, la jueza en lo criminal y correccional porteña Patricia Guichandut procesó a Reina con prisión preventiva por el delito de tentativa de homicidio agravado por su comisión mediante el empleo de un arma de fuego, calificado por tratarse la víctima de su ex pareja, cometido con alevosía y mediando violencia de género.
La magistrada trabó un embargo sobre los bienes del imputado hasta cubrir la suma de s $2.294.770. En la misma resolución, la jueza Guichandut sobreseyó al oficial a Cristian Dobrinsky Roa, el uniformado que salvó a la víctima e hirió a balazos a Reina.
“Reina delineó un elaborado plan actuando en todo momento para conseguir el fin que buscaba, la muerte de Pontoriero, más si tenemos en cuenta que gatilló el arma insistentemente y siempre apuntó a una zona vital del cuerpo de la víctima -cabeza-, por lo que no podía ignorar que de haber logrado accionar el arma, cuya aptitud para el disparo se encuentra acreditada, esos disparos habrían ocasionado ciertamente el deceso de la damnificada”, sostuvo la jueza en su resolución, a la que tuvo acceso LA NACION.
En el expediente, el Ministerio Público está representado por el fiscal José María Campagnoli. Hoy, a pedido de la defensa del imputado, se realizará una audiencia donde Reina ampliará su declaración indagatoria. En una primera oportunidad hizo uso de su derecho constitucional de negarse a declarar, según explicaron fuentes judiciales.
“Los familiares de la víctima han sido contestes sin divergencia alguna al expresar que el imputado estaba obsesionado, preguntaba, sabía los movimientos de su ex pareja, era insistente en los mensajes y pedidos de encontrarse con ella para que le diera las razones acerca de la ruptura”, explicó la jueza en parte de la resolución.
La secuencia del ataque de Reina y el accionar de personal de la Policía de la Ciudad quedó registrado en filmaciones de cámaras de seguridad.
“En los registros [por las filmaciones] incorporados se aprecia a la víctima caminando y detrás de ella a Reina, sin que la damnificada pudiera advertir su presencia. Fue así que de modo sigiloso y sorpresivo se acercó a la víctima, le apuntó a la cabeza por detrás y gatilló repetidamente el arma con que contaba sin lograr su cometido. Ofuscado se colocó delante de ella mientras continuaba insistentemente accionando el arma de fuego en varias oportunidades. La damnificada observó la presencia de un móvil policial al que corrió instintivamente, poniendo distancia y alejándose de su agresor, quien la perseguía a la vez que continuaba gatillando sin lograr accionar el arma de fuego que portaba. A raíz de los disparos efectuados por el oficial Dobrinsky de la División Despliegues de Intervenciones Rápidas, cesó el acometimiento descripto. Reina cayó detrás de la camioneta policial al ser impactado por los disparos efectuados por el oficial de la fuerza estatal local”, reconstruyó la jueza en la citada resolución.
La relación entre Pontoriero y Reina fue reconstruida por los investigadores a partir de las palabras de la víctima.
La joven recordó otro momento de tensión vivido días antes del ataque. Una noche que regresó a lo de su tía Reina estaba en la puerta.
“Decidió ingresar rápido al domicilio y abrir la primera reja de acceso al hall. No llegó a cerrarla dado que el imputado se le fue encima y con el pie impidió que la cerrara, manifestándole que lo único que quería era hablar. Insistía levantándola voz, por lo que para evitar que los gritos llegaran a la vivienda y su familia se asustara, decidió salir a hablar con Julián. Al salir caminando este intentó frenarla tomándola fuertemente del brazo. Le preguntó si estaba con alguien y por qué salía con el que él sospechaba. Fue el primer episodio violento. Le pidió que la soltara, que no tenía nada más que hablar. Al llegar a la esquina de Superí y Roque Pérez se frenaron y le dijo que estaba con Carlos ante lo cual el imputado respondió a los gritos y muy alterado “yo sabía, porque justo con él que yo te dije”, “te odio, sos una hija de puta”, intentándola tomar, ante lo cual se alejaba para evitar el contacto físico”. La situación no pasó a mayores porque justo pasó un patrullero.
Después llegó la amenaza enviada al teléfono de la tía de la joven. “Yo ya avisé. El que avisa no traiciona”. Pontoriero le mandó un mensaje de voz para calmarlo. Reina respondió: “No es una amenaza. Es una advertencia”.
Finalmente, Pontoriero salvó su vida de milagro.
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