Astudillo Castro: un año después de su desaparición hay enigmas sin resolver
Su cuerpo fue hallado el 15 de agosto en un cangrejal de la localidad de General Cerri; la autopsia concluyó que Facundo murió por “asfixia por sumersión” y que los restos óseos “no presentaban lesiones vitales de origen traumático”
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Un año después de la desaparición de Facundo Astudillo Castro, cuyo cadáver fue hallado tres meses y medio después en un cangrejal de General Daniel Cerri, en Bahía Blanca, todavía hay enigmas que la investigación, que tiene a cuatro policías bonaerenses bajo sospecha, no pudo resolver.
La hipótesis sobre una desaparición forzada, seguida de muerte, es sostenida por los fiscales especiales Andrés Heim (titular de la Procuraduría de Violencia Institucional) y Horacio Azzolín (jefe de la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia), que se incorporaron en la causa luego que la búsqueda de Astudillo Castro se volviese un tema como potenciales derivaciones políticas, ya que la familia del joven siempre apuntaló la investigación como un caso de violencia institucional.
Diferente es la visión del fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez, que se hizo cargo del expediente al dejar el caso la órbita de la justicia bonaerense. Esa posición es compartida por la jueza federal de Bahía Blanca, María Gabriela Marrón, que en varias ocasiones quedó enfrentada con la querella. En medio de esa discusión entre los funcionarios judiciales, la investigación casi no tuvo avances tras conocerse en octubre pasado el resultado de la autopsia. Los fiscales Heim y Azzolín pidieron en varias oportunidades el alejamiento de la magistrada y esa solicitud, rechazada por los camaristas, llegaría al tribunal de casación.
La querella apuntala el pedido de los fiscales, mientras la familia recuerda a Astudillo Castro. “Si pudiera decirle algo, le diría que lo sigo esperando, que lo espero en un sueño, en un abrazo, que sigo mirando por la ventana y lo sigo esperando”, sostuvo a la agencia de noticias Télam Cristina Castro, la madre del joven, al cumplirse un año del día en que desapareció su hijo.
Mientras mas nos quieran callar mas fierte gritaremos pic.twitter.com/XuZQ6QS68o
— Cristina Castro (@Cristin96056904) April 20, 2021
Astudillo Castro, de 22 años, desapareció el 30 de abril del año pasado cuando salió de Pedro Luro, donde vivía, para ir a Bahía Blanca en busca de encontrarse con su exnovia. La familia del joven, desde un primer momento, sostuvo que detrás de los hechos estaba personal de la policía bonaerense que se había cruzado con el muchacho durante un control vial por el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) que había dispuesto el Gobierno para evitar la propagación del Covid-19.
El día en que comenzó a caminar hacia Bahía Blanca, Astudillo Castro fue interceptado por personal policial del destacamento de Mayor Buratovich, en el partido de Villarino. Le labraron un acta por violar el ASPO y le sacaron una fotografía de espalda junto con un móvil policial.
Se sabe que luego volvió a ser demorado por efectivos de otro puesto policial, el ubicado en Teniente Origone. Los agentes de ese destacamento afirmaron que dejaron seguir viaje a Astudillo Castro y que una mujer lo alcanzó con su camioneta hasta el puesto fitosanitario de Bahía Blanca, en el cruce de las rutas 3 y 22. Desde allí sale un tendido ferroviario que llega hasta aquella ciudad. Precisamente a unos 800 metros de esas vías, cerca del canal Cola de Ballena, un pescador encontró el sábado 15 de agosto un cuerpo semisumergido en el cangrejal, esqueletizado.
Según la autopsia, Astudillo Castro murió como consecuencia de una “asfixia por sumersión (ahogamiento)” y que los restos óseos “no presentaban lesiones vitales de origen traumático”
Según informó Télam, el voluminoso expediente que tiene a su cargo la jueza federal N° 2 de Bahía Blanca, María Gabriela Marrón, tiene 33 cuerpos, más de 6500 fojas en las que se detallan múltiples pertitajes, declaraciones de testigos, informes de empresas de telecomunicaciones, informes de institutos oceánicos y estudios forenses. Sin embargo, para el Ministerio Público Fiscal y los representantes legales de la familia del joven muerto, hay al menos cinco enigmas nunca resueltos:
Los teléfonos celulares:
- El 19 de febrero último, la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca hizo lugar a un pedido que realizaron los fiscales Iara Silvestre, Andrés Heim y Horacio Azzolín, que sistemáticamente era rechazado por la jueza Marrón: el secuestro de los teléfonos celulares de los cuatro policías mencionados en la causa como sospechosos, Alberto González, Gabriel Sosa, Siomara Flores y Jana Curruhinca.
- Los cuatro policías entregaron a la Justicia sus celulares, pero llamativamente ninguno de ellos entregó el aparato que tenía al momento del hecho. “Todos entregaron teléfonos nuevos, distintos a los que tenían cuando ocurrió la desaparición de Facundo”, dijo a Télam una fuente judicial, que además aseguró que los fiscales solicitaron allanamientos para intentar localizar los viejos celulares de cada uno de los policías, pero la jueza rechazó esa solicitud.
El DNI
- El 30 de abril del año pasado, Facundo fue demorado cuando caminaba por la ruta nacional 3 en dirección a Bahía Blanca por los efectivos Sosa y Curruhinca de la comisaría de Mayor Buratovich, quienes lo identificaron y con la utilización de un teléfono celular que nunca fue hallado le sacaron dos fotos: una a su documento de identidad y otra a él, vestido con su jean y campera, de espaldas y con una camioneta policial como decorado.
- El 12 de septiembre, un pescador encontró la mochila de Facundo a unos 500 metros del lugar donde casi un mes antes había sido hallado el cadáver. Lo llamativo para los investigadores es que dentro de la mochila nunca fue encontrado su DNI, a pesar de que sí tenía su licencia de conducir, la tarjeta SUBE y sus dos teléfonos celulares.
- Precisamente, los pesquisas determinaron luego que el DNI de Facundo fue utilizado por una persona que nunca pudo ser identificada para sacar tres líneas telefónicas.
La mochila
- El contenido de la mochila que pertenecía a Facundo llamó poderosamente la atención de los fiscales y de la querella, porque dentro de ella fue encontrado el pantalón de jean y la gorra que llevaba puestos el joven y que quedó reflejado en la foto que le sacaron los mismos policías la tarde del 30 de abril del año pasado.
- ”El jean estaba perfectamente doblado. La gorra intacta. Pero ¿por qué estaban en la mochila?”, se preguntó una fuente con acceso al expediente, quien además agregó que “también había otra ropa que estaba quemada, aparentemente con algún tipo de ácido”.
- Esa ropa en mal estado está siendo sometida a una técnica especial a cargo del Cuerpo de Investigadores Judiciales (CIJ) del Ministerio Público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero aún no se recibió el resultado del peritaje.
- También se hallaban los dos teléfonos celulares que pertenecían a Facundo, sus auriculares y su cargador, pero nunca se encontró la campera ni el “cuellito” de polar que siempre llevaba puesto.
Redes sociales
- La policía Flores, quien reconoció haber llevado en su auto Chevrolet Corsa a Facundo desde Mayor Buratovich hasta Teniente Origone, admitió ante los investigadores que el 8 de mayo pasado , es decir 8 días después de la desaparición del joven, dio de baja todas sus redes sociales y la aplicación de Whatsapp.
- ”Nunca dio una explicación del por qué había dado de baja todo, pero siempre resultó sospechoso”, explicó uno de los investigadores consultados por Télam.
- Ese mismo 8 de mayo, un móvil de la Unidad de Prevención de la Policía Local (UPPL) de Bahía Blanca (un Toyota Etios) permaneció durante 35 minutos detenido en proximidades del cangrejal donde tiempo después fue hallado el cadáver de Facundo. Este dato se conoció a raíz de un informe realizado por Asuntos Internos, muchos meses después del hallazgo de los restos óseos.
Además, los investigadores judiciales lograron determinar en base al análisis de uno de los teléfonos secuestrados en el marco de la causa que, al día siguiente de la desaparición de Facundo, sacaron una captura de pantalla del muro de Facebook de la madre del joven, cuando ni ella sabía en ese momento que su hijo estaba desaparecido.
La turmalina
- Al igual que sus más íntimos amigos, Facundo llevaba como colgante una piedrita de “turmalina”. Esa “turmalina” los identificaba, de hecho, ya que la cervecería de Pedro Luro, donde vivía Facundo, se llama “Turmalina”. Su colgante nunca apareció.
- Sin embargo, los investigadores hallaron restos de piedritas similares a las que llevaba el joven, durante allanamientos ordenados en el marco de la causa.
- En octubre del año pasado, los perros adiestrados aportados por la querella hallaron restos de la supuesta “turmalina” en el baúl del patrullero Toyota Etios, el mismo que había merodeado el pantanal donde fue hallado el cadáver de Facundo.
- En febrero pasado, los mismos perros hallaros restos similares a la “turmalina” en un demorado allanamiento realizado al Destacamento policial de Teniente Origone, donde la querella sospecha que estuvo detenido de manera ilegal Facundo.
Los fiscales a cargo de la investigación del caso aguardan el resultado de un peritaje “clave” que podría determinar si esos dos elementos secuestrados en los allanamientos son efectivamente “turmalina” y si es similar a la que llevan todos los amigos de Facundo.
La cronología de los principales sucesos vinculados con la desaparición y muerte de Astudillo Castro es la siguiente:
30/4/2020
La desaparición
Facundo Astudillo Castro salió de su casa en la localidad de Pedro Luro, partido de Villarino, en dirección a la ciudad de Bahía Blanca para visitar a su exnovia. En la ruta 3, mientras caminaba a la altura de Mayor Buratovich, fue retenido por personal policial por incumplir con el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Ese mismo día, por la tarde, el joven fue visto al costado de la ruta en Teniente Origone, donde fue interceptado nuevamente por efectivos de la zona.
10/7/2020
Un caso federal
La jueza de Garantías 3 de Bahía Blanca, Susana Calcinelli, a pedido del fiscal de Instrucción, resolvió declinar la competencia a favor de la justicia federal por entender que no se trataba de un caso de “averiguación de paradero”, sino de una presunta “desaparición forzada”. Se hizo cargo la jueza federal María Marrón, junto con el fiscal federal Santiago Ulpino Martínez.
29/7/2020
Choques con la querella
La jueza Marrón rechazó el pedido de recusación contra el fiscal Martínez presentado por los abogados de la madre de Astudillo Castro y afirmó que la investigación no presentaba “ninguna irregularidad” y que era “correcta”.
15/8/2020
Aparecieron los restos
Los restos de Facundo fueron encontrados semi enterrados en un cangrejal de la localidad de General Cerri y para la familia el cuerpo fue “plantado” allí por la policía, ya que se trataba de un sitio que supuestamente había sido rastrillado.
28/8/2020
Fiscales especiales
La Procuración General de la Nación sumó a la investigación a los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolín.
1/10/2020
La autopsia
Los peritos afirmaron que Facundo murió por “asfixia por sumersión (ahogamiento)”, que los restos óseos “no presentaban lesiones vitales de origen traumático” y que “no se observaron signos de participación de terceras personas”.
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