Astudillo Castro: secuestran y peritarán el patrullero que en mayo pasó cerca de donde hallaron los restos óseos
LA NACION
El patrullero que, según el registro de su GPS, circuló nueve días después de la desaparición de Facundo Astudillo Castro por el cangrejal donde fueron hallados los restos esqueletizados que ayer comenzaron a ser analizados por especialistas forenses, fue secuestrado de la sede de la Unidad de Prevención de Policía Local (UPPL) de Bahía Blanca y ahora será sometido a un peritaje.
Así lo informaron fuentes de la investigación citadas por la agencia de noticias Télam. Luego de un pedido del fiscal federal bahiense Santiago Ulpiano Martínez, la jueza federal María Gabriela Marrón dispuso el allanamiento en la sede de la UPPL de Bahía Blanca.
"En la tarde de este martes [por ayer], las fuerzas de seguridad federales realizaban un allanamiento en la sede la Unidad Policial de Prevención Local de Bahía Blanca. La medida fue solicitada por la fiscalía y ordenada por la jueza luego de que la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) [del Ministerio de Seguridad bonaerense] informara que los registros de geolocalización de un patrullero de aquella repartición indican que el móvil habría transitado el 8 de mayo pasado en la zona de Villarino Viejo, cerca de donde fueron hallados los restos humanos el 15 de agosto", se sostuvo en el sitio de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar.
Un dato sugestivo es que ese mismo día, la agente Siomara Flores, que en la causa declaró que había llevado a Facundo en su auto particular desde Mayor Buratovich -donde la policía lo había detenido por primera vez la mañana del 30 de abril, por violar la cuarentena- hasta Teniente Origone, borró ese día la aplicación de WhatsApp de su celular.
Esas medidas de prueba habían sido adelantadas por los abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, letrados que representan a Cristina Castro, la madre del joven desaparecido el 30 de abril pasado.
"La enorme cantidad de pruebas que se proveyó está toda orientada a la desaparición forzada de Facundo. Y se ha despertado la fiscalía [por el fiscal federal Martínez]. Ha sentido que abonar la teoría del accidente era una locura, que era una aventura jurídica imposible de asumir, y que la desaparición forzada es un hecho y lo tiene que esclarecer en el menor tiempo posible", había afirmado Peretto, ayer, en la sede del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en la ex ESMA, donde comenzó el peritaje de los restos óseos hallados el sábado 15 de agosto en la zona del canal Cola de Ballena, en la localidad de Gobernador Daniel Cerri.
En el procedimiento en la dependencia de la policía bonaerense de Bahía Blanca, hecho por detectives de la División Búsqueda de Prófugos y Personas Desaparecidas de la Policía Federal (PFA), se secuestró el móvil número 20.610, que es un Toyota Etios.
Un informe de la AGAI fue el que determinó una irregularidad de ese móvil policial tras el análisis de su geolocalización.
"Las señales de GPS emitidas por el patrullero referido darían cuenta de un recorrido efectuado el 8 de mayo pasado varios kilómetros alejado de su rutina y en cercanías del lugar donde se produjo el hallazgo de restos humanos el 15 de agosto pasado", se afirmó en la web de informaciones públicas del Ministerio Público Fiscal (MPF).
Según el informe, el GPS del vehículo marcó que ese día estuvo detenido durante 35 minutos a unos 800 metros del lugar donde fueron encontrados los restos esqueletizados.
El fiscal agregó en su pedido que el informe muestra que existieron anomalías en los registros, ya que "en la rutina que estaba cumpliendo el móvil, la secuencia de georreferenciación da un ‘salto’ de más de 10 kilómetros en apenas 41 segundos, para volver con otro ‘salto’ luego de 3 horas 38 segundos, y el recorrido de rutina en apenas 28 segundos".
Fuentes policiales confirmaron a Télam que el patrullero Toyota fue cargado anoche en una grúa que lo trasladó a la sede de la PFA de Bahía Blanca para realizar sobre él una serie de peritajes, entre ellos, justamente uno para corroborar el correcto el funcionamiento de su GPS.
En www.fiscales.gob.ar, se informó que en el allanamiento en la UPPL bahiense también se secuestraron "los libros de guardia de dicho destacamento, donde surjan los movimientos y los agentes que prestaron servicio o tenían asignado el móvil el 8 de mayo pasado, los teléfonos celulares pertenecientes a esos efectivos policiales, los dispositivos electrónicos del lugar, handys, anotaciones y cualquier otro elemento que pueda resultar de estricto interés para la investigación".
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