Habló el tío del sospechoso número 11 del crimen de Fernando: “No es capaz él”
A un mes del asesinato de Fernando Báez Sosa a golpes de puño y patadas en la puerta de un boliche de Villa Gesell, desde la querella insisten en que se debe investigar al sospechoso número 11, identificado como "Pipo", quien aparece en una de las fotos que se sacaron varios de los diez acusados del crimen minutos después de conocerse la muerte.
En medio del reclamo, quien habló fue el tío del joven señalado a último momento: "No es capaz de nada él. Ni de meterse. Sé que es buen pibe. No juega al rugby, es futbolista. No es amigo, es conocido, los conoce. Yo jugaba en CADU (Club Atlético Defensores Unidos) y él los conocía de ahí. Pero no son amigos".
Asimismo, según sus declaraciones a Telenoche, el hombre explicó sobre la selfie en la que se lo ve a su sobrino: "Él fue con otro grupo, esos son los amigos de él. Ahí en la foto se conocieron y se sacaron una foto". Son conocidos de Zárate".
Por último, respecto de lo la golpiza que le dieron los rugbiers a Fernando y todo lo que pasó después, indicó estar: "Estoy sorprendido porque no puede ser que mi sobrino esté ahí. Él no estuvo involucrado, todos lo vamos a defender, no es capaz de hacer eso. Es buen chico. Está terminando la escuela y va a arrancar la facultad".
Antes de su testimonio, el abogado Fernando Burlando, quien representa a la familia Báez Sosa, volvió a hablar de que se investigue la existencia de un 11vo. sospechoso que aparece fotografiado con varios de los rugbiers acusados del crimen y consideró que hay "funcionarios que deberían trabajar en la investigación" aunque "no lo hacen como corresponde".
En las últimas horas tomó estado público una fotografía incorporada al expediente en la que se ve a un joven que no está aún identificado en la causa junto a los rugbiers Máximo Thomsen, Luciano y Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Juan Pedro Guarino, los cinco primeros actualmente detenidos y el último liberado la semana pasada aunque aún vinculado a la causa.
Fuentes vinculadas al caso aseguraron que esa imagen, en la que se ve a un joven con buzo azul, de pie y con el pulgar de su mano derecha hacia arriba junto a los rugbiers, fue tomada en la casa que alquilaba el grupo de acusados en Villa Gesell a las 5.11, del 18 de enero último, media hora después de que se iniciara el ataque contra Fernando.
Según esos voceros, publica la agencia Télam, en esa foto Cinalli y Thomsen ya se habían cambiado la ropa y llevan puestas las remeras con las que fueron filmados en el local de comidas rápidas al que fueron tras el crimen, y para ese momento ya habían enviado al grupo de WhatsApp el audio que dice "caducó", en alusión a Fernando.
Por tal motivo, Burlando insiste en que la Justicia investigue a ese joven, a quien él asegura tener identificado.