Asesinato en Saladillo: un comisario mayor aportó pruebas del encubrimiento policial
El testigo apuntó a tres subordinados y dijo que querían cerrar rápido el caso
Cuando falta menos de un mes para que se cumplan tres años del homicidio de la maestra jardinera Marisol Oyhanart, ocurrido en Saladillo, el comisario mayor que en ese momento estaba a cargo de la Jefatura Departamental 25 de Mayo aportó elementos sobre el presunto encubrimiento de tres oficiales en el encubrimiento del asesinato.
Además, el jefe policial afirmó que la fiscal de Saladillo quiso cerrar el caso 48 horas después del hallazgo del cuerpo con un sospechoso, sobre quien no había pruebas. En la declaración testimonial realizada esta semana, el jefe policial afirmó que, durante una reunión con varios comisarios generales y mayores, la fiscal rechazó investigar otras hipótesis, como la que apuntaba a un amante de la víctima, empresario agropecuario, quien aparecía como el principal sospechoso.
El día que denunciaron la desaparición de Marisol, el 14 de abril de 2014, Abel Oscar Moussompes tenía el cargo de comisario mayor. Cinco días antes había asumido como titular de la Jefatura Departamental 25 de Mayo que tiene jurisdicción sobre Saladillo. Entre sus subordinados estaban el comisario inspector Darío Almendros, el subcomisario Pablo Gallo y el subcomisario Fabián Bergera, que se desempeñaban en la seccional de Saladillo.
Inexplicablemente, el cadáver de la maestra jardinera y madre de tres hijos fue hallado al día siguiente de la desaparición, cerca de una tapera y a pocos metros de la calle por la ella iba habitualmente a hacer una caminata aeróbica y en un lugar que había sido rastrillado y revisado varias veces. Ese terreno abandonado, era frecuentado por Johnatan Bianchi, a quien la fiscal Patricia Hortel, acusó de la presunta responsabilidad en el homicidio de Marisol, a partir de la información que le aportaron los tres oficiales mencionados, que se desempeñaban en la comisaría de Saladillo.
"Los jefes policiales que viajaron desde La Plata tuvieron una entrevista con la doctora Hortel. Estuve en esa reunión. La fiscal comentó que ya había tomado algunas declaraciones testimoniales y que pediría la detención de Bianchi. Ninguno de los jefes policiales, entre los que me incluía, quería que se cierre la investigación solamente con Bianchi. Pero la fiscal no tomó ninguna de mis sugerencias ni las que aportaron las otras autoridades que estaban allí", expresó el comisario mayor, según detalló a LA NACION una fuente de la investigación.
Ninguno de los testigos aportados por los tres oficiales identificó a Bianchi durante las ruedas de reconocimiento. Ninguno lo vio en la escena del homicidio. Entonces, el juez de Garantías de La Plata, César Melazo, rechazó el pedido de la fiscal para detener a Bianchi.
En la mencionada reunión, según fuentes judiciales, el comisario mayor y los jefes policiales que llegaron de La Plata sugirieron no perder de vista otras líneas de investigación, como las que apuntaban al entorno familiar y a un empresario que posee campos en Bolívar, pero que vive en Saladillo, y que era amante de la víctima.
El nombre de este empresario fue mencionado en esa reunión y las sospechas fueron ratificadas en un informe elaborado por el Gabinete de Homicidios de la policía bonaerense. A pesar de todas las pruebas que lo involucran en el asesinato, ninguno de los fiscales que reemplazó a Hortel lo acusó formalmente.
En su declaración, el comisario mayor afirmó que sus tres subordinados ordenaron suspender la búsqueda de Marisol a las 4 y dispusieron vallar la zona antes del hallazgo del cadáver, concretada cuatro horas después.
Los tres oficiales mencionados por Moussompes aparecen en una investigación encarada por la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense. A pesar de ese sumario, uno de ellos sigue en actividad y fue ascendido.