Asesinan a un diácono en su casa de Temperley y descartan la hipótesis del robo
Un diácono de 52 años fue hallado hoy asesinado en su casa de la localidad de Temperley, envuelto en sábanas, con golpes en la cabeza y varias heridas cortantes, una de ellas, en la carótida. Los investigadores tienen prácticamente descartada la hipótesis de un homicidio en ocasión de robo. Dos vasos y una gaseosa sobre la mesa, la gran mancha de sangre en la cabecera de la cama, en el dormitorio personal, y la ausencia total de rastros de un ingreso forzado son, para los investigadores, indicios claros que conducen la pesquisa hacia el círculo de allegados más cercano a la víctima, según informaron a LA NACIÓN fuentes de la causa.
El hecho fue descubierto pasado el mediodía en Bombero Ariño 829, de Villa Galicia, partido de Lomas de Zamora, donde vivía Guillermo Luquin, de 52 años, empleado bancario y consagrado en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, situada a pocas cuadras, en Nicora y Cerrito, donde realizaba actividades eclesiásticas como diácono.
Preocupado porque no lo había visto en la iglesia, donde debía participar del oficio religioso dominical, Eduardo Nicolás Luquin, de 22 años, fue hasta la casa de su tío para saber qué le había pasado; lo encontró en el piso al lado de su cama, desnudo; en el lecho, a la altura de la cabeza, y en el suelo había una gran mancha de sangre. Había, también, rastros hemáticos por toda la habitación. Llamó urgente al 911 y en cuestión de minutos arribó al lugar una brigada de la comisaría 8a. de Lomas de Zamora.
Según confiaron fuentes de la investigación, a primera vista la escena del crimen lucía ordenada y limpia. El sobrino de la víctima señaló a la policía que, en principio, no faltaban objetos de valor; sí se confirmó que había desaparecido el teléfono celular del diácono.
Los peritos dedujeron rápidamente que el ataque se había concentrado en el cuarto de la víctima, en la cama o a su lado. Un cuchillo de cocina estaba junto al cuerpo. Un velador roto, sobre el sommier. El crimen había ocurrido allí y los signos de lucha evidenciaban que Luquin había intentado defenderse, en vano.
Los legistas de la Policía Científica certificaron que el diácono presentaba varios politraumatismos en la cabeza -quizás, efectuados con aquel velador que quedó roto- y más de cinco lesiones punzocortantes, una de las cuales perforó la arteria carótida de Luquin; esa herida habría sido, según las primeras presunciones, la causa de la muerte, que los peritos estimaron en unas 12 horas previas al hallazgo del cadáver, es decir, en la última hora de ayer o en los primeros minutos del domingo. De esa escena primaria del crimen se levantaron seis huellas dactilares.
La inspección de la vivienda aportó otro elemento que podría ser clave para el avance de la causa: en una mesa de la cocina había una gaseosa y dos vasos servidos, indicio de que Luquin estuvo con alguien poco antes de su horrible muerte. Un juego de llaves quedó colocado en la reja exterior de la casa. Los detectives del caso presumen que quien o quienes mataron al diácono eran personas de su confianza.
Fuentes de la investigación dijeron que familiares y allegados de Luquin refirieron que por su condición de diácono consagrado soltero, era casto y no tenía pareja, lo que, en su opinión, "contradecía las características del hecho".
La fiscalía ordenó a la policía que revise las imágenes de cámaras de seguridad públicas y privadas de la zona. También requirió a la compañía de telefonía celular que prestaba el servicio a la víctima que envíe el registro de llamadas entrantes y salientes para reconstruir las últimas o las más habituales conversaciones del diácono, en busca de probables sospechosos.
El crimen de Luquin generó pesar y consternación entre quienes lo conocían. Desde el Instituto Nuestra Señora del Carmen (INSC) se informó que "ante la muerte del diácono Guillermo Luquin se decreta duelo el día de mañana", lunes, por lo que "se suspenden las clases".
"Los frailes y la comunidad educativa del colegio nos unimos al dolor de la familia de Guillermo y le damos gracias por todo lo que Guillermo realizó en el colegio y la Parroquia Nuestra Señora del Carmen", indicó el establecimiento a través de su página web. "Dale Señor el Descanso eterno y brille para Guillermo la Luz que no tiene fin", finaliza el comunicado del INSC.
A su vez, desde la Unión de Padres del INSC también expresaron su pesar a través de Facebook: "Con mucha tristeza tenemos que informar que ha fallecido nuestro diácono querido, Guillermo Luquin, en un hecho de inseguridad. Haremos llegar por este medio la información, para quienes quieran darle el ultimo saludo. Que descanses en paz Querido Guille."
Según comentarios de quienes lo conocían, Luquin también era empleado del Banco Provincia, que en su cuenta de Facebook había publicado en 2017 un video en el que el diácono resumía su historia como ayudante de firma en la sucursal Temperley. En ese video, el propio Luquin contaba que, como diácono de la comunidad, había casado a muchos compañeros de trabajo, bautizado a los hijos de esos compañeros y los había acompañado en momentos de enfermedad.
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