Asaltos en la Panamericana: "Si esto continúa y nadie hace nada, van a matar a alguien"

Todo estaba muy oscuro. Pero Gerardo Schmidt llegó a advertir entre las sombras el movimiento que hacía uno de los tres jóvenes que estaban parados a pocos metros y aceleró su automóvil Nissan Sentra. Pero no pudo evitar el proyectil. Todo sucedió en milésimas de segundos. De pronto ocurrió el estallido y la lluvia de vidrios despertó a Dolores, su hija menor, que dormía en el asiento del acompañante. La niña comenzó a gritar. Él le acarició la frente para calmarla y advirtió que tenía sangre, pero pensó que no era nada grave y continuó por el corredor Bancalari hasta el Barrio Cerrado Laguna del Sol, donde viven desde hace 13 años.

Pero poco después todo se complicó. Lolita, como todos llaman a la pequeña Dolores, de 10 años, tuvo convulsiones, comenzó a ver todo borroso y se desvaneció. Tuvo que ser intervenida quirúrgicamente en la Clínica y Maternidad Suizo Argentina. No tenía daño cerebral, pero sí una fractura de cráneo y le tuvieron que sacar del parietal derecho pequeños pedazos de huesos rotos y vidrios. En cuatro meses será operada otra vez para ponerle un placa en la zona afectada.

Lolita ahora sonríe y relata el terrible momento que vivió. "Me asusté mucho", dijo a LA NACION. El ataque ocurrió el domingo pasado, a las 0.30, en la rotonda de la ruta 202 y el corredor Bancalari, en límite entre San Fernando y Tigre. La niña fue golpeada con un pedazo de adoquín. No fue el único caso en la zona esa noche, pero sí el más grave. Por lo menos hubo otros tres hechos. La intención de los delincuentes es que los automovilistas se vean obligados a detener la marcha y robarle objetos de valor.

El corredor Bancalari, que va desde la ruta 202 hasta Benavídez, en Tigre, comunica nueve barrios cerrados y countries: Pacheco Golf, Talar del Lago I y II, Talar de Pacheco, Laguna del Sol, Santa Bárbara, El Encuentro, La Comarca y la ciudad pueblo Nordelta.

Movilización

El año pasado, ante una serie de ataques a automovilistas, vecinos de distintos barrios cerrados y countries del corredor Bancalari se movilizaron para pedir mayores medidas de seguridad.

Fuentes de la Municipalidad de Tigre dicen LA NACION que, desde el año pasado, en forma permanente, un móvil y cuatriciclos del Centro de Operaciones Tigre (COT) patrullan el corredor vial en forma preventiva.

"Estamos indignados, a mi me astillaron el parabrisas el año pasado, gracias a Dios sin lastimar a nadie. Me da mucho miedo lo que está pasando, y el hecho de estar obligados a usar ese corredor y dar vuelta a esa rotonda mil veces por día", dijo María, otra vecina.

El ataque del que fue víctima Dolores Schmidt puso en alerta una vez más a todos los vecinos. Hay preocupación y miedo por lo que pueda suceder si las autoridades no tomar cartas en el asunto.

"Pasó lo que sabíamos que iba a pasar si no hacían nada. Realmente, no hicieron nada. Los que tiraban piedras lo siguen haciendo. Nos da bronca. Tenemos la sensación de que nos podíamos haber pasado a nosotros. Si esto continúa y nadie hace nada, lo más probable es que algún día maten a alguien", sostuvo a LA NACION Inés Achával, que también es vecina del barrio cerrado Laguna del Sol.

Achával fue de las personas que el año pasado se movilizó para buscar medidas de seguridad después de que una piedra le reventara el parabrisas delantero.

Por el ataque y la herida de su hija, Schmidt tuvo que hacer la denuncia en la comisaría de Virreyes, en San Fernando.

"Los delincuentes ni deben tener en cuenta el daño que le hicieron a mi hija. Fue horrible la situación que vivimos. Los primeros días, cuando contaba lo que había pasado, me quebraba y lloraba", afirma Schmidt, de 57 años.

Desde la Municipalidad de San Fernando explican que aumentarán los controles preventivos en la zona para prevenir nuevos hechos. Después de los ataques del año pasado, según los voceros consultados, hubo un destacamento de seguridad móvil que tenía cámaras de seguridad.

"Nuestra intención es que se pueda instalar una destacamento fijo. Trataremos de tener reuniones con autoridades del Ministerio de Seguridad bonaerense, que en definitiva son los responsables de brindar la seguridad", explica a LA NACION Pedro Mercado, consultor externo de seguridad de Laguna del Sol.

Schmidt cree que la intención de los delincuentes era que el pedazo de adoquín pegara en el parabrisas delantero, no en la ventanilla del lado del acompañante.

Zona estratégica

"El lugar desde donde nos tiraron el proyectil es una zona estratégica porque por la rotonda estás obligado a disminuir la velocidad. Encima en el momento del ataque había mucha oscuridad, parecía una cueva. Yo sólo llegué a advertir el movimiento de la mano y aceleré. Después hubo un estallido y volaron los pedazos de vidrios, pero buscaba el la piedra y no encontraba nada. Lo hallé dos días después en el asiento trasero", recordó el padre de la víctima. Si bien Schmidt sabe que la noche del sábado y madrugada del domingo hubo otros tres hechos similares, la única denuncia policial fue la que hizo él.

"Ojalá que se pueda solucionar el problema social, pero mientras tanto deben frenar esta violencia", afirmó el hombre, mientras que con su mujer Dolores, abrazan y acarician a Lolita, la menor de sus cinco hijos.

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