Arrestaron a un sospechoso por el sangriento robo en Río de Janeiro que provocó heridas al exsecretario de Turismo de Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- La Policía Civil de Río de Janeiro detuvo a Sandro da Silva Vicente, alias “Sandrinho”, el principal sospechoso de haberle disparado hace una semana a Gastón Burlón, el exsecretario de Turismo de Bariloche que permanece en terapia intensiva.

La jueza Alessandra da Rocha Lima Roidis dispuso la detención por 30 días de Sandrinho. El hombre, que vive en la comunidad de Prazeres, tiene más de 20 antecedentes penales.

Además, miembros de la Delegación Especial de Apoyo al Turismo (Deat), a cargo de la investigación, identificaron a tres hombres que habrían participado del ataque en la Zona Norte de Río de Janeiro. Se trata de Cláudio Augusto dos Santos (conocido como Jiló), Tiago de Oliveira y Raphael Corrêa Pontes (alias De Lara). Y hay un quinto sospechoso que estuvo involucrado en el intento de asesinato pero todavía no ha sido ientificado.

Tal como informaron las autoridades, la detención de Sandrinho es “fundamental para la continuidad y el éxito de las investigaciones policiales, ya que permitirá la recolección de nuevas declaraciones, la elaboración de informes, la producción de informes de imágenes, así como la identificación del otro individuo que se acercó al grupo”.

En tanto, si bien desde el Ministerio Público de la ciudad brasileña habían solicitado la detención de todos los sospechosos, la jueza consideró que no hay pruebas suficientes en los casos de Dos Santos, De Olivera y Corrêa Pontes.

Burlón –que hace un año asumió como presidente de la Cámara Argentina de Turismo Estudiantil– estaba de vacaciones en Río de Janeiro con su pareja, la actual secretaria de Turismo de Salta, Nadia Loza, sus dos hijos y la novia de uno de sus hijos.

“En nuestro primer día recorriendo Río, Gastón manejaba un vehículo alquilado y nos dirigíamos al Cristo Redentor. Al lado de él, iba Agustín, su hijo mayor, y, atrás, Santiago (hijo menor), Micaela (novia de Agustín) y yo. Seguíamos las indicaciones del GPS como tantas otras veces lo hacemos y, alrededor de las 14.30, doblamos por una calle angosta y empinada de Santa Tereza en la que no vimos nada fuera de lo común”, contó Loza.

Agregó que “sorpresivamente” aparecieron dos personas apuntándolos con armas a ambos lados y realizaron cuatro disparos, provocando la pérdida del control del auto y el choque contra una pared.

Según el relato de la funcionaria salteña, los siguientes minutos fueron “desesperantes” y el primero en reaccionar fue Agustín, el hijo mayor de Burlón, que se bajó del vehículo alquilado y enfrentó a los delincuentes a los gritos: “Me mataste a mi papá”. Con esa frase, el resto de los ocupantes del vehículo se dieron cuenta de que uno de los disparos había impactado en la cabeza de Gastón. Otro balazo impactó en su tórax.

“En ese momento, vi que respiraba, empecé a gritar que Gastón estaba vivo y Agustín corrió a buscar ayuda pidiendo que llamasen a una ambulancia”, recordó Nadia y añadió: “Todo fue muy rápido, alguien en moto levantó a uno de los delincuentes. Al otro no lo vimos más, pero ya no importaba nada más que salvar a Gastón y tratamos de evitar más pérdida de sangre haciendo presión en la herida”.

La mujer señaló que, 30 minutos después del ataque, llegaron los bomberos que trasladaron a Burlón al Hospital Municipal de Souza Aguiar, mientras que al resto de la familia los llevaron a declarar en una comisaría de la zona.

De acuerdo con la reconstrucción del episodio, cuando se dirigían al Cristo Redentor, Burlón y su familia ingresaron –guiados erróneamente por el GPS– a un camino que conduce al Morro dos Prazeres, comunidad ubicada en Santa Tereza y dominada por el Comando Vermelho, el grupo criminal más antiguo de Brasil.

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