“Arranqué, aceleré y no la vi” y “me la llevé puesta”: las contradicciones del conductor que arrolló a una chica tras una pelea en un boliche en Tigre
Fernando Gómez, quien luego del hecho hizo una falsa denuncia por el robo de su auto, fue indagado por el homicidio Martina Soledad Schiapelli, de 21 años, en El Talar
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“Arranqué, aceleré y no la vi”. Eso afirmó Fernando Gómez en su intento de defenderse de la imputación por el homicidio de Martina Soledad Schiapelli, la joven de 21 años que murió después de haber sido arrollada y arrastrada por casi 200 metros en las cercanías de un boliche de Tigre.
Gómez, de 34 años, fue indagado por la fiscal Karina Bianchi, a cargo de la investigación. Por momentos, según pudo reconstruir LA NACION de fuentes judiciales, sus afirmaciones fueron contradictorias.
“El imputado llegó a decir que después de arrancar y acelerar no vio a la víctima y que fue un motociclista quien le avisó, pero en otro momento de su declaración afirmó ‘me subí al auto y me la llevé puesta’”, explicaron fuentes al tanto de la indagatoria de Gómez.
El acusado admitió haber hecho la falsa denuncia de que le habían robado el auto Fiat Palio gris patente FAP187 con el que atropelló y arrastró a la víctima, vehículo que finalmente apareció incendiado en San Miguel.
“Gómez dijo que después de irse de la zona del boliche Tropitango, en El Talar, Tigre, se asustó y como tenía un poco de nafta prendió fuego el auto”, agregaron las fuentes consultadas.
El domingo a las 8.56, tres horas y media después de haber arrollado a la víctima, Gómez hizo una denuncia por robo automotor en la comisaría 3ª de José C. Paz. En la presentación sostuvo que dos delincuentes le habían sustraído a punta de pistola el Fiat Palio y su teléfono celular.
Gómez está imputado por homicidio en concurso real con falsa denuncia y lesiones leves, por los golpes que sufrió el novio de Schiapelli. La fiscal Bianchi pidió que el estado de aprehensión que pesa sobre el sospechoso se convierta en detención. La decisión ahora está en manos del juez de Garantías de San Isidro Diego Martínez.
Hay un segundo imputado. Se trata de un sobrino de Gómez, Axel Ezequiel Roldán, de 23 años. Está imputado por lesiones leves, un delito excarcelable. En su declaración indagatoria sostuvo que el día del crimen no fue a Tropitango y tampoco regresó a su casa en el Fiat Palio con el que fue arrollada la víctima, pero no quiso responder preguntas de la fiscal Bianchi.
Gómez sostuvo que todo sucedió en un momento en que salió del boliche. Roldán y otro sobrino suyo discutían con un joven y su novia y él intercedió porque su mujer había recibido un “golpe con un cascote”. Después de eso llegaron sus afirmaciones contradictorias: “Arranqué, aceleré y no la vi” y “me subí al auto y me la llevé puesta”. Si no la había visto, ¿cómo sabía que se la había “llevado puesta”, entonces?
Como informó LA NACION, el trágico suceso se produjo entre las 5.15 y las 5.20 del domingo en la salida del boliche Tropitango. El novio de Schiapelli fue atacado con un caño de hierro. La joven también fue golpeada.
Después de los golpes, los agresores se subieron al Fiat Palio gris y arrollaron a Schiapelli, para después darse a la fuga.
En un primer momento, la investigación estuvo a cargo del fiscal José Amallo y de personal de la Superintendencia de Seguridad Región AMBA Norte I, conducida por el comisario mayor Lucas Borge.
“Lo primero que se hizo, a partir de las filmaciones obtenidas, fue tratar de identificar la chapa patente del vehículo, pero en las primeras grabaciones que se consiguieron no se podía ver claramente la matrícula y en la fuga el agresor no pasó por ninguna cámara lectora de patentes. Finalmente, tras un exhaustivo análisis, se logró tener el registro y saber a nombre de quién estaba el auto con el que fue arrollada la joven”, sostuvo un investigador.
Según la información de la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor y de Créditos Prendarios (Dnrpa), el auto estaba a nombre de una mujer identificada como Liliana Sosa y figuraba como autorizado a utilizarlo Fernando Gómez.
El fiscal Amallo decidió revisar si el automóvil tenía pedido de secuestro vigente y ahí surgió el dato de que el domingo, a las 8.56, Gómez había hecho una denuncia por robo en la comisaría 3ª de José C. Paz. Pero, poco después, los detectives policiales y judiciales determinaron que se trataba de una falsa denuncia.
“Las filmaciones del interior de Tropitango demostraron que Gómez y Sosa estuvieron en horas de la madrugada en el boliche. Además, del análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona se determinó que el Fiat Palio gris patente FAP187 estuvo estacionado en cercanías del local bailable desde las 0.45 [del domingo]. Es claro que la denuncia de Gómez no coincide con la realidad”, dijeron fuentes policiales que participaron de la investigación.
El rastro del vehículo se perdió en el partido de San Miguel. “La última filmación fue obtenida por una cámara municipal en Primera Junta y Ruta 8″, sostuvo un detective policial.
El auto, finalmente, fue hallado incendiado en Florencio Sánchez y Discépolo, en la zona oeste de San Miguel. Gómez fue detenido la madrugada del lunes y a la tarde fue indagado.
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