Apagaron un incendio y descubrieron un brutal doble homicidio: un cadáver con 170 puñaladas y una mujer ahorcada
El miedo y el peligro no los paralizaron, e intentaron hacer algo para que el incendio no se expandiera. Pero no lo lograron: las llamas solo pudieron ser sofocadas por los Bomberos de la Ciudad, que llegaron por una llamada de auxilio. Cuando el siniestro fue controlado se descubrió algo peor: un brutal doble homicidio; las víctimas, un presunto dealer y estafador, y su mujer.
La autopsia determinó que el cuerpo de Alexis Ferreira, de 22 años, tenía 170 heridas de arma blanca. Para matarlo fueron utilizados dos cuchillos. Su pareja, Rocío Micaela Benítez Salaya, fue ahorcada con un cable. El fuego, según informaron fuentes judiciales y policiales a LA NACIÓN, fue iniciado para intentar borrar cualquier rastro que incriminara a los asesinos.
El doble crimen fue descubierto en horas de la madrugada del 3 de este mes en un departamento del primer piso de un PH situado en Fernández 1767, en el barrio porteño de Parque Avellaneda. Ferreira y Benítez Salaya fueron asesinados entre las últimas horas del 31 de enero y los primeros minutos del primer día de este mes.
Los homicidas convivieron con los cuerpos hasta que decidieron prender fuego el inmueble, dedujeron los investigadores.
El móvil del doble crimen tendría vínculos con los negocios ilegales que llevaba adelante Ferreira, según la hipótesis que tienen los detectives policiales y judiciales del caso. En una de las habitaciones los investigadores encontraron una heladera en la que alguien escribió la palabra "traidor".
Los cadáveres estaban en cada una de las dos habitaciones del inmueble, debajo de dos colchones que habían sido cubiertos con basura y otros objetos.
En una primera etapa, la causa estuvo a cargo de la jueza en lo criminal y correccional porteña Alejandra Provítola. La magistrada y su equipo, con la colaboración de detectives de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, lograron identificar y detener a dos presuntos partícipes del doble homicidio.
Esos sospechosos aprehendidos fueron identificados por fuentes policiales y judiciales como Max Javier Funes, argentino, y Camilo José Rimsky Techera, uruguayo, ambos de 19 años.
La primera pista para llegar hasta ellos se consiguió gracias a un error de uno de ellos. En el patio del PH Rimsky Techera dejó olvidado un bolso con ropa, dos balanzas de precisión y su pasaporte.
"Era evidente que quería fugarse. Pero después de prender fuego el lugar dejó olvidado su bolso", explicó una calificada fuente del caso.
Según pudieron reconstruir la jueza Provítola y los detectives policiales, el joven uruguayo "trabajaba" para Ferreira.
Uno de los negocios ilegales atribuidos a Ferreira, según fuentes con acceso al expediente, eran las estafas a personas que compran y venden artículos a través de conocidos portales de internet.
"Rimsky Techera era la cara visible de esas estafas. Entonces, como su exposición era mayor, le exigió un porcentaje mayor de las ganancias. En medio de la disputa, el joven y sus amigos cometieron el doble homicidio", explicaron fuentes de la Policía de la Ciudad.
Los voceros consultados no descartaron que el móvil haya tenido vinculación con el negocio de la venta de drogas, que también habría manejado Ferreira.
"Los vecinos de la víctima vieron a Rimsky Techera hacer una especie de mudanza. Eso ocurrió después de los homicidios y antes de incendio. Es decir que habría convivido unos días con los cadáveres. Suponemos que las cosas que se llevó del inmueble eran los elementos que utilizaban para estirar y fraccionar la droga que vendían", especuló un investigador del caso.
Además del bolso abandonado, otras pistas llevaron a los detectives de la Policía de la Ciudad hacia el uruguayo y su presunto cómplice. Vecinos aportaron datos fisonómicos de Rimsky Techera y relataron, también, que la noche anterior al doble crimen lo habían visto con otras dos personas de su edad.
El primero de los detenidos fue Funes. Fue apresado por la Policía de la Ciudad en Villa Soldati. Antes de ser esposado, según fuentes policiales, les relató a los detectives que habían llegado hasta su casa cómo fue el doble homicidio; admitió que había participado él junto con Rimsky Techera y otro joven que sería menor de edad.
El uruguayo fue detenido cuando estaba por entrar en una casa del barrio porteño de Villa General Mitre.
A la hora de las indagatorias, Funes y Rimsky Techera se negaron a declarar y quedaron detenidos. Como el tercer sospechoso es menor de edad, la jueza Provítola debió declinar la competencia y la causa recayó en el juez de menores Gonzalo Oliver de Tezanos.
En la tarde de hoy, por orden del juez De Tezanos, la Policía de la Ciudad detuvo al menor sospechado de haber participado de los hechos.
Fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño resaltaron el trabajo hecho por la jueza Provítola, que permitió dar con los presuntos dos de los presuntos autores del hecho.
"Si este tipo de homicidios no se resuelven en los primeros diez días el paso del tiempo ayuda a la impunidad", dijo una calificada fuente del caso.
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