Anulan la condena a 25 años de prisión a un policía que mató a quemarropa a dos motochorros
Además, la Corte Suprema de Santa Fe dispuso que otro tribunal se haga cargo de emitir una sentencia más leve o la absolución
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LA NACION
La Corte Suprema de Justicia de Santa Fe anuló la condena de 25 años de prisión que recibió el policía Luciano Nocelli por el asesinato de dos motochorros en 2019 en Rosario durante un robo. De esta manera revirtió la decisión de las dos instancias anteriores y solicitó que un nuevo tribunal juzgue al uniformado.
En mayo de 2019 durante un robo a una mujer, el efectivo les disparó a quemarropas a dos delincuentes provocándoles las muertes. En 2022, durante el proceso de juicio oral, fue acusado de doble homicidio agravado al incurrir en un exceso en la legítima defensa, por lo que fue sentenciado a 25 años de cárcel.
Dicho fallo fue confirmado en segunda instancia, pero este martes la Corte Suprema provincia anunció que quedan anuladas ambas resoluciones. La decisión fue por cinco votos a favor, sin la firma del ministro Daniel Erbetta.
Además, dispuso que otro tribunal se haga cargo de emitir una sentencia más leve contra Nocelli o su absolución.
En una audiencia, ocurrida esta tarde, la jueza María Trinidad Chiavrera, dispuso la liberación del oficial hasta que se haga un nuevo juicio.
El recorrido judicial del caso
En el 2022 el oficial del Comando Radioeléctrico de Rosario fue condenado a 25 años de prisión por matar a tiros a dos sospechosos que escapaban en una moto tras cometer un robo en una calle de esa ciudad en 2019. Nocelli, fue condenado a cumplir esa pena al ser hallado culpable del delito de “doble homicidio agravado por tratarse de un miembro de una fuerza de seguridad”.
La sentencia había dido dictada por el tribunal integrado por los jueces Román Lanzón, Carlos Leiva y Mariano Aliau, por el hecho ocurrido el 21 de mayo de 2019, en el que fueron asesinados Jimena Gramajo, de 25 años, y Adrián Rosasco, de 35 años.
De acuerdo a la pesquisa, el hecho sucedió en las calles 27 de Febrero y Buenos Aires, cuando Nocelli participó de la persecución de dos motochorros que huían tras robarle la cartera a una mujer en la vía pública.
En ese contexto, el policía disparó contra la mujer que huía, Gramajo, quien resultó herida y debió ser trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde finalmente murió.
A su vez, los disparos desestabilizaron la moto en la que también iba Rosasco, quien cayó a la calle y quedó tendido en el piso, donde Nocelli le efectuó tres disparos que le provocaron la muerte poco después en el mismo centro asistencial donde fue atendida Gramajo.
De la persecución de ambos delincuentes también participó un compañero del exoficial condenado, Hugo Leone, quien recibió un disparo por parte del motochorro Rosasco cuando este se encontraba en el suelo, antes de ser baleado por Nocelli.
La secuencia quedó registrada en las cámaras de seguridad de la zona, en la que se observa que previamente Leone alcanza a golpear a Rosasco, lo que en su momento motivó al fiscal de la unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, a pedir una condena de 3 años de prisión para Leone, quien finalmente fue absuelto.
La interpretación de los jueces inferiores
El tribunal había considerado que la respuesta armada inicial de los policías “estuvo plenamente justificada, sea por legítima defensa o cumplimiento del deber”, objetaron que Gramajo recibió un disparo por la espalda, según reportaron medios locales.
La mujer cayó y entonces recibió otro disparo -también por la espalda- y a corta distancia.
Además, según precisaron los magistrados, cuando Rosasco llevaba unos segundos “caído, malherido, de espaldas, a más de un metro del arma que portaba, se acerca Nocelli caminando y le efectúa al menos dos disparos sobre su espalda”.
En este sentido, el tribunal entendió: “[El delincuente] se encontraba prácticamente inmóvil y sin posibilidades de usar el arma”.
“En este análisis debe evitar caerse en situaciones pendulares, a todo o nada, en donde marcar límites a las actuaciones de las fuerzas de seguridad es considerado por algunos como atarla de manos mientras que permitirle el uso de la fuerza es considerado por otros como otorgarle indemnidad para realizar los más atroces excesos”, señalaron en el fallo al que accedió La Capital.
Y añadieron: “Si el sistema jurídico aceptara conductas como las de Nocelli todos los ciudadanos estarían expuestos a que cualquier error de apreciación o de interpretación de los hechos provoque consecuencias irreversibles con un costo injustificado de vidas humanas”.
Así, según los jueces, lo que comenzó como un accionar justificado finalizó fuera de la ley. “En el momento final en que Nocelli efectúa los disparos ya no había peligro para terceros ni tampoco para los agentes que autorizara las detonaciones a quemarropa”, expresaron.
“Siento que la condena es injusta, así como yo me defendí él también se defendió”, dijo al salir absuelto el policía Leone.
Los abogados defensores de Nocelli reclamaron la absolución y adelantaron que apelarán el fallo.
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