Aníbal Fernández analizó con Marcelo Saín la situación en Rosario
El ministro de Seguridad prepara un nuevo plan para el empleo de las fuerzas federales en Santa Fe
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Con 143 homicidios este año y 18 registrados este mes en medio de una ola de violencia narco, la situación en Rosario representa una urgencia en la seguridad pública. Tres de las conversaciones más importantes que sostuvo el ministro Aníbal Fernández desde el pasado lunes se enfocaron al diseño de una forma diferente de emplear en esa ciudad el despliegue de fuerzas federales. El gobernador santafesino, Omar Perotti, ya pasó por su despacho para pedir asistencia. Poco después, los jefes de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria dieron su opinión sobre lo observado por su personal en el terreno. Y esta tarde visitó el edificio de la calle Gelly y Obes uno de los hombres que más conocen a los clanes rosarinos: Marcelo Saín.
“El déficit que teníamos es Rosario era la coordinación del trabajo de seguridad, con la llegada de Aníbal Fernández ahora hay una conducción política de las fuerzas federales y no solo buenas intenciones”, comentó el exministro santafesino que tienen un importante rol en este tema, ya que está a cargo del Organismo de Investigaciones, que depende del Ministerio Público de la Acusación.
Saín y Fernández tienen una larga relación y ese conocimiento mutuo permitió que la dinámica del encuentro en el Ministerio de Seguridad de la Nación no tuviese obstáculos protocolares. Quienes participaron de la reunión afirman que Saín expuso un crudo análisis de la situación en Rosario.
“Tenemos una vieja y afectuosa relación con el ministro Fernández desde que Néstor Kirchner me encargó la creación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria”, aclaró Saín tras el contacto con el funcionario que asumió el pasado lunes la dirección de las políticas nacionales frente al delito.
Y agregó: “Todos saben que soy bastante crítico de la policía de Santa Fe, porque es una fuerza que perdió el control del territorio. Y cuando una policía pierde el control del movimiento de mercaderías y personas no puede hacer bien su trabajo. El problema más serio que tiene la policía de Santa Fe es el deterioro en la formación y la desidia, que es más perniciosa incluso que la corrupción”.
En los próximos días, el ministro Fernández anunciaría el plan que desarrollarán las fuerzas federales para colaborar con la policía provincial en este período de aumento de la violencia narco. En principio, no sería un envío masivo de unidades adicionales -posiblemente, si un refuerzo a pedido del gobernador Perotti-, sino la utilización de esos recursos en forma diferente, con mayor peso en las zonas más peligrosas, la coordinación de patrullajes con los efectivos provinciales y el agregado de nuevos actores, como la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) para intentar poner freno a la circulación de dinero que da poder a los clanes.
Según fuentes oficiales están asentados en Rosario más de 2500 efectivos de Policía Federal, Gendarmería y Prefectura, además de 5430 agentes provinciales. El real funcionamiento de un comando operativo conjunto sería una de los próximos pasos.
Sin anticipar medidas que empiezan a estar en la carpeta del ministro, Saín marcó su posición sobre la necesidad de un uso más efectivo de la cantidad de agentes que ya están en Rosario: “La cantidad de fuerzas federales desplegadas en el terreno no es el tema importante, sino que es fundamental saber como usar ese recurso. Si se analizan los homicidios en Rosario puede observarse que se producen en solo el 13 por ciento del territorio.
“El problema en Rosario es que hace tiempo dos clanes, Los Monos y Alvarado, regentean la vida criminal en la ciudad con sus primeras y segundas líneas en prisión. Eso hace que la disputa en el terreno se resuelva a manos de soldaditos que están solo preparados para usar las armas en una sucesión de venganzas cruzadas. Entonces tenemos a la policía que no controla el territorio y bandas que tampoco lo hacen porque no se impone una sobre otra fuera de sus propias barriadas”, señaló.
Esas luchas cruzadas entre bandas que se desprenden de los dos centrales grupos criminales golpean en Rosario con la seguidilla de mortales disparos. El interés nacional por la situación en una provincial queda en claro al observarse la estadística publicada esta semana por el Ministerio de Seguridad. La tasa de homicidios en Santa Fe en 2020 alcanzó los 9,9 casos cada 100.000 habitantes. Es la más alta del país y casi duplica la de la provincia de Buenos Aires (5,2) y está lejos de la expuesta por la ciudad (3,9). La violencia narco es la clave de esas cifras.
“Cantero, el líder de Los Monos, tiene condenas para no caminar nunca más por la calle, mientras que Alvarado se encamina, me atrevo a decir, a recibir también prisión perpetua. Están en la cárcel por el trabajo de la justicia provincial, porque hay que decir que en Santa Fe la Justicia federal se ve lenta y sin ganas”, comentó Saín.
Para el titular del Organismo de Investigaciones del Ministerio de la Acusación de Santa Fe, la incorporación de la UIF en una especie de taks force contra el narcotráfico en Rosario permitirá avances para desmantelar el poder económico de esos detenidos jefes de clanes “La plata que mueve el narcotráfico, que es mucha, no se queda en los barrios carenciados donde se produce el negocio, sino que se lava en estructuras financieras que en el tiempo en que se secó la plaza de la soja tomó sin problemas el dinero narco”
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