Amenazas a un colegio: tras la nota de LA NACION, el alumno acusado buscó en Internet datos del fiscal que lo investigaba
El adolescente, de 16 años, envió ocho correos electrónicos intimidatorios en los que se advertía sobre la supuesta presencia de explosivos en el establecimiento educativo de San Isidro, donde cursa el secundario
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A las 22.43 hizo click en la nota de LA NACION titulada Los explosivos van a detonar: por quinto día, un colegio de San Isidro recibió un mail con una amenaza de bomba. Fue el 9 de marzo. Después, con una diferencia de tres minutos, hizo una frenética búsqueda en redes sociales y en Google. El sospechoso, de apenas 16 años, se interesó especialmente en información sobre la Unidad Fiscal Especializada en Investigaciones de Ciberdelito (Ufeic) de San Isidro y el fiscal Alejandro Musso, a cargo de la investigación de los mensajes intimidatorios.
Así surge del análisis hecho por el gabinete forense de la Ufeic sobre una notebook secuestrada durante un allanamiento hecho por detectives de la policía bonaerense en la casa donde el sospechoso vive con su familia, situada en Martínez, San Isidro.
“Una vez iniciado el sistema operativo en el escritorio se observa la existencia da la aplicación StarVPN, utilizada para enmascarar la dirección IP del usuario, como así también una carpeta de nombre Proyectos Web, que tenía un archivo en formato .html y al ser ejecutado reveló un listado de 30 mails correspondientes a los dominios Gmail.com, Outlook.com, Riverside.edu.ar, Proton.me y Protonmail.com. Resaltando, entre ellos, las direcciones de mails xxx [el nombre real se preserva porque el alumno investigado es menor de edad] @riverside.edu.ar, siendo esta la dirección oficial de mails destinada al investigado con fines educativos, y br100xd@proton.me, la cual fue utilizada para realizar una de las amenazas al establecimiento educativo”, se afirmó en el informe, al que tuvo acceso LA NACION.
El adolescente imputado es alumno del prestigioso colegio Riverside, situado en Acassuso, San Isidro. La investigación comenzó tras la primera amenaza recibida el 5 de este mes por correo electrónico. “Los explosivos van a detonar”, decía, entre otras palabras, el texto intimidatorio.
La Ufeic dispuso una “batería de medidas de prueba para recopilar evidencia digital de servidores extranjeros”. A partir de esos datos se determinó el origen de los correos electrónicos con amenazas y, en consecuencia, se habilitó el allanamiento a la casa situada en Martínez, donde los policías secuestraron dispositivos electrónicos y un revólver calibre 38, un M1 Garand –rifle oficial del Ejército norteamericano en la Segunda Guerra Mundial–, una carabina 22 y un fusil de tiro táctico calibre 22″.
Según el análisis hecho por el gabinete forense de la Ufeic, el 9 de marzo pasado, cuando LA NACION publicó la primera nota del caso, hubo una intensa búsqueda en redes sociales y en Google.
A las 22.43 de esa noche se hizo click en la citada publicación. Por ejemplo, a las 22.45, en Google se buscó información sobre la Ufeic y, en Linkedin, data sobre Denis Ariel Banchero, auxiliar letrado de la fiscalía. Un minuto después se hizo lo mismo en Google y Linkedin, pero el objetivo fue el fiscal Musso.
Hubo “múltiples búsquedas relacionadas con la Ufeic de San Isidro, el agente fiscal Musso y el auxiliar letrado Banchero, que conducen esta investigación”, se afirmó en el análisis hecho por el gabinete forense.
Como el imputado es menor de edad, el fiscal Musso declinó la competencia en el fuero penal juvenil de San Isidro. También se dispuso la intervención de la Justicia de Familia para un seguimiento o tutela del menor y se le dio aviso a la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac) para que se le retire las credenciales de legítimos usuarios de armas de los padres. El padre del chico es doctor en Psicología y profesor universitario.
“Se acreditó la responsabilidad del alumno del colegio en las amenazas enviadas por correo electrónico”, informó una calificada fuente judicial.
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