Alquilaron unas cabañas en un paradisíaco destino de nieve para preparar el tráfico de 783 kilos de cocaína
El cargamento de droga fue secuestrado en Caviahue, en Neuquén, en un operativo hecho por personal de la Gendarmería Nacional
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LA NACIONGabriel Di Nicola
Llegaron a Caviahue, en Neuquén, en grupo y alquilaron unas cabañas. Se movilizaban en camionetas 4x4. Parecían turistas que disfrutaban de un paradisíaco destino de nieve. Pero, el viaje, en realidad, era parte de un plan criminal para sacar del país, hacia Chile, un cargamento de 783 kilos de cocaína, valuado en 15.000.000 de dólares. La banda, sin saber que estaban tras sus movimientos, quiso aprovechar el partido que la Argentina le ganó por penales a Ecuador por los cuartos de final de la Copa América, para “mover” la droga. Pero fue sorprendida por personal de la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval que decomisó los estupefacientes y detuvo a siete sospechosos. Un octavo integrante de la organización criminal fue apresado en Buenos Aires.
La sospecha de lo investigadores es que, una vez en Chile, la organización criminal iba a intentar traficar la cocaína a Europa por el océano Pacífico. Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales y del Ministerio de Seguridad de la Nación.
El denominado operativo Infierno Blanco es una investigación que tuvo su génesis en abril de 2020, cuando en Marbella, en España, fueron secuestrados 1465 kilos de cocaína ocultos en departamento, cargamento que había sido transportado en un velero llamado Thorben y, en junio de 2022, el decomiso de 1548 kilos de la misma droga, casi 660 en el vestidor de una casa de un country de Canning y 889 en una cabaña con muelle en Escobar.
Ahora, los investigadores estaban tras los pasos de Gerardo Salinas e Ileana Bolzán, tripulante del Thorben en el viaje a Marbella. Esa embarcación, con el nombre de Arhoa, fue noticia en España cuando en pleno Mundial de Qatar 2022 secuestraron 56 kilos de MDMA
“Se hará hincapié en el rol de Bolzán y Salinas, dos protagonistas de la pesquisa cuyas actividades eran monitoreadas hace tiempo en el entendimiento de que estaban vinculados con maniobras ilícitas ligadas a la narcocriminalidad. Los acontecimientos desencadenados recientemente han confirmado esa sospecha, al mismo tiempo que nos han permitido identificar a otros sujetos involucrados en esas actividades”, sostuvo Patricia Cisnero, fiscal coadyuvante de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) en un dictamen donde le solicitó al juez federal de Lomas de Zamora Ernesto Kreplak los allanamientos que derivaron en el secuestro de los 783 kilos de cocaína en Caviahue.
“Sabíamos que Bolzán estaba vinculada al tráfico marítimo y que estaba por hacer un trabajo con Salinas, pero de pronto la banda comenzó a viajar al sur, específicamente a Caviahue”, explicó a LA NACION un detective del caso.
Los sospechosos planearon todo para pasar como turistas. Alquilaron cabañas y motos para andar en la nieve. “El 28 de junio hicieron una excursión y llegaron a la frontera con Chile, suponemos que fue para explorar la ruta y ver cómo sacar la cocaína a Chile”, explicaron las fuentes consultadas. Después volvieron a Buenos Aires.
Parte de la banda volvió a Caviahue la semana pasada. Era el momento elegido para pasar la cocaína a Chile. “Poco, antes del inicio del partido de la Argentina [los cuartos de final de la Copa América contra Ecuador]y aprovechando esa circunstancia en la confianza de que habría menos gente pendiente de sus movimientos en la vía pública, parte de la banda se dirigió en una camioneta Jeep desde Zapala hacia Las Lajas, primero, y luego hacia Caviahue. Arribaron prácticamente en simultáneo con el inicio del partido”, se explicó el citado dictamen firmado por Cisnero.
En Caviahue la camioneta Jeep se acercó a otra 4x4, un Toyota Hilux. “Se observó un movimiento extraño de esos vehículos y las personas que los rodeaban. Los rodados se acoderaron y acto seguido se advirtió cómo varias personas realizaban movimientos sospechosos en la parte trasera de aquellos. Consecuentemente, en mérito a los antecedentes de la investigación, la nocturnidad del momento, las condiciones climáticas adversas, la cercanía del lugar con la zona de frontera y las sospechas que habían justificado hasta ese momento las tareas de investigación, los efectivos de Prefectura Naval y la Gendarmería Nacional se acercaron a los vehículos. Fue en ese momento que se observó en la caja de una de las camionetas la existencia de varios bolsos de tamaño medio. Inmediatamente, se retuvo a las personas que se encontraban en el lugar y se secuestró el cargamento de cocaína”, según el expediente judicial.
La mayor cantidad de la droga secuestrada, 490 panes o ladrillos, fueron secuestrados en la camioneta Toyota Hilux. Otros 210 en una camioneta Mercedes Benz Sprinter. Ahora los investigadores intentan reconstruir cómo llegó la cocaína hasta Caviahue.
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