Alerta en Lobos. Ola de robos, denuncias de "zona liberada" y marchas de protesta
Vecinos de Lobos están en alerta por la inseguridad, tras una serie de asaltos que, afirman, fueron cometidos por la misma banda. Hubo cuatro robos en menos de un mes: tres de ellos, en zonas rurales de la localidad, y uno, en una casa de la zona residencial de la Laguna de Lobos. En todos los casos, tres delincuentes tomaron de rehenes a sus víctimas y las amenazaron con armas de fuego. Los pobladores de este partido situado a poco menos de un centenar de kilómetros de la Capital denuncian que hay una "zona liberada" y en la víspera de Navidad se movilizaron hacia la comisaría de la ciudad para pedir respuestas.
El primer hecho de la seguidilla ocurrió el lunes 30 de noviembre entre las 20.30 y las 22. "La Magnolia", un campo ubicado en la localidad de Salvador María, fue el objetivo de tres delincuentes armados que entraron en una Toyota Hilux negra y redujeron al personal del establecimiento. Los delincuentes los mantuvieron de rehenes y tuvieron el tiempo suficiente como para acopiar y llevarse todo lo que encontraron a su paso. "Se afanaron todo, hasta diez gallinas", contó una de las víctimas a LA NACION. En el momento del robo, los dueños del campo contaban con un gran monto de dinero, correspondiente al pago del salario de sus empleados; por supuesto, el dinero también fue sustraído.
Siete días más tarde ocurrió el segundo hecho. Sobre la ruta 205, la misma Toyota negra apareció con una cubierta en llanta. Los delincuentes se acercaron hasta un campo cercano para pedir auxilio. Le preguntaron a la mujer del casero si tenía un cricket y herramientas para poder cambiar el neumático. Ella les respondió que no, pero que quizás obtendrían lo que buscaban si se acercaban hasta la segunda tranquera, en la cual encontrarían a Pablo, el dueño del establecimiento.
Mientras los delincuentes circulaban con la cubierta pinchada hasta la tranquera de Pablo, la mujer alertó al dueño del campo y llamó a la policía.
"Me hicieron un cuento extraño", cuenta Pablo, "me pidieron un cricket y herramientas. Les dije que no tenía nada y los mandé hasta el pueblo para que los ayudaran ahí", afirmó.
Ya de noche, y con las luces apagadas, los delincuentes se quedaron al costado del camino, dentro de la camioneta. En ese momento observaron que una posible víctima ingresaba en el campo. Inmediatamente se "pegaron" detrás del auto con la camioneta y las luces apagadas, para pasar inadvertidos. Una vez que llegaron al casco de la estancia, los tres delincuentes armados sorprendieron a su víctima, que estaba dentro del coche con su esposa e hija.
Según testimonios, la situación allí se puso muy violenta. Durante las dos horas que los delincuentes estuvieron dentro de la vivienda amenazaron constantemente a la familia y robaron todo lo que había adentro de la casa. Con total desparpajo, los asaltantes obligaron al dueño del campo a que les colocara la rueda de auxilio en la camioneta.
Dos días después, vecinos de Salvador María, pueblo ubicado a unos cuatro kilómetros de la Laguna de Lobos, advirtieron que la misma camioneta estaba parada en "La Esquina", uno de los históricos y reconocidos negocios de la localidad. Según testimonios, los delincuentes pararon a comprar sándwiches y cerveza. Alertada de los hechos previos, la empleada del negocio llamó a la policía cuando los delincuentes se subieron a la camioneta. Solo unos minutos pasaron cuando los sospechosos notaron que se acercaba una patrulla. Huyeron rápidamente en la Hilux.
Tres días más tarde, con las alertas irradiadas previamente, la policía reconoció el paso de la camioneta por la ruta 205, camino hacia la estancia La Concepción, un lugar muy reconocido de Lobos. Allí, la policía tampoco pudo capturarlos y los delincuentes escaparon nuevamente.
El 17 de diciembre, a las 20.30, tres delincuentes a bordo de un Volkswagen Suran ingresaron en una fábrica de quesos ubicada muy cerca de la entrada de Salvador María. Allí redujeron al personal y tuvieron el tiempo necesario para robar todo lo que encontraron.
En la periferia de la Laguna de Lobos, el 23 de diciembre, una familia fue víctima del último robo. Alrededor de las 9, cuatro delincuentes armados ingresaron en la vivienda de Esteban Grillo, de 52 años, que se encontraba con su padre, Osvaldo, y uno de sus hijos, Lucas, de 29. Los asaltantes golpearon a las víctimas y las ataron; luego revolvieron toda la vivienda y se llevaron 38.000 pesos y 3000 dólares, además de los celulares de los tres y una escopeta, según informaron fuentes policiales. Lucas Grillo sufrió un corte en la cabeza, producto de un golpe aplicado por los ladrones para amedrentarlo. La causa, caratulada como robo agravado y lesiones, es investigada por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N°2 de Saladillo.
Tras los constantes robos, especialmente por la violencia del último, los vecinos de Salvador María, Araucaria y Bahía y Laguna de Lobos se organizaron rápidamente. El 24, a las 10, medio centenar de personas se concentró frente al destacamento para pedir respuestas a la policía. Escucharon las explicaciones, pero siguen teniendo miedo y la sensación de que viven en una "zona liberada" todavía persiste en ellos.
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