Cómo es la técnica para determinar si hay residuos de un disparo en la mano de una persona
Además del barrido electrónico, que se utilizó en la investigación de la muerte de Alberto Nisman, existen otros métodos; los expertos coinciden en que esta prueba no es categórica para determinar si alguien efectuó o no un disparo
El análisis de residuos de disaparo de arma de fuego sirve como indicio orientativo para evaluar si una persona ha efectuado un disparo. Al ejecutar un arma de fuego se producen gases en la combustión que arrastran partículas de distinto tamaño y forma de la pólvora (combustionada parcial o casi totalmente) y que se depositan en las superficies cercanas al lugar del disparo.
Para analizar estos residuos producidos por el disparo sobre una superficie vinculada al hecho, pueden utilizarse diversas técnicas. Sergio Giorgieri, profesor adjunto de Química Analítica Instrumental en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA y director del curso de posgrado "Introducción a las Ciencias Forenses" explica a LA NACION que lo que se intenta determinar es la presencia de tres elementos metálicos: plomo, bario y antimonio, que son componentes del material utilizado en los proyectiles (la pólvora o el detonante) y que aparecen en los residuos del disparo de un arma de fuego.
"Si la prueba da positivo para la presencia de estos elementos, se puede vincular al hecho. Si da negativo significa que no se hallaron residuos, y que si no se conoce bien la procedencia o la historia de la muestra, no se podría decir que no haya disparado. Siempre es mejor un análisis multidisciplinario para la evaluación de los resultados", aclara el experto.
El levantamiento de las muestras se puede hacer sobre cualquier superficie vinculada al hecho, dependiendo de qué es lo que se intenta dilucidar. La palma y el dorso de las manos se utilizan para verificar si ha disparado esa persona o si se ha protegido de alguna agresión. También se pueden analizar las prendas que tenía puesta la persona que habría efectuado un disparo o víctima del mismo.
Giorgieri sostiene que es ilustratitvo y útil el levantamiento de muestras también sobre las superficies aledañas al hecho, para ayudar a determinar con más precisión cómo se compone la escena.
¿Todas las armas dejan residuos?
Marcelo Delorenzi, profesor titular de la Cátedra de Balística de la Diplomatura en Ciencias Forenses de la Universidad del Este, explica que la presencia de residuos en las manos tras un disparo depende del calibre y del tipo de arma.
"La deflagración es directamente proporcional al tamaño o al volumen del cartucho. Un arma calibre 22 es de las más chicas en el mercado, por lo que va a tener una deflagración mucho menor que otras armas, porque combustiona menos pólvora", sostiene Delorenzi.
"Por otro lado depende del tipo de arma. Cada arma tiene un funcionamiento diferente, un sistema de acerrojamiento distinto, que es el cierre que tiene cuando se efectúa el disparo", explica el especialista.
Un arma calibre 22 es de las más chicas en el mercado, va a tener una deflagración mucho menor, combustiona menos pólvora
"En un revólver hay mucha más posibilidad de fuga porque la recámara no está unida, hay una separación para que pueda girar. Por eso hay una fuga de gases a la altura del dedo índice", sostiene Delorenzi. "En cambio en una pistola recámara y cañón son una sola pieza, por lo que no debería haber fuga si el arma está en buenas condiciones", agrega.
"Según las condiciones en que se encuentre el arma permite mayor o menor fuga de gases. Si está en malas condiciones, deteriorada, hay mayor potencial de fuga", detalla Delorenzi y resalta que la calidad del cartucho es fundamental.
De todos modos, el experto aclara que la presencia o ausencia de residuos en las manos no es determinante. "El análisis de la presencia de residuos de un disparo es una prueba orientativa más, pero no es categórica. Que no haya residuos no significa que esa persona no haya disparado. Y que el resultado de positivo tampoco asegura que haya efectuado el disparo", señala Delorenzi.
En el caso del fiscal Alberto Nisman , no se encontraron vestigios de pólvora en sus manos ni en su ropa, por lo que la fiscal Viviana Fein ordenó nuevas pericias al arma calibre 22 de la cual salió el disparo que le provocó la muerte.
Las técnicas
Antes se utilizaba la técnica conocida como Dermotest, que consistía en utilizar un guante de parafina en estado de fusión, o cinta pego, estas se adosaban a la mano que se sospechaba que había efectuado el disparo y luego mediante reactivos químicos se interpretaba la presencia de grupos nitro provenientes de la pólvora. También se utilizaron otras técnicas colorimétricas para observar la presencia de elementos metálicos provenientes del disparo. Estas técnicas no eran muy sensibles y específicas, comparado con las técnicas instrumentales modernas.
En la actualidad se utilizan principalmente tres técnicas: Microscopía Electrónica de Barrido (MEB), Plasma acoplado Inductivamente (ICP) y Absorción Atómica (AA). "No es que una sea mejor que la otra, tienen diferentes características y algunas son más acertadas para determinadas cuestiones, es decir tienen ventajas y desventajas", explica Giorgeri.
La Microscopía Electrónica de Barrido es la que se utilizó en la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Para el levantamiento de la muestra se utilizan unos soportes de carbono adhesivos, que se colocan sobre la superficie a examinar. "Si hay residuos de algún material, quedarán pegados al soporte, que es el que se traslada en forma segura hasta el instrumento a utilizar, y donde se analiza la presencia de granos o partículas que sean compatibles con el residuo de un disparo de arma de fuego", detalla Giorgieri.
El microscopio electrónico permite tener una imagen de muy buena definición para estudiar la forma y el tamaño de los granos, si existiesen", sostiene el especialista. "Este material, si es morfológicamente adecuado, se somete a un haz de Rayos X para determinar la composición química", añade.
Para las otras dos técnicas. el Plasma Acoplado Inductivamente y Absorción Atómica, el levantamiento de la muestra se hace mediante un hisopado, humedeciendo el hisopo en ácido nítrico. Esto se pasa por la superficie a analizar y permite barrer toda la zona obteniendo una buena representación de la muestra. Luego se transforma en una solución para realizar la medida, y determinar la presencia de los metales mencionados. "En ese sentido estas técnicas son más específicas y sensibles que las utilizadas con reactivos químicos", explica Giorgieri. Por otro lado tanto ICP como AA permiten una mejor evaluación cuantitativa, lo que es importante para analizar otros detalles acerca del hecho, como la distancia a la que se efectuó el disparo, etc.", explica Giorgieri.
"No hay duda que el uso de las técnicas analíticas instrumentales, más modernas, son mucho mas precisas y determinantes para evaluar estas circunstancias, y ser más precisos en la conclusión generada", agrega.
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