Alarma en San Isidro por una ola de entraderas violentas
Denuncian 3 por día; ayer asesinaron a una jubilada
Hay grupos de vecinos reunidos en Facebook, otros que se vinculan por WhatsApp, cadenas de mails con infinidad de correos y foros zonales por todas partes. Los vecinos de San Isidro se han empezado a mover masivamente en las últimas semanas frente a una creciente inseguridad y reclaman un freno a la ola de entraderas cada vez más violentas.
Ayer la sufrió María Graziano, una jubilada de 87 años que murió durante la madrugada a raíz de un fuerte golpe en la cara que le dio uno de los delincuentes que ingresaron por una ventana para robar en su casa.
"Esto no da para más", fueron las únicas palabras que Marcelo, el hijo de la mujer, pudo decir a LA NACION detrás de las rejas que cubren la entrada de la vivienda de su mamá, en la calle La Calandria al 3400, en Villa Adelina.
Pero la muerte de esta jubilada ya no sorprende a los vecinos. En ese distrito del norte del Gran Buenos Aires el mes pasado se registraron 110 entraderas, casi tres por día, según estadísticas de la Procuración de la Corte de Justicia bonaerense. Además, hubo 74 robos de vehículos, 34 asaltos cometidos por bandas y 132 individuales. Esto arroja un promedio de 11 delitos por día registrados por la Justicia.
María Graziano ya había sufrido una entradera un mes y medio atrás, cuando la señora que la cuidaba ingresaba en la propiedad. Ayer, los investigadores indicaban que los delincuentes irrumpieron por una ventana que da al patio trasero de la casa, luego de violentar la reja que la protegía.
El jefe Departamental de Zona Norte, Fabián Blanco, agregó que, de acuerdo con los primeros datos aportados por el hijo de la mujer, no faltaba, en principio, nada de valor de la casa. La víctima aún no había cobrado la jubilación ni tenía ahorros.
Pero Villa Adelina no es una excepción en el partido de San Isidro. Paula es una vecina de 42 años del Alto Martínez que nunca había sentido la necesidad de participar en estos foros de seguridad, hasta que sintió en carne propia que la situación, a raíz de las entraderas, era "insostenible". Lo que le pasó a ella le pasó a un vecino y a otro, y a otro.
El viernes 25 de julio, cuando llegaba a su casa con su esposo y dos de sus hijos, de 9 y 5 años, vio cómo una camioneta Chery Tiggo gris que estaba estacionada a media cuadra aceleró y casi se metió en su garaje. De allí bajó un hombre que encañonó al hombre de la garita, otro le pegó un culatazo a su esposo, dos se ocuparon de amenazarla a ella y a sus hijos y otro se quedó al volante de la camioneta. En unos pocos segundos, el grupo de delincuentes armados dominó la escena.
"Querían plata grande, estaban completamente lúcidos y buscando este tipo de oportunidades. Me asusté al pensar que se podían llevar a mis hijos. Mi marido entró en la casa para buscar $ 5000 que tenemos para que este tipo de casos termine rápido", dijo Paula. Esa noche los delincuentes no robaron demasiado porque se asustaron y escaparon cuando un vecino gritó que venía la policía.
Según se enteró la familia, la camioneta en la que se movían los ladrones la habían robado el día anterior en otra entradera de la zona, y con ese mismo vehículo robaron a otra familia a cinco cuadras. "Esa camioneta entró y salió de San Isidro, pasó por la Panamericana y por varios partidos y nadie la detuvo. ¿Cómo puede ser que nadie haya visto nada?", se cuestionó la mujer indignada.
Tal vez nadie los interceptó porque los delincuentes sabían por dónde andaban los patrulleros de la policía bonaerense. O al menos eso es lo que cree Carlos Zárate, un vecino de Martínez, de 55 años, ya que hace unos meses dos hombres armados coparon su casa cuando estaba cortando el pasto de la vereda.
"Eran dos tipos de 1,85 metros que me apuntaron al estómago y me metieron para adentro, me golpearon y no eran improvisados, estaban bien entrenados, armados y tenían handys por los que escuchaban la frecuencia policial", recordó Zárate.
Para él, los delincuentes buscan matrimonios de alrededor de 50 años, porque saben que por lo menos $ 10.000 en la casa tienen. "A los problemas de tecnología que tiene la policía se suma que no hay ningún tipo de control vehicular", dijo Zárate.
La policía es consciente de que hay un problema de tecnología, ya que los delincuentes se han armado de buena tecnología en poco tiempo. Según altas fuentes policiales, las bandas que operan en la zona tienen recursos y han logrado escuchar la frecuencia policial, por lo tanto esto complica los allanamientos, además que muchas veces se esconden en barrios en donde es muy difícil el acceso. Además, San Isidro tiene rápidas vías de escape hacia San Martín, las villas La Rana o La Cava, donde, según la policía, se esconden las bandas que operan en el partido de San Isidro.
Qué dicen las autoridades
La creciente inseguridad en el partido dirigido por el massista Gustavo Posse generó que el subsecretario de Tránsito, Seguridad y Cuidado Comunitario, Federico Suñer, se reúna casi a diario con vecinos para hablar de este tema. En las últimas semanas hubo reuniones de 300 y 500 vecinos para hablar del tema con las autoridades municipales.
"Venimos trabajando y aportando todos los recursos desde logística hasta combustible que tenemos para solucionar el tema, pero nosotros no podemos fabricar policías. El responsable único y máximo es el gobierno de la provincia, que no responde ante los pedidos de los vecinos que tienen razón en reclamar", dijo Suñer.
Además afirmó: "Se nota un incremento de las entraderas" y es producto de que en San Isidro faltan 250 policías, ya que desde los últimos dos años se fue reduciendo sistemáticamente el número de efectivos destinados en la zona. Hoy no superan los 300 para custodiar un partido con más de 290.000 personas".
"No hay -agregó- proyectos provinciales de ejecución inmediata. Nuestros patrulleros no pueden salir a la calle si no tiene policía de la bonaerense a bordo. Ya nos dijeron que hasta enero de 2015 la provincia no tiene más presupuesto para instrumentar alternativas".
Desde el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires se afirmó que en las próximas semanas se firmará con los municipios San Isidro, Tigre y Escobar la puesta en marcha del Comando de Patrullas Comunitario (CPC) que prevé patrullaje las 24 horas con dos efectivos por vehículo. Pero el cambio se realizará a fin de año, cuando se incorporen 10.000 policías a toda la provincia.
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