Alarma en Junín por los motochorros
Hubo siete hechos en un día; el blanco son las mujeres solas
LA NACIONMariano Gaik Aldrovandi
JUNÍN.- Su blanco preferido son las mujeres solas. Suelen moverse en las calles aledañas a las zonas bancarias y centros comerciales. Casi siempre van de a dos en una moto y, con tal de robarse una mochila o una cartera, parecen dispuestos a todo. La imagen bien podría describir lo que ocurre en varios distritos de la Capital y el conurbano bonaerense. Pero en este caso el escenario es Junín, una ciudad de 100.000 habitantes que hasta hace tiempo era "tranquila". Pero no...
El ataque de motochorros es una modalidad delictiva que se consolidó durante los últimos meses en la ciudad. Días atrás, sólo en una jornada se registraron siete hechos, según confirmaron fuentes policiales a LA NACION.
Y no sólo el número de casos es lo que más preocupa a los vecinos y autoridades: la violencia ejercida contra las víctimas es inusual. Varias mujeres asaltadas por motochorros debieron ser hospitalizadas tras sufrir heridas de consideración.
Una de ellas fue una conocida farmacéutica, a quien los ladrones le propiciaron una brutal golpiza, pese a que la joven no se resistió al robo. El hecho ocurrió durante la noche en el barrio Belgrano, una zona residencial de Junín. Ese mismo día, en Vázquez Diez y 12 de Octubre, delincuentes provocaron lesiones a otro damnificado. Y en el barrio Ferroviario, le arrancaron la cartera a una jubilada que conducía una moto: casi termina en una tragedia. Además, días atrás, otro joven fue atropellado por motochorros en Cabrera y Libanesa, cuando intentaron robarle la mochila.
La acción de los delincuentes llevó a las autoridades a poner en práctica rigurosas y variadas medidas. Desde la llegada del Comando de Prevención Comunitaria (CPC), el lanzamiento de la policía local y la creación del Grupo Motorizado Junín (GMJ).
Esta última brigada, en la órbita de la Jefatura Distrital, fue creada por el caos de las picadas ilegales de motos y la presencia de los motochorros. Es que, a pesar de la llegada de 16 nuevas camionetas para patrullar las calles, éstas resultan obsoletas para perseguir a los rodados más chicos, que con ágiles maniobras suelen perderse en el tránsito.
No obstante, los robos se siguen sucediendo. "Son casi todos menores los autores de los delitos", dijo a LA NACION un jefe policial de Junín, que pidió la reserva de su nombre.
Cuando se registraron siete asaltos de motochorros, tres detenidos menores fueron liberados horas más tarde. Fuentes policiales agregaron que los delincuentes tienen entre 16 y 20 años y, en muchas ocasiones, son mujeres que actúan de a dos. "Nadie se espera que te asalten dos chicas en moto", aseguró un funcionario policial.
De la estadística que llevan adelante los investigadores se desprende que la mayoría de los arrebatos se cometen los días miércoles y jueves, en las franjas horarias de 11 a 13 y de 18 a 20 en la zona céntrica y comercial.
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