Al "rey de La Salada" le incautaron $ 11 millones en efectivo
El dinero estaba en diez cajas fuertes; denuncian más extorsiones y aprietes a puesteros de una feria de Florencio Varela
Jorge Omar Castillo, el "rey de La Salada", sumó una nueva imputación en su contra. La justicia federal de Lomas de Zamora lo investiga por presunta evasión impositiva a gran escala. Ayer, la policía allanó sus oficinas en la feria Punta Mogote y en Puerto Madero y secuestró 11 millones de pesos en efectivo que tenía distribuidos en diez cajas fuertes.
Luego de los procedimientos, el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena implantó el secreto del sumario en la investigación por evasión fiscal contra el administrador de La Salada. El juez analiza la posibilidad de agregar la acusación de lavado de dinero; aunque no tiene fecha prevista, prevé indagar a Castillo, por ahora, único acusado.
Si bien no trascendió una estimación del monto de impuestos que habría evadido el complejo administrado por Castillo, cabe recordar que las tres ferias que funcionan en el predio facturaran unos 200 millones de pesos por día.
Mientras efectivos de las policías Federal y bonaerense irrumpían en sus oficinas de Lomas de Zamora y Puerto Madero, Castillo era trasladado desde una cárcel de La Plata hasta los Tribunales de Camino Negro y Larroque para ser indagado como supuesto jefe de al menos una de las tres asociaciones ilícitas que funcionaban en La Salada y que les cobraba un promedio de 500 pesos por día a casi 8000 puesteros para dejarlos vender en las diez cuadras de espacio público que rodean su feria en Ingeniero Budge, a pasos de las fétidas aguas del Riachuelo.
Según una investigación hecha por LA NACION, este método de amenazas y aprietes con un "ejército privado" que Castillo y sus familiares aplicaron en La Salada, de Lomas de Zamora, se repitió en una feria situada en Florencio Varela. En el caso del paseo de compras situado en Senzabello y Calchaquí, la fuerza de choque la puso Adrián Capasso Castillo, sobrino de Jorge Omar.
Hasta anoche sólo uno de los 24 sospechosos detenidos por la causa de asociación ilícita y extorsión había aceptado declarar. Otros cinco acusados se habían negado a hablar ante el fiscal de Lomas de Zamora Sebastián Scalera. Al cierre de esta edición, el máximo referente de la feria Punta Mogote todavía no había sido interrogado.
Gustavo Vera, máximo referente de La Alameda, que ya había denunciado la actividad desarrollada por Castillo y sus eventuales vínculos políticos, afirmó en el programa Terapia de Noticias, del canal de televisión LN+, que si el administrador de La Salada hablaba desataría "un Lava Jato como en Brasil", en la certeza de que para actuar en la informalidad e ilegalidad a la vista de todos debió haber repartido coimas a diferentes instancias políticas, judiciales y policiales.
Si bien Jorge Castillo era la cara visible de la feria La Salada, otros integrantes de su familia desempeñaban funciones importantes en la organización. Uno de los personajes clave es Adrián, su sobrino. La investigación encarada por la Justicia determinó la existencia de tres grupos que se repartían los cobros de los "alquileres" de los puestos que permitían instalar en las diez cuadras adyacentes a Punta Mogote.
Una de esas bandas, la de "Los Cucos", era manejada por integrantes de las barras bravas de Huracán, Boca y Los Andes. El segundo grupo, "Los Chaqueños", respondería a Jorge Castillo, y la tercera banda, identificada como "Los de River", a Adrián Capasso Castillo.
Más "aprietes"
Este sospechoso aparecería en la grabación de una conversación telefónica que habría puesto al descubierto el pago a un juzgado con jurisdicción en Florencio Varela con el objetivo de que frenaran las denuncias en su contra por haber usurpado la feria de Senzabello y la avenida Calchaquí.
En la charla que mantuvieron Capasso Castillo y Maximiliano Pedernera, otro de los detenidos anteayer, se hacía referencia a los gastos que surgían de administrar el Paseo de Compras San Juan Bautista, que habían tomado por la fuerza. Uno de esos pagos era de $ 35.000 para un juzgado, según consta en la grabación. Según pudo establecer LA NACION de una fuente vinculada con el caso, Castillo y Pedernera no se referían al pago de una coima sino a una multa que debían abonar para que les levantaran la clausura.
Capasso Castillo y sus cómplices habían sido denunciados ante una fiscalía penal de Florencio Varela por los puesteros ante las supuestas amenazas, extorsiones y aprietes que sufrieron cuando los líderes de La Salada se apoderaron del control de la feria varelense.
Tal como ocurrió con La Salada, el sobrino de Castillo no llegó solo al paseo de compras situado a una cuadra de la comisaría 3» de Florencio Varela: se había asociado con el "Cabeza", dueño de varios desarmaderos de autos ubicados a un costado de la avenida Monteverde.
Lo curioso del caso es que el abogado del "Cabeza" también defiende a un juez con jurisdicción en Florencio Varela que tiene pedido de juicio político por mal desempeño en sus funciones.
Durante los 57 allanamientos realizados en la causa por supuesta asociación ilícita y extorsión contra los Castillo fue hallada una moto Harley Davidson que tenía pedido de secuestro porque se le habría adulterado la documentación.
En una de las propiedades allanadas la policía halló un póster de Pablo Escobar Gaviria y otro de Tony Montana, el personaje interpretado por Al Pacino en la película Scarface. Se trata de una gigantografía similar a la que Luis Medina, acusado de ser uno de los narcotraficantes más importantes de Rosario, hizo colocar en su oficina cuando intentó abrir una sucursal del boliche Esperanto en esa ciudad.
"Se cubrió con la mujer y los hijos"
"Aguantamos los tiros. O sea, aguanté yo los tiros con el balístico. Con una Glock .40 me tiró el gordo hijo de puta ese. Y no lo maté porque el tipo se cubrió con la mujer y los hijos, sino lo ponía como una media", fue el frase del policía Carlos Gómez, herido en un ojo cuando Jorge Castillo intentó resistirse al arresto en su casa en un country de Luján. Ayer circuló ese mensaje en un audio de WhatsApp compartido por el subteniente del Grupo de Apoyo Departamental con sus colegas para aclarar que no había perdido el ojo, sino que los médicos habían logrado retirar las esquirlas que lo habían lesionado.