Adrogué. El testimonio del padrino del repartidor asesinado: "Los delincuentes salen a matar o morir"
Consternado, con el dolor a flor de piel, José, el padrino de Fernando Marino, salió a reclamar justicia por su ahijado de 28 años que ayer fue asesinado en un intento de robo en Adrogué." Los delincuentes salen a matar o morir. No les importa", dijo el hombre desde la puerta de la vivienda familiar de la joven víctima, en Sarandí. Con cada palabra, se quebraba aún más.
José todavía recordaba las últimas palabras de alegría que le había manifestado Fernando cuando consiguió trabajo como repartidor. "Por fin un laburo, padri", le había dicho el joven luego de que su padre le prestara el utilitario para empezar el nuevo camino laboral. "Apostó todo porque quería salir adelante", relató esta mañana José ante los medios.
"Que los chorros estén presos. Que haya Justicia y que se haga cumplir la condena, que no los dejen salir", reclamó el hombre. "Los que salimos a ganar el mango no podemos salir a matar por matar", agregó José y se quedó pensando en las próximas festividades como el Día de la Madre o las fiestas de fin de año, cuando ya no podrá brindar con su ahijado. Junto a él estaba Matías, un primo del repartidor al que consideraba "como un hermano": "Fernando no se resistió. Sabía que tenia que levantar los brazos y entregar los bienes, que eran algo material". Y resaltó: "Estamos destruidos".
El caso
Dos motochorros cruzaron a Marino cuando, a bordo de su vehículo, realizaba entregas en la ciudad de Adrogué. El trabajador estaba en su rodado cuando fue interceptado por los delincuentes, que lo ejecutaron de un disparo, que ingresó por la ventanilla de su lado, y escaparon. Los investigadores analizaban las cámaras de seguridad de la zona para encontrar a los asesinos.
En diálogo con TN, un testigo, que se identificó como Jonathan, contó que salió de su vivienda luego de escuchar un disparo y se encontró con el trabajador arrodillado en una esquina, ensangrentado." Primero, pensé que había sufrido un accidente porque su camioneta chocó con otro vehículo que estaba estacionado", contó el joven. Solo lo oyó decir "Tengo un tiro".
Jonathan asistió a la víctima unos minutos hasta que llegó un patrullero. "Te voy a levantar, pa", le dijo al joven malherido. A esa altura, Marino ya no hablaba. Apenas movía su cabeza para asentir cuando los policías le dijeron de llevarlo al hospital porque la ambulancia no arribaba. "Se me desplomó encima", recordó el hombre. Marino falleció en el centro de salud.
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