ADN del crimen: usurpaciones, un delito que no se detuvo en pandemia
Durante 2020 y 2021 se denunciaron 17.000 tomas de terrenos y casas en territorio bonaerense; la Justicia determinó que algunas de las ocupaciones fueron planeadas por bandas criminales
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A pesar de la pandemia y de las medidas de aislamiento dictadas por el Poder Ejecutivo Nacional para frenar la propagación del Covid-19, hubo 17.000 usurpaciones de terrenos e inmuebles en territorio bonaerense. Esas denuncias por propiedades usurpadas se registraron durante 2020 y 2021, según estadísticas oficiales.
En 2020, con ocho meses de pleno período del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) se denunciaron casi 9000 usurpaciones. El caso más notorio fue la toma de un predio en Guernica, en Presidente Perón, que fue desalojado después de 129 días de ocupación.
La usurpación de ese terreno comenzó el 20 de junio de 2020 y terminó el 29 de octubre, con el desalojo concretado por personal de la policía bonaerense.
Un año después de esa toma, el gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció la urbanización de 850 lotes en un predio de 60 hectáreas en un campo lindero que podrán ser adquiridos, con facilidades de compra, por algunas de las personas que tomaron el predio.
No obstante, una parte importante de las 600 familias que habían llegado a un acuerdo con el gobierno de Axel Kicillof para abandonar el predio, en la actualidad sigue con los reclamos debido a que el Ministerio de Desarrollo provincial no cumplió con las promesas que les hicieron en ese momento.
Además de la necesidad de viviendas que existe en la provincia de Buenos Aires, la toma de los terrenos en Guernica puso al descubierto la existencia de organizaciones criminales que llevaron a muchos de los usurpadores para ocupar los predios y hacer una parcela, para después venderla a través de redes sociales.
Este cronista fue testigo de cómo se instalaron “casillas testimoniales” para marcar una fracción de terreno, en la que no vivía ninguna familia. Se trataba de una construcción realizada con listones de madera sobre los que desplegaban paneles de film de polietileno negro. Muchas carecían del techo, pero servían para marcar territorio y así ofrecerlas a la venta.
Patotas en acción
Durante una recorrida por el lugar, diversos integrantes de las patotas de esas organizaciones amenazaron a los periodistas que se asomaban a las “casillas testimoniales”, para poner al descubierto la maniobra.
La usurpación de los terrenos en Guernica constituyó una de las 260 tomas simultáneas de predios que se registraban en territorio bonaerense en la segunda mitad de 2020. Aunque, en realidad, los terrenos e inmuebles usurpados eran muchos más, según consta en los registros oficiales.
Solamente en el Departamento Judicial La Plata, que incluye los partidos de La Plata, Berisso, Ensenada, Cañuelas, San Miguel del Monte, San Vicente, Presidente Perón, Brandsen, Punta Indio, Magdalena, General Paz, Lobos y Saladillo, durante 2020, fueron denunciadas 1100 tomas de terrenos e inmuebles.
Además del predio usurpado en Guernica, el terreno de mayor superficie tomado en el territorio bonaerense, estaba en el partido de La Plata. Se trataba del predio del exclub Planeadores: 160 manzanas tomadas que equivalen dos veces al predio usurpado en Guernica, partido de Presidente Perón.
En ese momento, el gobernador Kicillof minimizó la crisis provocada por las tomas que, en un efecto dominó, se ramificaron por gran parte de la provincia, especialmente en el conurbano. La administración provincial indicó que había 70 tomas simultáneas, no 260. En realidad, según los registros oficiales, en 2020 se denunciaron casi 9000 usurpaciones.
Además de los partidos que integran el Departamento Judicial La Plata, donde se registraron 1100 tomas; en 2020, se denunciaron 987 usurpaciones en los partidos de Lomas de Zamora, Avellaneda, Lanús, Almirante Brown, Ezeiza y Esteban Echeverría; 897 casos en el Departamento Judicial Mar del Plata, formado por los partidos de General Pueyrredón, Balcarce, Mar Chiquita y General Alvarado.
Durante 2021, en la zona de Mar del Plata, las tomas de terrenos siguieron. Ese año se denunciaron 700 casos de propiedades usurpadas. Pero en lo que va de 2022, los casos recrudecieron.
Anteayer, luego de un extenso proceso judicial, fueron desalojados los usurpadores que ocupaban el predio situado entre avenida Fortunato de la Plaza entre Rufino Inda y Reforma Universitaria, linderas a uno de los polideportivos de la comuna marplatense.
El intendente Guillermo Montenegro, había presentado un pedido de desalojo inmediato. El fiscal Juan Pablo Lódola acompañó el requerimiento. La primera respuesta que recibieron fue el rechazo del juez de Garantías Saúl Errandonea, que descartó esa posibilidad y sugirió al gobierno que encamine el conflicto hacia una salida consensuada desde el diálogo entre las partes.
El objetivo recién lo lograron en la Cámara de Apelaciones en lo Penal. Hace una semana los integrantes de la Sala III, Raúl Paolini y Pablo Poggetto, ordenaron al magistrado de primera instancia que disponga el lanzamiento de los ocupantes ilegales de esas tierras y lo explicaron a partir de documentación aportada por el municipio que justifica la función que esas tierras tienen como “cuenca de amortiguación hídrica” frente a eventuales inundaciones en esa zona.
Bandas en Moreno
La zona de Moreno y General Rodríguez concentró casi dos mil denuncias por usurpaciones entre 2020 y 2021. En gran parte de las tomas actuaron bandas organizadas.
Por ejemplo, durante una investigación encarada por el Ministerio Público Fiscal, fue desbaratada una organización criminal comandada por dos mujeres que armaron un grupo de WhatsApp que denominaron “Unidos por el terreno” y que utilizaban para convocar a personas sin techo para tomar predios en la zona de Cuartel V, en Moreno.
Una vez que usurpaban la tierra, dictaban las normas de convivencia y fijaban los límites de cada parcela. Tenían su propia guardia pretoriana que se dedicaba a poner orden entre los ocupas y arengaban a hacer frente a la policía.
La banda era comandada por dos mujeres de nacionalidad paraguaya que fueron detenidas, acusadas en una investigación encarada por los fiscales de Moreno, Emiliano Buscalia y Jonatan Lay.
Según las pruebas obtenidas por los fiscales, ambas imputadas se aprovechaban de la necesidad de la gente que carecía de una vivienda para convocarlas a tomar terrenos.
Llegaron a movilizar más de 200 personas para ocupar un predio rodeado de countries.
A partir de la detención de las dos acusadas y después de reunir todas las pruebas que avalaron la presunta responsabilidad en las tomas de terrenos, los representantes del Ministerio Público comenzaron a investigar si las imputadas actuaron por su cuenta y orden o si respondieron a sospechosos que están por encima de ellas en la estructura delictiva.
Ambas mujeres fueron apresadas como presuntas responsables de “instigación pública a cometer delitos determinados y dos intentos de usurpación de inmuebles, en concurso real”.
Las dos acusadas fueron detenidas por convocar -personalmente y a través de redes sociales- a vecinos en situación de calle de los barrios Cuartel V y Trujui para usurpar el predio situado en Verdaguer y Oyuela.
Según fuentes de la investigación, se trató de intentos frustrados porque, en ambas oportunidades, el 25 y 29 de agosto de 2021, los usurpadores fueron desalojados por efectivos de la policía bonaerense. Actualmente, ese predio, cuya propiedad se reparte entre privados y el municipio de Moreno, no está ocupado.
“Estas mujeres, y otro grupo de gente, permanecieron en una carpa dentro del predio. En todo momento, estas dos mujeres alentaban a que continuaran ocupando, que no tengan miedo, que no se los podía tocar, que no los iban a sacar, que iban a salir muertos de ahí. Estas dos mujeres estaban rodeadas, en todo momento, por varios hombres jóvenes”, expresó uno de los policías que participó del operativo de desalojo.
Una testigo de identidad reservada, que declaró en la causa judicial, recordó que una de las acusadas la convocó para usurpar un predio que tenía una abultada deuda de impuestos. El dueño había muerto hace varios años y nadie se hacía cargo del terreno.
Entre los argumentos que una de las imputadas exponía para reclutar a los eventuales usurpadores, indicaba que había que tomar el predio rodeado de barrios privados y, si era necesario, se le daría pelea a la policía.
Otra de las pautas que debían seguir para quedarse con el terreno, expuestas por una de las dos acusadas, indicaba que, si los policías los desalojaban, había que salir, quedarse cerca del predio y regresar.
Además de la necesidad de hacer frente a los policías, las imputadas remarcaban que cada usurpador, para obtener una fracción de terreno, debía amanecer y quedarse con ellas en las carpas, a pesar de la lluvia o el sol. “Aquel que no está de acuerdo se queda sin terreno”, amenazaba una de las acusadas, según declaró un testigo que se arrepintió de participar en la ocupación del mencionado predio.
Otro de los testigos describió la seguridad privada o grupo de choque que comandaban las acusadas y que era utilizado para reprimir a aquellos que se peleaban por una fracción de terreno en el predio ocupado, castigar a los que provocaban disturbios o amedrentar a las familias que decidían abandonar las tierras ocupadas.
El testigo recordó una pelea entre los integrantes de una pareja que ocupaba el terreno que provocó un importante disturbio. Al día siguiente aparecieron tres hombres armados, que no participaban de la usurpación, para buscar al muchacho que habría provocado el incidente. No lo encontraron.
Cuando el testigo decidió abandonar la toma del terreno advirtió que lo seguían dos hombres a bordo de un Renault 19 gris, patente AAJ 519, para castigarlo por dejar el predio.
Dos meses después, el Ministerio Público desbarató otra toma. Los fiscales ordenaron el desalojo de un terreno, en Moreno, que había sido usurpado por militantes del Polo Obrero que llegaron desde barrios adyacentes y desde José C. Paz.
Batalla campal
En medio del desalojo, se produjo una batalla campal entre los usurpadores y los policías que concurrieron al predio para cumplir una orden dictada por un fiscal de Moreno para liberar el terreno situado en el cruce de Los Maestros y Río de la Plata.
La denuncia por la toma de tierras había sido radicada en la fiscalía N° 5, de Moreno. A partir de esta presentación el representante del Ministerio Público inició un sumario que terminó con el desalojo. Según fuentes judiciales y policiales, los usurpadores que se identificaron como integrantes del Polo Obrero habían comenzado a desmalezar el terreno con machetes y colocaron postes de madera con cintas para dividir el terreno en parcelas.
Ante esta situación y al advertir que se sumaron más usurpadores, los policías de la comisaría de Moreno, avanzaron sobre el área ocupada. En ese momento, según fuentes policiales, los ocupantes comenzaron a arrojar proyectiles contra los uniformados e hirieron a dos de los efectivos.
En los últimos días uno de los usurpadores fue condenado a dos años de prisión por usurpación agravada por la participación de un menor.
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