ADN del Crimen: ¿Tenía 13 integrantes la patota que mató a Fernando?
A partir de la revisión de la información que contenían los celulares de los imputados, de la observación de las cámaras de seguridad y de las grabaciones realizadas por testigos, surgieron indicios de que la patota que atacó y asesinó a Fernando Báez Sosa estaría integrada por no menos de 13 jóvenes. En esta hipótesis, entonces, no solo existiría un "sospechoso número 11", como postula desde hace semanas la querella, sino dos atacantes más que, al igual que los diez que ya están acusados por el crimen, también son oriundos de Zárate.
"Por lo menos hubo tres personas más que participaron del ataque contra Fernando. No son solo diez: hay sospechosos once, doce y trece", sospecha el abogado Fernando Burlando, que representa a los padres del joven estudiante de Derecho asesinado en Villa Gesell el 18 de enero pasado. El letrado dijo a LA NACION que pedirá que se investigue la responsabilidad de al menos 13 agresores.
Burlando cree que el juicio oral por el asesinato de Fernando podría realizarse dentro de un año, a principios de 2021. Es que entre los nuevos imputados podría haber un menor (de 17 años) y esa circunstancia provocaría la intervención de un juez del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, que debería solicitar copia de todo el expediente para revisar la situación de aquel sospechoso.
Actualmente, la investigación del homicidio de Fernando, molido a golpes a la salida del boliche Le Brique, tiene a ocho acusados detenidos en la cárcel de Dolores, con prisión preventiva dictada por el juez de Garantías David Mancinelli.
Estos ocho imputados fueron procesados como presuntos coautores de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía; otros dos, inicialmente detenidos, están acusados de ser eventuales partícipes primarios, por lo que siguen vinculados al proceso penal, pero en libertad.
Contundencia de pruebas
Con respecto a la posibilidad de que los acusados sean sometidos a un juicio por jurados en lugar de ser juzgados por un tribunal "técnico", Burlando explicó: "Como abogado que representa al particular damnificado no puedo pedir un juicio por jurados; esa es una instancia que le corresponde solicitar a la defensa. Pero creo que en este caso no hay que convencer a nadie: alcanza con mostrar. La contundencia de las grabaciones de los testigos y de las cámaras de seguridad provocan que no se necesite absolutamente ninguna palabra para terminar con una condena a prisión perpetua para los responsables del asesinato de Fernando".
El letrado insistió con que las responsabilidades por el asesinato de Fernando no deberían quedar circunscriptas en los diez acusados que fueron detenidos casi seis horas después del homicidio, en la casa de temporada que habían alquilado para la segunda quincena de enero en la zona norte de Villa Gesell.
"Acá hubo tres agresores más. Aparecen en los videos. El sospechoso número 11 está identificado. Es menor y se pidió que sea convocado a declarar, no como testigo sino como imputado", expresó Burlando.
Agregó que a este sospechoso se lo vio en la escena del crimen a la hora del asesinato, entre las 4.41 y las 5.01 del 18 enero pasado. Vestía un buzo negro y sujetó del hombro al procesado Máximo Thomsen cuando supuestamente le pegaba el último golpe a la víctima. La patada letal.
Minutos después, este menor fue grabado por la cámara de seguridad de la Municipalidad de Villa Gesell instalada en el cruce de la avenida 3 y paseo 102. Y en una imagen captada por los dispositivos de registro del local de comidas rápidas al que concurrieron los agresores tras el crimen, también se advierte la presencia del mismo chico. En ambas escenas, el "sospechoso número 11" aparece con el buzo negro sobre los hombros y una remera blanca.
En cuando a los otros dos nuevos presuntos integrantes de la patota que asesinó a Fernando, se supo que los indicios que los vincularían al homicidio surgieron del cruce de información entre los mensajes que intercambiaron los diez imputados, obtenidos en el peritaje de los celulares. Estos tres sospechosos no se alojaron en la misma casa que el resto, a metros del pinar de Villa Gesell.
Según fuentes de la investigación uno de los tres nuevos sospechosos se alojó con sus padres, en Villa Gesell. No obstante, a pesar de no compartir la casa con el resto del grupo "estaba con ellos en la previa", expresó en un mensaje de WhatsApp uno de los amigos de los acusados.
En esos mensajes aparecen mencionados "Tomi" y "Felipe" como los sospechosos 12 y 13. El sospechoso número 11 sería menor y fue grabado por las cámaras de seguridad.
Por el horroroso crimen continúan detenidos con prisión preventiva Máximo Thomsen; Ciro, Lucas y Luciano Pertossi; Tomás Enzo Comelli; Ayrton Michael Viollaz; Blas Cinalli, y Matías Benicelli.
Estos ocho imputados permanecen alojados en la alcaldía del penal de Dolores, apartados de los otros presos de la unidad penitenciaria más antigua de la provincia de Buenos Aires. Al dictarles el procesamiento, como quedó dicho, se incluyeron los agravantes del concurso premeditado de dos o más personas y la alevosía. No el "homicidio por placer", como pretendía la querella. No obstante, la inclusión de esos agravantes implica la expectativa de una condena de prisión perpetua en un juicio oral. En su defecto, sería un homicidio simple, que tiene penas de 8 a 25 años de prisión.
Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino siguen imputados como supuestos partícipes necesarios, aunque enfrentan el proceso desde sus respectivas casas y cobijados por sus familias en Zárate; la fiscal de Villa Gesell Verónica Zamboni no encontró elementos concretos para probar que le pegaron a Fernando.
Tratamiento para la depresión
A principios de esta semana dos de los ocho detenidos en Dolores recibieron asistencia psicológica porque comenzaron a sentir los efectos del confinamiento forzoso. Según fuentes oficiales, el psiquiatra que atendió a uno de los Pertossi le recetó un medicamento leve para tratar el estado depresivo que lo afecta.
Con respecto a los ocho detenidos, todos serán sometidos a estudios psicológicos. Estas evaluaciones forman parte del expediente que se inició a partir del pedido de la defensa de los acusados para que sean beneficiados con la prisión domiciliaria. Los exámenes serán realizados por psicólogos de la Asesoría Pericial de Dolores. Sus resultados no son vinculantes para el juez Mancinelli.
La investigación tiene hoy dos focos de atención: la fiscalía de Villa Gesell y los tribunales de Dolores.
En el Ministerio Público esperan los resultados del peritaje scopométrico de la impronta de la marca de la zapatilla levantada del rostro de la víctima (el rastro de la patada mortal). Mientras que a partir del 16 de este mes comenzarán los estudios para establecer si el ADN del tejido hemático hallado debajo de las uñas de Fernando coincide con el de algunas de las muestras de sangre obtenidas de los diez imputados.
El destino de los acusados dependerá del mencionado estudio genético y de la resolución que dicten los jueces de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores: Susana Darling Yaltone, Felipe Defelitto y Fernando Sotelo. Los tres camaristas deberán decidir si aceptan o rechazan el recurso presentado por la defensa de los acusados para que sean revocados los procesamientos y las prisiones preventivas dictados.
Esta resolución podría demorar diez días hábiles, aunque al menos hasta ayer los 12 cuerpos del expediente no habían llegado a la mesa de entradas del tribunal de alzada.ß
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