ADN del crimen: la querella y la fiscalía buscan a Astudillo Castro por caminos diferentes
A cien días de la desaparición de Facundo Astudillo Castro, las líneas de investigación presentadas por la familia del joven, de 22 años, y las seguidas por la Justicia federal, para tratar de establecer qué pasó con el muchacho de Pedro Luro, siguen caminos distintos.
Para los abogados que representan a la familia del joven que, el 30 de abril pasado, salió de Pedro Luro en dirección a Bahía Blanca para encontrarse con Daiana, su exnovia, Facundo habría sido secuestrado por un grupo de policías bonaerenses que lo interceptaron en la localidad de Mayor Buratovich y lo habrían detenido por la presunta violación del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).
En las últimas horas, la jueza federal de Bahía Blanca, Gabriela Marrón, rechazó el pedido del fiscal Santiago Ulpiano Martínez para indagar a dos efectivos de la Subestación de Policía Comunal de Mayor Buratovich por su presunta responsabilidad en la desaparición de Astudillo.
Hasta hace una semana, la atención de la fiscalía federal estaba puesta en Bahía Blanca, ante la presunción de que Facundo hubiera llegado a esa ciudad.
Días antes, los querellantes solicitaron las detenciones de cuatro uniformados. A los dos efectivos señalados por el representante del Ministerio Público federal, los letrados que representan a Cristina, la madre de Facundo, sumaron otros dos sospechosos que también se desempeñan en la fuerza de seguridad bonaerense y solicitaron a la jueza federal de Bahía Blanca que los cuatro efectivos sean detenidos.
Dos de los policías señalados por la querella estaban a bordo del móvil 23360 el día que desapareció Facundo, entre las 15 y las 16 y se desempeñaban en la dependencia de Mayor Buratovich. El tercer uniformado imputado cumplía funciones en el puesto policial de Teniente Origone, la localidad que sigue a Mayor Buratovich, por la ruta 3, en dirección a Bahía Blanca. Mientras que la cuarta policía es una mujer, que dijo haber llevado a Facundo, en su automóvil particular, desde Mayor Buratovich hasta Teniente Origone.
Según la línea de investigación planteada por los abogados querellantes, Facundo no llegó a Bahía Blanca y nunca salió del área de Mayor Buratovich y Teniente Origone. Entre las pruebas que fundaron la hipótesis de los querellantes, figuran la fotografía de Facundo al lado del móvil policial 23360, las declaraciones de dos hermanos y la pareja de uno de ellos que pasaban por el kilómetro 776 de la ruta 3 y vieron al joven con los uniformados.
Facundo había sido interceptado por los policías porque caminaba al costado de la ruta 3, al tiempo que hacía señas a los automovilistas para que lo acercaran a Bahía Blanca. No tenía el permiso de circulación, en medio del ASPO.
A esta prueba hay que agregarle el hallazgo de un amuleto, que la abuela de Facundo le regaló al muchacho cuando tenía 12 años, en el puesto policial de Teniente Origone. Cristina, la madre de Facundo, reconoció que ese objeto pertenecía a su hijo.
Con todas estas pruebas, sumado a un mensaje hallado en el WhatsApp de uno de los policías acusados en el que habría dado a entender que tuvo cierto grado de responsabilidad en el caso, los querellantes solicitaron las detenciones de los cuatro uniformados y pidieron rastrillajes en las adyacencias del kilómetro 776 de la Ruta 3, entre Mayor Buratovich y Teniente Origone, especialmente en un camino de tierra que corta la ruta y que tiene un canal de riego.
Si a partir de los rastrillajes y los análisis de los teléfonos de los policías acusados y la revisión de sus perfiles de redes sociales para tratar de establecer si borraron mensajes y, en caso de pudieran recuperarse, se probara que los uniformados fueron responsables de la desaparición de Facundo, pero no estaría claro cuál habría sido el motivo que los efectivos tuvieron para ensañarse con el joven, de 22 años.
No obstante, el patrón de conducta de los dos uniformados y el encubrimiento de sus colegas de la policía bonaerense acusados tiene varios matices en común con la Masacre de San Miguel del Monte, donde 23 efectivos serán sometidos a juicio oral por los homicidios de tres adolescentes y un muchacho, de 23 años.A poco más de un año del sangriento episodio, los investigadores judiciales no lograron encontrar cuál fue el motivo que provocó la reacción de los policías que persiguieron al Fiat 147 en el que viajaban las víctimas y que abrieran fuego contra los cinco inocentes que viajaban en el vehículo.
La persecución terminó cuando el conductor del Fiat 147 chocó contra un acoplado. Los cuatro policías que iban en los dos móviles fueron acusados de los homicidios. Mientras que el Ministerio Público bonaerense descubrió una sucesión de maniobras de encubrimiento en el que estuvieron involucrados 19 efectivos, entre los que figuran un comisario y un subcomisario.
Con este antecedente no habría que descartar que, en menor escala, los policías que interceptaron a Facundo hubieran sido responsables de su desaparición y que algunos de sus colegas los encubrieron.
Un rastro en Bahía Blanca
Mientras tanto, en forma paralela y sin que esa línea de investigación se cruce con la hipótesis de los querellantes, la Justicia federal, sigue con la búsqueda de Facundo, en Bahía Blanca. En el contexto de esta pista, la fiscalía federal pidió a los peritos y las empresas de telefonía celular que determinen si las antenas instaladas en el Camino del Sesquicentenario y del Polo Petroquímico UN, captaron la señal del celular de Facundo.
El representante del Ministerio Público federal también solicitó que se informe el alcance de ambas torres. Este pedido se fundó en los testimonios de una mujer, dueña de un campo de Pedro Luro que aseguró se encontró con Facundo en Teniente Origone y lo llevó en su camioneta Honda HRV hasta las cercanías de Bahía Blanca. Según el relato de la mujer, el joven, de 22 años, le habría pedido que lo dejara antes del control del puesto de control fitosanitario, para evitar una posible sanción por circular sin el permiso habilitante.
Entonces, según la presunción de la fiscalía federal, Facundo comenzó a caminar por las vías rumbo a Bahía Blanca. En el trayecto habría mandado mensajes a sus amigos. Por este motivo, el representante del Ministerio Público federal quiere saber cuál es la antena que captó la señal del celular de Facundo, que nunca apareció.
Todas estas pruebas y los testimonios de una vecina de la exnovia de Facundo, que manifestó haber visto al muchacho, de 22 años, frente a la casa de chica en la calle Emilio Rosas, como la declaración de un policía que manifestó por dichos de terceros que el joven estuvo en Bahía Blanca, fueron cuestionados por falaces por parte de la querella, quienes afirmaron que la aparición de esas personas en la investigación forma parte de una maniobra para desviar la búsqueda.
Con respeto a la pista que apunta a la posibilidad de que Facundo hubiera llegado a Bahía Blanca también se fundó en que podría haber sido una víctima inocente del entorno de su exnovia, que estaría vinculado con el ambiente delictivo de esa ciudad.
Más allá de los rastrillajes, los investigadores recorrieron nueve hospitales y centros asistenciales de la zona, sin que se pudiera encontrar ningún rastro del joven.
En los últimos treinta días se sumó a la búsqueda personal de tres fuerzas federales de seguridad, de nueve dependencias del Ministerio Público, sin embargo, nadie pudo encontrar al muchacho desaparecido hace cien días.
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