ADN del crimen. ¿Por qué la autopsia no pudo resolver el enigma de Facundo?
A pesar de que se conoció el resultado de la autopsia del cuerpo de Facundo Astudillo Castro, la Justicia no determinó todavía si el joven, de 22 años, sufrió un accidente o resultó víctima de un asesinato. Las conclusiones del estudio no resultaron contundentes para reforzar las hipótesis del crimen o del accidente.
Sin embargo, la línea de investigación encarada por los representantes de la querella, que apunta a que Facundo fue víctima de un homicidio, se daría de bruces con la conclusión de los científicos, que, en el informe de la autopsia, indicaron: "No se observaron signos de participación de terceras personas sobre los restos estudiados".
La perita designada por la familia de la víctima, Virginia Creimer, cuestionó la inclusión de esa frase en el informe de la autopsia y dijo que resultaba inexacta.Firmó en disidencia el documento, que fue ratificado por los trece científicos que participaron en el análisis de los restos encontrados el 15 de agosto.
Hasta el momento, la investigación para establecer las circunstancias de la muerte de Facundo transcurre entre la hipótesis de que el muchacho habría muerto ahogado al caerse del terraplén de las vías del tren sobre las que caminaba rumbo a la localidad de General Cerri, tal como sospechaban los primeros investigadores del caso, y la presunción de que el joven fue asesinado por efectivos de la policía bonaerense, según afirman los querellantes.
Los científicos confirmaron que se trató de una muerte violenta, no natural. Pero no pudieron determinar si el ingreso de agua por las vías respiratorias que provocó el ahogamiento de la víctima y la posterior asfixia por sumersión ocurrieron de forma accidental o si la muerte fue el resultado de una tortura y el posterior abandono del cuerpo en el lugar donde fue encontrado el 15 de agosto pasado, después de 117 días de búsqueda.
Hasta el momento se sabe que Facundo salió de su casa, en la localidad de Pedro Luro, en el partido de Villarino, el 30 de abril pasado, para dirigirse a la casa de su exnovia, en Bahía Blanca. Así se habría consignado en la denuncia por averiguación de paradero radicada a principios de junio en la ayudantía fiscal de Médanos.
Según la familia de Facundo, en el trayecto a Bahía Blanca el joven fue interceptado, en dos oportunidades, por tres efectivos de la policía bonaerense, en Mayor Buratovich, primero, y en Teniente Origone, después. La cuarta policía acusada es una mujer que estaba de civil y se habría cruzado con el joven. Cristina, la madre de Facundo, y sus abogados afirmaron que Facundo fue secuestrado por los cuatro policías en esa zona, que lo llevaron al puesto de Teniente Origone, lo mataron y abandonaron el cuerpo en el cangrejal Cola de Ballena, donde fue hallado el 15 de agosto pasado.
De acuerdo con la hipótesis de la querella, los cuatro policías de Mayor Buratovich y Teniente Origone habrían contado con la colaboración de un grupo de efectivos de la Unidad de Prevención de Policía Local de Bahía Blanca.
Esa presunción se fundó en la información obtenida de uno de los móviles de la mencionada dependencia que indicó que, el 8 de mayo pasado, el uniformado a cargo de uno de esos vehículos se habría desviado del recorrido que tenía asignado y dirigido al cangrejal Cola de Ballena, donde permaneció durante 50 minutos. Los abogados que representan a la familia de la víctima afirmaron que dicha irregularidad coincidió con el momento en que una de los policías acusados dio de baja su WhatsApp.
Además, los letrados indicaron que, si bien todavía nadie explicó el vínculo entre los policías de Bahía Blanca y los efectivos de Mayor Buratovich, se hallaron pruebas en dos móviles usados por los uniformados bahienses que indicarían que Facundo fue llevado en esos vehículos.
Para la querella, Facundo fue víctima de un asesinato, a pesar de que el informe firmado por catorce científicos concluyó que "el avanzado estado de esqueletización del cadáver limitó las posibilidades de conocer el modo de la muerte, no pudiendo la ciencia forense determinar con rigor científico si se trató de uno u otro modo de muerte violenta: suicida, homicida o accidental".
Un punto conflictivo
Los querellantes consideraron equivocada la mención en las conclusiones a que no se habían observado "signos de participación de terceras personas sobre los restos estudiados". Esa conclusión, rechazada por la familia de la víctima, figura en la página 2 del comunicado firmado por la jueza federal de Bahía Blanca María Gabriela Marrón, en el que consignó algunos de los conceptos expuestos por los científicos Luis Fondebrider, Analía Simonetto, Mercedes Salado Puerto, Luis Alberto Bosio, del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), y los peritos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Roberto Cohen, Alejandro Rullan Corna, Marta Maldonado, Jorge Pereyra y Mariana Selva.
El equipo interdisciplinario que realizó la autopsia de Facundo se completó con peritos propuestos por el EAAF, Nora Irene Maidana, especialista en diatomeas del Conicet; Néstor Centeno, experto en entomología forense de la Universidad Nacional de Quilmes, y los especialistas en tafonomía María Amelia Gutiérrez, de la Universidad del Centro de Buenos Aires; María Clara Álvarez, arqueóloga del mismo centro de estudios, y Cristian Ariel Kaufmann, doctor en Ciencias Naturales.
Los trece científicos mencionados suscribieron el informe cuestionado por la querella, mientras que la forense designada por la familia de la víctima dijo que firmó en disidencia.
Los abogados de la querella manifestaron que los científicos no tuvieron en cuenta el contexto del lugar en el que fue hallado el cuerpo de Facundo, tal como establece el protocolo de Minnesota, en el que se indican las pautas a seguir en el caso de la investigación un crimen de lesa humanidad, y se enfocaron exclusivamente en el estudio del cuerpo, sin tener en cuenta el hallazgo de la huella de un vehículo cerca del lugar donde fue encontrado el cuerpo y la dispersión de la mochila y las zapatillas de la víctima.
"El patrón de ausencia de algunas partes del cuerpo de pequeño tamaño y la destrucción parcial de algunas partes de los elementos presentes es el esperado para la acción del zorro pampeano. La desarticulación y el desplazamiento de ambos miembros superiores, uno de ellos encontrado a casi 74 metros del cuerpo, y del miembro inferior derecho fue producida por este mismo cánido. Los hallazgos relacionados con la preservación y dispersión de los restos humanos son consistentes con procesos tafonómicos provocados por agentes medioambientales y fauna de la zona", concluyeron los científicos.
Cuando los peritos se refieren a "proceso trafonómico", está relacionado al análisis de la transformación del cuerpo humano en esqueleto.
En el informe se indicó que no había ningún indicio de que el cuerpo estuviera sometido a la acción de alguna sustancia ácida o alcalina que hubiera sido utilizada para hacer desaparecer el cadáver.
La escena de la muerte
Los científicos sostuvieron, además, que no se hallaron elementos que avalen la presunción de que el cuerpo hubiera estado en un lugar distinto al del hallazgo. Esto significa, según los peritos, que el cangrejal Cola de Ballena habría sido la escena primaria de la muerte de Facundo.
Este lugar coincide con el relato de la denominada testigo "H", la productora rural que trasladó en su camioneta Honda HRV a Facundo, desde Teniente Origone hasta el cruce de la ruta 3 y las vías del exferrocarril Roca, donde, según la mujer, el joven decidió seguir el trayecto a pie hasta General Cerri para evitar que le labraran una nueva acta por la violación del aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO). La testigo fue la última persona que vio con vida a Facundo. La querella cuestionó con dureza la declaración de la mujer y afirmó que su testimonio fue amañado por la policía.
Apoyado en esa declaración, el primer fiscal federal de la causa, Santiago Ulpiano Martínez, no acompañó el pedido de la querella para que se ordenaran las detenciones de dos de los cuatro policías involucrados en la supuesta desaparición forzada de Facundo.
A raíz de esta decisión, los abogados que representan a la familia de la víctima lo recusaron en dos oportunidades. Ambos planteos fueron rechazados por la jueza Marrón.
Debido a los constantes cuestionamientos de la querella hacia el Ulpiano Martínez, a fines de agosto, la Procuración General de la Nación, designó a los fiscales Horacio Azzolin y Andrés Heim para que secundaran al representante del Ministerio Público, que era blanco de las críticas de parte de la familia de la víctima.
A partir de esas designaciones, algo cambió. Por ejemplo, Ulpiano Martínez no participó de la lectura del informe de la autopsia, el jueves pasado. La jueza Marrón estuvo acompañada por el fiscal Azzolín.
"El Ministerio Público recibió con cautela los resultados volcados en el informe y expresó que serán valorados en conjunto con los demás elementos de la investigación sobre los que se están trabajando y otros que están pendientes, en especial los relativos al análisis de los teléfonos celulares secuestrados", expresó oficialmente la fiscalía, través de un comunicado.
Todavía, ninguna hipótesis es definitiva en la investigación de la muerte de Facundo.
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