ADN del crimen: los secretos explosivos de Natacha Jaitt, y cien mil intentos para revelarlos
Conectado a una computadora de los peritos de la Gendarmería, el IPad de la modelo continúa bloqueado a más de tres años de su muerte en un salón de fiestas de Benavídez
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Natacha Jaitt murió el 23 de febrero de 2019, en un salón de fiestas en Benavídez. La causa del deceso, según la autopsia, fue el deterioro constante y permanente del sistema cardiovascular provocado por el consumo de cocaína. La noche que la modelo falleció, había inhalado esa sustancia. Esa droga en el corazón castigado por el consumo de años constituyó una combinación letal que derivó en un resultado trágico.
Con la muerte de Jaitt nació el misterio. No sobre las causas del fallecimiento, sino sobre los secretos ocultos en el IPad de la modelo. Solo Jaitt conocía la clave del dispositivo. Ninguno de sus familiares pudo aportar el código para abrir el dispositivo. Al principio de la investigación, los técnicos intentaron abrir los archivos con las claves que aportó la familia, pero el equipo se trabó debido a que esas contraseñas estaban desactualizadas.
A más de tres años de la muerte de la modelo, el IPad sigue conectado a una computadora en la sede de la División Policía Científica de la Gendarmería que periódicamente realiza intentos por desencriptar el dispositivo.
La certeza más importante entre los investigadores sobre la causa de la muerte de Jaitt se fundó en una prueba científica que indicó que la modelo falleció a raíz de una falla multiorgánica después del consumo de cocaína, en un corazón colapsado. Al consignar en el informe de la autopsia los detalles sobre el nivel de colapso del corazón de Jaitt, los forenses concluyeron que la víctima sufría “patologías pulmonar y cardíaca crónicas”.
Los estudios realizados en la Superintendencia de la Policía Científica de la policía bonaerense, en La Plata, descartaron que Jaitt hubiera sido envenenada. Las sustancias halladas en el cuerpo de la víctima fueron comparadas con una base de datos que tiene más de 300.000 agentes químicos tóxicos, con resultado negativo.
Hasta el momento se efectuaron casi cien mil intentos para desbloquear el equipo y abrir los archivos ocultos en el dispositivo. Durante sus apariciones mediáticas, la modelo manifestaba que guardaba fotos de personajes famosos, vinculados, por ejemplo, con el caso de los abusos contra los futbolistas de las divisiones inferiores de Independiente, causa en la que declaró como testigo.
Jaitt afirmaba también que guardaba pruebas sobre escándalos protagonizados por más de un personaje de la farándula porteña.
Sin embargo, en más de tres años de investigación, ningún elemento relacionado con las denuncias mediáticas de Jaitt fue encontrado en su celular y en los pocos archivos a los que los técnicos de la Gendarmería lograron acceder el 20 de marzo de 2020, cuando se concretó una apertura parcial del mencionado dispositivo.
Según fuentes de la investigación, ni en el celular, ni con la apertura parcial del IPad aparecieron pruebas que tuvieran alguna vinculación con el expediente en el que se analizaron las circunstancias que rodearon la muerte de la modelo.
Esto significa que los responsables de la pesquisa no hallaron mensajes o archivos que contuvieran amenazas, intimidaciones o elementos que indicaran que hubiera alguien que quisiera cegar la vida de Jaitt. No obstante, el IPad de la modelo sigue conectado a la computadora de Gendarmería para tratar de desbloquearlo y agotar todas las dudas.
Al revisar el IPad, los peritos determinaron que la modelo no había activado el dispositivo la noche que murió, cuando estuvo en el salón de fiestas Xanadú, en Benavídez.
Miles de fotos y ninguna pista
En el celular de Jaitt, los peritos encontraron más de 20.000 imágenes, 400 videos y 300 conversaciones realizadas por WhatsApp. Uno de esos 400 videos corresponde a la grabación que la modelo realizó el 22 de febrero de 2019, pocos minutos después de las 22, para registrar su llegada al salón de fiestas, donde tenía prevista una reunión con el propietario para coordinar una serie de presentaciones.
Tampoco se hallaron elementos que indiquen que la madrugada que murió hubiera irrumpido algún sospechoso en el mencionado salón de fiestas.
Durante la investigación encarada por los fiscales Sebastián Fittipaldi, Diego Callegari y Cosme Iribarren se determinó que no hubo amenazas contra Jaitt, ni veneno en la droga ni un sicario.
A partir de la reconstrucción del hecho realizada por los investigadores judiciales y policiales, se determinó que Jaitt murió minutos después de la 1.38, en la habitación de la planta alta del salón de fiestas.
Para llegar a la conclusión de que no hubo intervención de terceros y que la muerte de la modelo fue el resultado de una falla multiorgánica, los responsables de la pesquisa analizaron una serie de elementos, entre los que figuran los archivos de videos encontrados en el celular de la víctima.
“Miren, acá voy a hacer mis próximos shows”, decía la modelo mientras realizaba un video en la camioneta de su representante, Raúl Velaztiqui Duarte, al llegar al salón de fiestas Xanadú. Eran las 22.08 del 22 de febrero de 2019. Fue la última vez que la modelo usó su celular. Los peritajes realizados en el IPad determinaron que el dispositivo nunca fue encendido mientras la modelo estuvo en el salón de eventos y no registró actividad esa noche.
Durante la investigación se determinó que, antes de la grabación del mencionado video, Jaitt se comunicó con su abogado a las 21.35. Además, los peritos establecieron que no hubo intentos por desbloquear el teléfono después del fallecimiento de Jaitt.
Según una calificada fuente de la pesquisa, a partir de la revisión de las cámaras de seguridad del salón de fiestas y la confrontación con las declaraciones de los testigos y el análisis de la actividad de los celulares de todas las personas que cenaron con la modelo la noche que murió, se concluyó que no ingresó ningún sospechoso.
Con estas pruebas y los informes técnicos aportados al expediente, los investigadores judiciales determinaron que los únicos que estuvieron esa noche en el salón de fiestas, además de Jaitt y de su representante, fueron el dueño del local, Gonzalo Rigoni; su amigo y electricista, Gustavo Bartolini, también conocido como Voltio; Gaspar Fonolla y Luana, una joven, de 19 años, que llegó convocada por el electricista.
En las cámaras de seguridad, los responsables de la pesquisa hallaron registros de cómo fueron los movimientos de la modelo desde que llegó al salón de fiestas y qué hicieron las personas que la acompañaban.
A partir de la reconstrucción de cómo fueron los últimos minutos de vida, los investigadores determinaron que, cuando la modelo llegó al salón, cenaron en la planta baja.
Mientras que, a la 1.02, el dueño del local invitó a la modelo a recorrer el salón de fiestas. En ese momento, se dirigieron hacia la planta alta. Allí fueron grabados por una cámara de seguridad instalada en la antesala de una habitación con un baño en suite. Dicha sala tiene vidrios espejados que, en algún momento, reflejaron los movimientos de Jaitt y Rigoni en la habitación y en el pequeño baño.
“Tu amiga se quedó dormida”
Esa cámara registró las tres oportunidades en las que el propietario de salón abandonó la habitación. Aparentemente, convencido de que la modelo dormía, a la 1.25, Rigoni bajó a la galería donde habían cenado sushi y le dijo a Velaztiqui Duarte: “Tu amiga se quedó dormida”.
Nadie más, a excepción de la modelo y el dueño del salón, apareció en las grabaciones que la cámara de seguridad registró entre la 1.02 y la 1.43. Luego de revisar las imágenes, los técnicos también descartaron la presencia de algún sospechoso cuya silueta hubiera aparecido reflejada en los vidrios espejados.
Minutos después que el propietario del salón de fiestas le dijo al representante de la modelo que Jaitt dormía y debido a que esta no bajaba, Velaztiqui Duarte decidió ir a buscar a Jaitt.
A la 1.43, la cámara de seguridad registró el ingreso de Velaztiqui Duarte en la habitación en suite de la planta alta, seguido de cerca por Rigoni. La misma cámara de seguridad grabó los movimientos de Velaztiqui Duarte cuando envolvía su mano con las extensiones de pelo de la modelo y revisaba debajo de la cama.
Además de mover el cuerpo de Jaitt, su representante tomó el celular de la modelo y lo llevó a su camioneta.
Al declarar ante los policías que llegaron al salón de fiestas, en respuesta al llamado al número de emergencias 911, el representante artístico omitió mencionar qué había hecho con el celular de Jaitt.
A raíz de esta circunstancia, Velaztiqui Duarte enfrentó un proceso por supuesto falso testimonio. Pero, en agosto de 2020, una sala de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro determinó su absolución.
Después de su muerte, tomó estado público una denuncia por abuso que Jaitt radicó contra dos hombres. Ninguno de ellos tenía vinculación con las personas que participaron de la cena en el salón de fiestas. El hecho denunciado por Jaitt había ocurrido el 7 de enero de 2019 en un departamento de Montañeses 1853, en Belgrano. Ambos acusados fueron sobreseídos por falta de pruebas.
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