ADN del Crimen. La increíble y anunciada fuga durante los festejos de Año Nuevo del narco conocido como Señor Fusil
Patricio Ruiz Díaz se escapó del complejo penitenciario ubicado en la localidad salteña de Güemes
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En marzo pasado, el Servicio Penitenciario Federal (SPF) recibió un alerta que avisaba que Patricio Ruiz Díaz, un narco conocido como Señor Fusil, planeaba una fuga de la cárcel en la que cumplía una condena de seis años por traficar 918 kilos de marihuana y 12 kilos de cocaína en la zona norte del Gran Buenos Aires.
A pesar del aviso sobre el plan de evasión, las autoridades del SPF dejaron que Ruiz Díaz permaneciera detenido en la cárcel de Güemes, en Salta, un penal de media seguridad, sin las condiciones para alojar a un preso del perfil de ese narco, quien había sido trasladado en medio de un operativo comando desde el complejo penitenciario de Santiago del Estero.
Ruiz Díaz no fue la excepción a la regla del ambiente penitenciario que indica que los presos eligen la época previa a las fiestas de fin de año para concretar una fuga. Aprovechan la distracción y la falta de personal para huir. “El Señor Fusil”, huyó el 31 de diciembre a la noche.
Habitualmente en los días previos a Navidad y Año Nuevo se registraban la mayor cantidad de motines y revueltas en las cárceles debido a que los presos reclaman que los jueces decidan sobre los pedidos de excarcelaciones o libertades por agotamiento de condena. Desde hace varios años, las fiestas de fin de año se convirtieron en la temporada de fugas.
En el caso de Ruiz Díaz, el narco condenado utilizó una pinza tipo alicate para cortar el alambrado, que le permitió llegar a una zona descampada, adyacente a la cárcel. Los agentes penitenciarios no advirtieron la fuga esa noche porque festejaban el Año Nuevo. La evasión de Ruiz Díaz quedó en evidencia casi un día después, cuando se hizo el recuento antes del encierro de los presos en los calabozos.
Según fuentes oficiales, la evasión del Señor Fusil tuvo participación externa e interna. El jefe del módulo, un alcaide, identificado por sus iniciales como M. G, tiene un sumario abierto por la fuga de un narcotraficante de apellido Miranda de la misma cárcel de Güemes. Mientras que otro oficial, identificado por sus iniciales como M.P, también aparece en otro sumario, acusado de haber facilitado la fuga de un jefe narco de Salvador Mazza. Debido a que ninguno de los oficiales fue procesado o imputado en la causa judicial por su presunta responsabilidad en la fuga, sus nombres se mantendrán en reserva.
Mientras que la célula externa habría recibido información de ambos agentes penitenciarios sobre los lugares vulnerables del penal, donde no funcionan los sensores de movimiento que hubieran activado las alarmas en el momento que el Señor Fusil cortaba el cerco.
Luego de cruzar el descampado, Ruiz Díaz abordó una camioneta Ford Ecosport en la que lo esperaban sus cómplices. Dicho vehículo fue abandonado a diez kilómetros del penal, en una zona sin cámaras de seguridad. Allí Ruiz Díaz fue trasladado a otra camioneta, según establecieron los investigadores judiciales a partir de la reconstrucción del recorrido realizado por el grupo, en base a las declaraciones de los testigos.
Auditoría oficial
La onda expansiva provocada por la escandalosa evasión llegó a la sede del Ministerio de Seguridad de la Nación que, con la llegada al Poder Ejecutivo de la administración encabezada por Javier Milei, pasó a tener en su estructura al SPF, además de las cuatro fuerzas federales de seguridad.
Hace tres días, los responsables del Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, decidieron enviar un grupo de funcionarios para investigar la posible colaboración de los dos oficiales penitenciarios en la evasión. Luego de tomar declaraciones durante dos días, los funcionarios elaboraron un informe en el que se detallaron las serias fallas de seguridad que fueron aprovechadas por Ruiz Díaz para poder huir.
Al revisar las conclusiones del informe, los responsables del SPF decidieron remover a toda la cúpula del penal federal situado en General Güemes, en Salta.
Los responsables de la búsqueda intentaban establecer si el grupo que rescató a Ruiz Díaz huyó rumbo a la frontera con Bolivia, a 353 kilómetros o en dirección a Paraguay, a 729 kilómetros.
Hasta el momento, nadie explicó cómo fue que un preso tan peligroso estaba alojado en dicho penal. Antes de pasar por la cárcel de Santiago del Estero, estuvo preso en el penal de General Pico, en La Pampa, dónde, según fuentes penitenciarias, contaba con facilidades concedidas por las autoridades de la cárcel para continuar con el manejo de su banda.
Antes de convertirse en narcotraficante, Ruiz Díaz se dedicó a la piratería del asfalto y a robar blindados. Aunque la condena a seis años de prisión por transportar 920 kilogramos de marihuana y 12 kilos de cocaína estaba a punto de cumplirse, Ruiz Díaz tiene otro proceso pendiente con la Justicia federal que, en caso de ser condenado en un eventual juicio oral, podría recibir una pena de veinte años de cárcel.
A Ruiz Díaz lo conocían como el “Señor Fusil” porque, cuando fue detenido en mayo de 2019, los efectivos de la policía bonaerense, al allanar una de las viviendas del jefe narco, hallaron un arsenal que tenía un fusil semiautomático Colt AR-15, calibre 5.56; dos fusiles FAL, una escopeta Franchi 15 calibre 12/70; una Ithaka, una ametralladora PAM 9 mm; una pistola Bersa Thunder Pro calibre 40; una Beretta PX4 calibre 9mm; una Bersa P9CC calibre 9mm, otra pistola marca Smith y Wesson SW40 y una cantidad importante de municiones.
El 22 de mayo de 2019, el juez federal de Campana, Adrián González Charvay dictó el procesamiento con prisión preventiva de Ruiz Díaz, al considerarlo coautor de tráfico de estupefacientes en concurso real con acopio de armas y municiones.
Antes de reconvertirse en traficante de drogas, Ruiz Díaz había cometido un robo, en 2003, en la zona de Campana. En 2014 fue condenado a seis años de prisión por un robo agravado. Después de recuperar la libertad se dedicó al narcomenudeo.
Pero, en 2019, en una dependencia de la policía bonaerense dedicada a la investigación de bandas de narcotraficantes, se recibió un llamado telefónico en el que se denunciaba a la banda de Ruiz Díaz.
“Quiero denunciar a Ruiz Díaz. Tiene una casa con media sombra verde en Ricardo Fernández 14..., en Ingeniero Maschwitz. En la puerta de dicha vivienda tiene estacionados varios automóviles: una camioneta Hilux, un Volkswagen Saveiro, y una Suran. Además, comenzó a construir una mansión en Carlos Tejedor, entre Vilela y Rawson en Tigre. A mediados de abril, durante la madrugada bajaron mucha marihuana en la obra en construcción. Esa droga fue bajada de la Hilux. También movieron la droga por dos estaciones de servicio de la zona”, indicó el informante.
Cinematográfica persecución
Con esta denuncia comenzó una pesquisa de quince días hasta que los policías lograron identificar a Ruiz Díaz. A principios de mayo de 2019, los efectivos de la División Antidrogas de Zárate-Campana sorprendieron al “Señor Fusil” cuando circulaba en su Volkswagen Suran blanca.
El sospechoso se dirigió al ramal Escobar de la Panamericana. Un kilómetro atrás circulaba una camioneta Hilux blanca. Ruiz Díaz, a bordo de la Volkswagen Suran, abría camino y alertaba al conductor de la Hilux sobre la presencia de eventuales controles policiales. La droga había sido distribuida en 725 ladrillos de marihuana y estaba cargada en la camioneta.
Aparentemente, Ruiz Díaz no advirtió que tres grupos de policías bonaerenses, en automóviles sin identificación lo seguían de forma discreta. Luego, la caravana salió de la Panamericana y siguió hasta la casa situada en Carlos Tejedor al 3000, en Tigre. Pocos minutos después el sospechoso salió solo en la Volkswagen Suran. En ese momento, advirtió que lo seguían y aceleró la marcha.
Ruiz Díaz intentó huir y se inició una cinematográfica persecución. Para eludir a los policías, el “Señor Fusil” se metió contramano por la Panamericana. Mientras esquivaba los automóviles que circulaban de frente y, entre las sirenas de los policías que lo seguían, Ruiz Díaz bajó en una de las salidas de Ingeniero Maschwitz para buscar refugio en la casa situada en Ricardo Fernández al 1400.
Hasta esa vivienda llegaron dos móviles policiales que tenían el objetivo de cortarle el paso. Al verse encerrado y sin escape, Ruiz Díaz apuntó contra el conductor del automóvil que venía de frente. Aceleró nuevamente y chocó contra ese vehículo. Malherido, Ruiz Díaz intentó escapar otra vez, pero lo detuvieron.
“Al analizar el patrimonio de Ruiz Díaz, se valoran no solo los bienes hasta el momento identificados como adquiridos y que fueran puestos a nombre de la pareja del acusado, sino también los cuadernos y papeles con anotaciones secuestrados en su domicilio que dan cuenta de las abultadas sumas de dinero por las que comercializaban el material estupefaciente”, expresó el juez al dictar el procesamiento del “Señor Fusil”.
Luego de aceptar ser sometido a un juicio abreviado, Ruiz Díaz fue condenado a seis años de prisión por el Tribunal Oral N° 1, de San Martín. ß
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